Si pensamos en Bentley lo primero que se nos viene a la cabeza es el refinamiento, la comodidad, sus fascinantes «Gran Turismo» y también por qué no su atención por el detalle y sus extras. Y es que la marca inglesa siempre ha destacado por el nivel de atención a los pequeños detalles y por ofrecer esos elementos de comodidad y lujo que otras marcas no tienen. Con la llegada del Bentayga ese nivel de detalle y accesorios ha sido llevado a otro nivel, y por eso ahora fruto del departamento de pesonalización Mulliner nace el Bentley Bentayga Falconry, todo un SUV de alto nivel cargado con todo lo necesario para practicar la cetrería allá donde vayas.
Bentley sabía cuando lanzó el Bentayga donde iban a venderlo con mayor facilidad: Oriente Medio. La región del mundo con más barriles de petróleo que habitantes es el paraíso de este tipo de coches ostentosos y de alto nivel. Un todoterreno de más de 300.000 euros y de 600 CV estaba claro que sería un éxito en este mercado. Así que para satisfacer uno de los mayores lujos y vicios del país nace esta versión. La cetrería es el deporte de los reyes en la cultura árabe y Bentley va a sacar partido de ello.
El maletero del Bentayga Falconry (Cetrería o «halconería» en inglés) está en este caso ocupado por un estuche reparador hecho de corcho natural y una pequeñas estación de vuelo para las aves. Dentro de esa estación de vuelo hay un cajón con un acabado en Piano Black y el emblema de un halcón. En el estuche se incluye una unidad de rastreo GPS y unos prismáticos, todo cuidadosamente guardado en unos compartimentos situados bajo una bandeja con un acabado en piel repujada por láser. Tampoco falta un set de capuchas para las aves y unos guantes de piel hechos a mano. En el estuche reparador se incluyen accesorios como unos vasos, petacas de metal, una manta y hasta toallas para la cara.
Para que las aves se posen Bentley equipa un compartimento lateral en corcho natural que guarda dos perchas individuales. Si te preocupa manchar o rallar el Bentayga Falconry la marca incluye una cubierta para proteger el fondo el maletero y los estribos posteriores.
Pero el Bentayga Falconry va más allá de un maletero equipado con todo lo necesario para practicar tan noble deporte. También se ha diseñado un interior especial, tapizado en este caso con la piel Hotspur, totalmente nueva, y otros accesorios de este tipo, como una percha de transporte extraíble y unas ataduras en el reposabrazos central.
En la moldura del salpicadero aparece un paisaje desértico con un halcón en pleno vuelo. Pues bien esta obra ornamental consta de 430 piezas individuales con madera de árboles de todos los rincones del mundo castaño, eucalipto blanco, arce, fresno común, sicómoro, acebo y arce sicómoro). Para su elaboración a mano se tardan 9 días en montarlo. El dibujo representa un halcón sacre para el que se han usado enchapados específicos que imitan las romas de las plumas. La arena del desierto se evoca con el moteado de la madera de sicómoro, pareciendo que el viento desplaza las dunas en el dibujo.
¿Y por qué el halcón sacre? Pues Mulliner lo ha elegido para decorar el Bentayga Falconry porque es la especia utilizada durante miles de años en la cetrería. Es un tipo de ave tan cotizada que en algunos casos hay quien paga cuantiosas sumas para hacerse con algún ejemplar de este tipo, pudiendo llegar hasta el millón de dólares incluso.