Prueba Suzuki S-Cross: invitado de excepción para el segmento SUV

Un cambio significativo, un leve giro pero suficiente para adentrarse en el mercado de los SUV. El Vietnam comercial del siglo 21 por así decirlo. Un mercado en el que se libra una lucha sin cuartel y al que por ahora nadie quiere faltar. Así que el Suzuki S-Cross abandona su nombre de SX4 quedándose con el apellido. Ahora es más SUV que antes en esta tercera generación, más espacioso, más dinámico y más apto para el uso fuera del asfalto. 

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Su diseño se ha renovado especialmente en ese frontal de mirada más robusta y mayor presencia. Una calandra de rejilla vertical domina el centro de su diseño en la parte delantera, con nuevos faros que ahora pasan a ser LED. El S-Cross ha ganado en altura 1,5 centímetros, situándose a 18 cm del suelo4,3 metros de largo y con una batalla de 2,6 metros. Para este diseño renovado contamos con 9 colores, de los cuales 4 son nuevos. En la zaga se ha buscado una limpieza en su diseño, más sencillo y ahora con LED para las ópticas de nuevo diseño. 

Prueba Suzuki S-Cross: invitado de excepción para el segmento SUV

Por dentro también hay cambios significativos. Para empezar al sentarnos notamos que lo que nos rodea presenta una buena acogida, buena calidad percibida que se comprueba con el tacto de los plásticos bandos. Nada cruje, ni tampoco parece estar mal encajado. Te sientes cómodo, y sobretodo alto. La visibilidad es buena y la posición de conducción es cómoda si eres alto. La tapicería presenta nuevos diseños, como el del panel de relojes. Se ha equipado con Bluetooth, un volante con mandos multifunción y control de crucero adaptativo, el cual se comportó a la perfección en carretera, aunque se notaba algo brusco en las recuperaciones de velocidad cuando el vehículo de delante, más lento que nuestro límite marcado, se retiraba. La habitabilidad trasera en el Suzuki S-Cross dejó buen margen en rodillas y cabeza, por lo que es más que apto para 4 ocupantes. Además contamos con un maletero de 430 litros.

Prueba Suzuki S-Cross: invitado de excepción para el segmento SUV

Suzuki ha renovado las mecánicas gasolina. Ahora contamos con un motor de tres cilíndros  1.0 de 115 CV con cambio manual de 5 velocidades, y uno de 1.4 litros de 140 CV con 6 marchas manual, o 6 automático. En esta caja tenemos doble embrague, con un tacto de respuesta rápida al accionarlo por las levas del volante. En marcha el motor 1.4 de 140 CV y 220 Nm se montró muy resuelto y vivo, con una sonoridad muy baja en marcha, haciendo la travesía más placentera. Esto se debe a que es un motor Boosterjet, con mejoras en el bloque para evitar vibraciones y una sonoridad molesta. Por su parte, el diésel sigue siendo el motor 1.6 de 120 CV. 

El Suzuki S-Cross tendrá disponible una tracción total, la típica con embrague de desacoplamiento del eje trasero para mejorar el consumo. Pudimos probar su sistema de tracción AWD en una pista de tierra, bastante regular, pero con algunas zonas muy pedregosas, y a 40 km/h el coche transmitía total seguridad y control. No será el terreno que más pise, pero podrá hacerlo con total seguridad.

Prueba Suzuki S-Cross: invitado de excepción para el segmento SUV

Como el mercado de los SUV es muy duro, y el Suzuki S-Cross tendrá que combatir con rivales como el Opel Mokka, el Seat Ateca o el Ford Kuga, desde la marca han puesto unos precios que le hacen ser el más económico del mercado. La versión más baja es el S-Cross GL 1.0 4×2 con un precio de 16.935 euros gracias al descuento de lanzamiento. Sin embargo, si financiamos tenemos un descuento extra que lo dejaría en 15.435 euros, muy por debajo de la competencia en precio. Nos ha parecido una opción a tener en cuenta, más si cabe después de este lavado de cara que tan bien le ha sentado, y de tener en cuenta la fiabilidad de la marca, que además te da 5 años de garantía.

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