Un Jaguar Sport Saloon de 1948 propiedad del Vicepresidente de la marca adquirido en subasta por sus nietas

El Jaguar Sport Saloon, propiedad de Artur Whittaker, vicepresidente de Jaguar, se ha reunido con su familia 67 años después de separarse de él.

Durante la subasta de autos clásicos de Brooklands en Surrey, al sureste de Inglaterra, el sábado 4 de marzo, las cuatro nietas de Whittaker descubrieron por casualidad la venta del coche quince días antes de que se celebrase la puja, peleando contra sus competidores para llevárselo, llegando está a alcanzar 70.000 libras para el jet negro. La casa de Lucy Kenilworth, a pocos kilómetros de la antigua fábrica de Jaguar situada en Brown’s Lane acogerá otra vez al coche donde fue fabricado hace 69 años

Un Jaguar Sport Saloon de 1948 propiedad del Vicepresidente de la marca adquirido en subasta por sus nietas

«Una vez que descubrimos que el Jaguar del abuelo estaba a la venta, sólo teníamos que ir a verlo», dijo Sally. «No teníamos intención de comprarlo, pero sentada en él antes de comprarlo me trajo tantos buenos recuerdos de las salidas familiares en los coches que decidimos que teníamos que pujar por él», explicó. «Nunca habíamos comprado en una subasta antes, pero estábamos decididas a llevárnoslo a casa si nos lo podíamos permitir», añadió su hermana Lucy. «Todo fue muy rápido y de repente, el martillo cayó y fue nuestro».

Después de que Whittaker se separase del coche en 1950, pasó por varios propietarios antes de una completa y meticulosa restauración iniciada en 1982 por el dueño en ese momento. Veintidós años más tarde el coche fue finalmente restaurado, y ultimados los detalles por el especialista clásico de Jaguar, David Davenport, devolviéndolo a su condición espectacular que sigue teniendo hoy en día.

Un coche increíble en su día, este Jaguar Sport Saloon fue de los últimos de su producción, confeccionado con piel de cerdo junto con una decoración de nogal en el salpicadero, asi como detalles en el techo, dejando una marca de distinción en la fábrica de Brown’s Lane. Llevaba montado un motor de 6 cilindros y 3,5 litros, este jaguar es venerado por sus líneas elegantes y su magnífica presencia, dominada por grandes faros, flanqueando el imponente radiador cromado.

¿Se convertirá en una pieza de museo? … No si las nietas de Whittaker siguen su camino. «Es demasiado bonito para dejarlo encerrado. El plan es disfrutar del coche con toda nuestras familias, incluyendo a los siete nietos del abuelo. Estoy seguro de que eso es lo que él también habría querido. Todo lo que necesitamos ahora es la cesta de picnic y ¡un poco de sol! “