Los coches voladores no tienen que pertenecer a algo necesariamente del futuro o de las películas de ciencia ficción. Ni tampoco ser máquinas muy complejas para que podamos cumplir el sueño de muchos, volar. Al menos eso es lo que piensa la compañía que ha dado vida al Skyrunner flying buggy.
En un primer momento, no te parece nada del otro mundo, un buggy con dos asientos, cuatro ruedas, un motor, un claxon y todas esas cosas que puedes esperarte de un vehículo que te transporte por tierra. Cuenta con amortiguadores Fox Piggyback, neumáticos Maxxi Bighorn, un motor Polaris ProStar de 1.000 cc.
Todo esto permite al Skyrunner hacer frente a la mayoría de los terrenos más difíciles. Sin embargo, cuando nos quedamos sin tierra en la que posar sus ruedas, se despliega un paracaídas junto con un motor de aviación ligero Rotax 914 UL montado en la parte trasera formado por una hélice.
En tierra, el buggy es capaz de alcanzar una velocidad máxima de 70 km/h sobre cualquier superficie. Una vez desplegadas «sus alas», el tren de potencia Rotax puede impulsar al Skyrunner hasta una velocidad estimada en el aire de 40 km/h dependiendo del peso del conductor. Para desplegar su modo «vuelo», el Skyrunner necesita tres minutos. El despegue requiere unos 130 metros y el aterrizaje apenas 100 metros para detener por completo al buggy.
El Skyrunner Flying Buggy es capaz de alcanzar una altura máxima de unos 3000 metros y ascender a un ritmo de 141 metros por minuto. El buggy tiene una autonomía en tierra de casi 400 km y de unos 200 km en el aire.
Se requiere un curso intensivo de 14 horas en vuelo para aprender a pilotar al buggy una vez que sus ruedas dejan de posarse en tierra firme. Solo hay dos controles a la hora de volar: izquierda/derecha a través del volante y el pedal del acelerador para ascender o descender.
¿El precio? Unos 140.000 dólares. No esta nada mal por un vehículo en el que puedes hacer unas excursiones offroad y surcar los cielos.