El hijo de Ralph Lauren, Andrew (56) ya forma parte del selecto club de los participantes de Villa d’Este 25. No ganó el máximo galardón pero disfrutó casi tanto como nosotros. Los tiempos están cambiando, y donde hace años mandaban los grandes cupés y berlinas de preguerra, ahora despuntan los coches de competición y los hypercars.

El Hotel Villa d’Este junto al Lago Como



El Hotel Villa d’Este y sus jardines es el escenario donde cada año se celebra el Concorso d’Eleganza más selecto del planeta. A orillas del Lago Como, en la frontera entre Italia y Suiza, la visita al Concorso es toda una experiencia, y se respira una combinación única de elegancia, tradición y extravagancia bien dosificada.
La dinámica del evento es siempre la misma: los cincuenta y tres modelos que participaron en esta edición se dividieron en varias clases, con nombres tan evocadores como Clase A: Exceso glorioso: La evolución del automóvil “sin problema de dinero” (1920-1940), o Clase D: “Titanes de la pista: Cuando el jefe dice ‘vamos a correr’”.
Fueron ocho clases en total, más la de Concept Cars y Prototypes, donde se encuadraron máquinas como el Alfa 8C Doppiacoda Zagato, el Glickenhaus 007s, el Lotus Theory 1, el Pagani Huayra Epitome o el Kimera EVO38.




De los modelos integrados en las ocho clases, el jurado decide qué coche recibe el premio “Best of Show”, y el público, la “Coppa d’Oro” Villa d’Este. También se concede un premio al mejor participante de cada categoría.
Una curiosidad de la normativa de la organización es que los participantes deben ser coleccionistas y propietarios privados pero no vendedores, brokers o propietarios que pretendan vender sus coches en los próximos doce meses. Naturalmente se confía en la buena fe de los participantes y en su palabra. En caso de que un coche cambie de dueño antes de el periodo marcado, el vendedor podría ser excluido del evento en el futuro.



Más que un concurso, una celebración del automóvil
En este evento la tradición y el estilo son esenciales, así que el programa apenas cambia de una edición a otra. El viernes por la tarde tiene lugar el cocktail de BMW Group (patrocinadores del evento), con la presentación de sus novedades.




Siempre es justo destacar la generosidad y la elegancia de la marca de Múnich, que lleva veinte años invirtiendo en un evento donde se celebra la grandeza del automóvil, y donde también brillan otras marcas. En esta BMW presentó dos máquinas apasionantes: el M2 CS y el Concept Speedtop, del que se fabricará una serie muy limitada (70 unidades).
Este modelo con estilo shooting brake y unas proporciones únicas, encarna la elegancia y sofisticación que han hecho grande a este magnífico evento. Tras la presentación de estos modelos llegó la cena, y después la gran fiesta en el área de la piscina.



El sábado se celebró el concurso propiamente dicho, con la exposición de los coches en los jardines del hotel y el desfile por la terraza frente al jurado. El acceso está reservado para los participantes y sus familias, invitados y miembros de la prensa. También hay un número limitado de entradas a la venta que se agotan rápido a pesar de su precio, que ronda los 600 euros.
Más tarde hay recepción, cena y fiesta en Villa Visconti. El domingo todos los coches participantes se trasladan a Villa Erba, un parque cercano ya abierto al público, también a orillas del lago, donde hay coches y exposiciones adicionales.
Una vez más con entradas agotadas, en Villa Erba se pudo disfrutar de una exposición especial que conmemoraba los 85 años de los “BMW Mille Miglia Icons”. Esta muestra reunió los vehículos originales que aún se conservan y que lograron la victoria absoluta para BMW en la Mille Miglia de 1940.


Además, se presentó el Art Car número 13, una impresionante obra de arte sobre ruedas creada por Sandro Chia a partir de un BMW M3 GTR. También se celebró el 700 aniversario del emblemático BMW Isetta de tres ruedas con una exposición dedicada a este icono del diseño y la movilidad urbana.
Verdaderas joyas en Villa d’Este 25
Volviendo al Concorso propiamente dicho, los modelos de preguerra se encuadraron en las clases A y B.Clase A, “La evolución del automóvil ‘sin problema de dinero’”, (1920-1940), donde brillaron modelos de Alfa Romeo, Bugatti, Duesemberg, Packard, Lancia o Lagonda.
En la clase B vimos muchos coches de carreras, joyas como el Mercedes SSK de 1928 o el maravilloso Bugatti Type 59, además del Alfa Romeo Tipo B (P3) de Gran Premio de la Scuderia Ferrari (1934) o el 8C 2900 MM de 1938, llegado desde la colección de Ralph Lauren y conducido por su hijo.

Cualquiera de ellos podría haber sido “Best of Show” o “Coppa d’Oro”, si bien finalmente el P3 fue reconocido como “BoS”. Es un coche visualmente discreto, mucho menos “flamboyant” que el 8C, pero el jurado valoró especialmente el hecho de que “no fue simplemente otro coche de carreras: fue una máquina revolucionaria que redefinió el concepto de las competiciones de Grand Prix”.
Diseñado por el brillante ingeniero Vittorio Jano, fue uno de los primeros monoplazas de carreras auténticos. Además esta misma unidad fue pilotada por leyendas como Achille Varzi, Guy Moll o Louis Chiron con mucho éxito.



Este Alfa, procedente de la Colección Auriga (Alemania) recibió el galardón “Trofeo BMW Group / Best of Show”, que fue entregado por Helmut Käss, Director de BMW Group Classic y Presidente del Concurso de Elegancia.




La Clase C se llamó “El coche deportivo europeo de posguerra alcanza su madurez”, con joyas icónicas del universo de los clásicos como el rarísimo Bugatti Type 101 C Antem, el Mercedes 300 SL “Gullwing”, el Alfa Romeo TZ1, el Lamborghini Miura SV o el Ferrari 275 GTB color “Verde Bosco Metallizzato”.
La Clase D se reservó para coches de Sport de los 50 y 60, incluyendo cuatro barchettas Ferrari (375 MM, 250 Monza, 121 LM y 196 S) un Aston DB3S que acabó segundo en las 24 Horas de Le Mans de 1956 y uno de los doce Jaguar E-Type Lightweight.
Especialmente interesante resultó la Clase E, solo para coches en estado original: “congelados en el tiempo: preservación ‘time capsules 1900-1973’”. Casi todos ellos tienen una historia de muchas décadas en manos del mismo propietario y muy poco uso. Modelos tan maravillosamente exóticos como el Bizzarrini Europa 1900 GT, Ferrari Dino 206 GT o Monteverdi Hai 450 GTS.