Audi Q3 test rápido: la importancia de no confiarse

EL AMANECER en Jerez tiene algo especial. La luz cae plana sobre el asfalto y convierte cada coche en una escultura viva. Allí me esperaba el nuevo Audi Q3, en sus dos siluetas: SUV y Sportback. Una generación completamente nueva, más musculosa, más tecnológica y, sobre todo, más Audi que nunca.

El segmento compacto premium está de lo más reñido, pero en cuanto lo tienes delante, entiendes que Ingolstadt ha querido hacer algo más que una puesta al día. Ha querido marcar territorio.

Diseño exterior y presencia visual

La primera impresión llega por la presencia: un diseño más emocional, con una parrilla Singleframe elevada y unos faros Matrix LED digitales que estrenan tecnología micro-LED en la gama compacta de la marca.

Esta vez, los juegos de luces no son un simple artificio estético; están vinculados a los asistentes de conducción y proyectan información directamente en el asfalto. En los primeros kilómetros de nuestra ruta, las firmas luminosas guían sutilmente nuestra trayectoria, recordándote que conduces un coche que piensa contigo.

Q3 Sportback: carácter y deportividad

El Q3 Sportback, como siempre, añade ese punto de dramatismo: 29 mm menos de altura en el techo y una caída más pronunciada que lo hace parecer más rápido incluso antes de moverse.

En carretera abierta, esta sensación se mantiene. La postura al volante es baja, casi deportiva, reforzada por el diseño del nuevo salpicadero, más horizontal, limpio y envuelto en el “Softwrap”, un panel continuo que refuerza la sensación de amplitud.

Interior digital y experiencia tecnológica

El escenario digital, con pantalla de 12,8 pulgadas orientada al conductor, inaugura una interfaz muy distinta a la vista hasta ahora. Todo tiene un tacto más moderno, más angular, más premium.

Audi insiste con razón en que este coche es un compañero digital, y lo es: Android Automotive OS, tienda de apps integrada, asistente de voz con IA y nuevos controles en el volante que liberan espacio en la consola central.

Incluso los cristales acústicos delanteros –una primicia en un compacto Audi– filtran eficazmente el exterior cuando la velocidad sube en la autopista.

Comportamiento dinámico y conducción

Pero todo esto sería superficial si el coche no transmitiera sensaciones al volante. La nueva suspensión con amortiguadores de dos válvulas hace que el Q3 se sienta más asentado, más ágil y menos inclinado que su predecesor.

En los cambios rápidos de apoyo se percibe el trabajo aerodinámico y el incremento de precisión en la dirección progresiva. El modo balanced, que sustituye al clásico “auto”, es ahora el punto ideal para combinar comodidad y respuesta.

Incluso con llantas de 20 pulgadas, la absorción en carreteras secundarias se mantiene refinada.

Gama mecánica y electrificación

La gama mecánica está bien estructurada: gasolina TFSI de 150 CV con hibridación ligera, diésel de 150 CV para largas distancias y las nuevas versiones TFSI quattro de 204 y 265 CV para quienes buscan un punto extra de dinamismo.

Pero la gran novedad es el Q3 e-hybrid, que combina 272 CV y una batería de 25,7 kWh –casi el doble que antes– para ofrecer hasta 120 km de autonomía eléctrica en el SUV y 118 km en el Sportback.

Probado en modo puramente eléctrico, el Q3 e-hybrid se mueve con suavidad y silencio, algo que casa muy bien con su nuevo aislamiento y su enfoque urbano-familiar.

En modo híbrido, el empuje combinado es contundente. Con la batería llena, las salidas de las curvas lentas se convierten en un empujón continuo que invita a buscar los límites del chasis.

Practicidad y conclusión

La practicidad sigue siendo uno de sus puntos fuertes: 488 litros de maletero en el SUV, algo menos en el Sportback, y asientos traseros deslizantes con respaldo regulable.

Cierro la jornada en Jerez con la sensación de que Audi ha dado un salto generacional auténtico. No es solo más tecnológico: es un coche que se siente más premium, más sólido y mejor resuelto.

Sensaciones por minutos

5 minutos
Por fuera se ve más coche, pero cuando entras dentro parece que estamos en un coche de una categoría superior.

14 minutos
Conectado al máximo, su infotainment es muy intuitivo y nos resulta sencillísimo conectarlo con el móvil.

36 minutos
En carretera se comporta de cine. El confort ha aumentado y las prestaciones siguen estando muy presentes cuando le buscas las cosquillas.

53 minutos
Es una suerte que marcas como Audi se atrevan a seguir vendiendo coches con mecánicas de todo tipo, ya sean diésel, gasolina o híbridas, para que sea el cliente final el que decida.