Prueba SEAT Ateca 2.0 TDI 4Drive: la excepción de los SUV

Antes de empezar a decir nada del nuevo modelo de SEAT, he de reconocer que no soy defensor de la idea de SUV, que antes prefiero una berlina, o un compacto, que algo más alto, más grande y más pesado. Pero después de 4 días con el SEAT Ateca, he cambiado de idea con este coche. De momento solo con este, así pues, ¿qué tiene para haber cambiado de idea?

Lo primero de todo es su imagen, jamás me había vuelto al aparcar para mirar el coche si este era un SUV. Hasta ahora. Resultaba imposible no hacerlo, sobretodo con su frontal de poderosa mirada con sus faros con luces LED. Muy similares a los del León, pero con otro carisma totalmente diferente. Quieres buscarle un parecido con el compacto, pero es muy difícil, Alejandro Mesonero-Romanos y todo su equipo de diseño de SEAT han hecho el SUV de proporciones perfectas. 

Prueba SEAT Ateca 2.0 TDI 4Drive: la excepción de los SUV

Se ve alargado en su perfil, pero en cambio es más corto que un León ST (4,53 metros por los 4,36 del Ateca). Es alto, con 184 mm de altura libre al suelo y un total de 1.841 mm de altura, pero subirse a él no implica ningún esfuerzo de gimnasta, como con otros SUV. Su trasera tiene el ADN del nuevo diseño de la marca, pero no se parece a nada de la competencia ni de sus modelos hermanos. Del frontal ya hemos dicho que atrapa desde la primera mirada y no sabes muy bien por qué. Además al ser el acabado Xcellence los paragolpes delantero y trasero eran específicos y mucho más atractivos. 

Dentro no hay sorpresas, lo que cabria esperar de un coche así, una posición de conducción que casi no parece la de un modelo de estas características, pero que mantiene sus ventajas como la posición más elevada. La comodidad era máxima, incorporando nuestra versión los asientos deportivos con una tapicería muy agradable al tacto. Se diferencian de unos normales por un mayor recogimiento en las zonas laterales y el diseño del tapizado. Por lo demás todo lo que tiene SEAT. Un volante fino, el cuadro de relojes de aspecto deportivo con la pantalla central para la información, la consola central que incluía el navegador con pantalla de 8 pulgadas, la palanca de cambios manual de 6 velocidades, y un selector giratorio de modos de conducción. La calidad percibida era muy buena, con un plástico blando en el salpicadero de buen tacto, aunque no haya que tocarlo, y unos guarnecidos de las puertas muy agradables y de gran calidad.

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La motorización de nuestro SEAT Ateca era el TDI de 2.0 litros y 150 CV con función Start&Stop y además sistema de tracción total 4Drive. No hace falta más potencia para un uso diario continuo en ciudad y carretera. La famosa «patada» del TDI es notoria a partir de las casi 2.000 rpm con el pedal hundido hasta el fondo pero sin llegar al «kick down», esa pestañita que parece que activemos al llegar justo al tope del recorrido y que hace que el turbo cargue por completo y a máximo rendimiento. El sonido es notable a bajas velocidades acelerando, pero una vez en marcha en carretera es casi imperceptible, el aislamiento es intachable.

Si hablamos de consumos, no hay que temer al sistema AWD, el embrague de tipo Haldex 5 desacopla la tracción del eje posterior para ahorrar combustible en marcha, sólo volviéndolo a unir en momentos de pérdida de tracción. Homologa 5,1 litros de ciclo combinado, pero durante cuatro días, en uso de autopista, ciudad y carreteras comarcales, hicimos un consumo de 6,2, nada mal para un peso de 1.548 kilos (casi 80 más que el León ST). Si se va a usar al SEAT Ateca para largos desplazamientos y un uso normal en ciudad, es un motor más que suficiente y recomendable. 

SEAT Ateca

El comportamiento no parece casi de un SUV. El SEAT Ateca se mostró muy firme en las curvas más cerradas, y eso que no hay regulación de suspensión. Es muy cómoda en autopista y en ciudad los odiosos resalto los pasa sin problemas a una velocidad ligeramente superior a la que la señal de tráfico nos suele indicar. No asusta a alta velocidad, se le nota muy estable y firme, con una dirección muy buena pero sin transmitir tampoco demasiada información. Hace justicia al término «Sport» dentro de su categoría de SUV si en algún momento se llegara a conducir rápido con el.

Como por naturaleza es un vehículo, tercera letra de las siglas, queda averiguar cuan «Utility» es. Nuestra versión de tracción total dejaba el generoso maletero de 510 litros en unos nada despreciables 485 litros. Las plazas traseras, para alguien de 1,85 metros de estatura como yo eran muy buenas, sobrando espacio en rodillas y cabeza, además de cómodas, casi para 3 adultos, ya que la plaza de en medio es algo más estrecha. 

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Nuestra unidad iba cargada hasta los topes. El acabado Xcellence es el más alto para el SEAT Ateca. Para el exterior se incluyen las barras del techo cromadas, los pasos de rueda en negro, los cristales oscurecidos detrás, faros full LED, los marcos de las ventanas cromados y el tubo de escape doble visible cromado. Dentro, las estriberas de las puertas delanteras son de aluminio, los mencionados asientos delanteros deportivos, Sistema Kessy de apertura y arranque sin uso de la llave (pero debe ir en nuestro bolsillo obviamente), cámara de visión trasera, luces de ambiente multicolor, techo interior en negro y sensor de parking trasero. En seguridad otros tantos elementos entre los que destaca el asistente de arranque en pendiente y el de salida involuntaria de carril.

SEAT Ateca

Pero es que aparte de todo eso, que no es poco, venía con unos extras muy interesantes. El primero de ellos, un cargador inalámbrico para el móvil, situado en el hueco bajo la consola central. Funciona, si vuestro móvil admite este sistema de carga claro, algo presente en mi caso en el Samsung S6. También contaba con cámara de visión de 360º, de muy buena calidad de imagen y con opción a seleccionar cualquier ángulo del coche con más detalle. Detector de ángulo muerto y tráfico posterior, el sistema FULL LINK para usar el móvil como sistema de infoentretenimiento, y el sistema de apertura del portón del maletero manos libres y con pedal virtual.

También teníamos el sistema de sonido SEAT Sound con 10 altavoces, que la verdad sonaba bastante bien con un sonido bastante envolvente. El toque estético y remate final al maravilloso diseño del Ateca lo ponían las llantas de 19″ Machined, algo grandes para usarlo fuera de carretera.

SEAT Ateca

¿Usarlo fuera de carretera? Si amigos, el SEAT Ateca puede incorporar tracción total 4Drive. Aprovechando un lugar descubierto en un extremo de la playa de Puerto de Sagunto que daba directamente a la playa, aproveché para ensuciarlo en la arena y sacar unas fotos. Seleccionando el modo «Off-road» en el selector de modos de SEAT Drive Profile, el motor se pone en modo Sport, el ESC en modo Off-Road y se enciende el testigo de control de tracción desactivado en el panel de instrumentos.

Hubo un segundo de tensión para sacarlo de la zona mas arenosa, pero porque no di suficiente gas, y porque ni los neumáticos ni la presión de estos era la adecuada. Aún así, todo sin problemas, maniobré y lo moví sin dificultad y sin tener que pedir el quad de la Cruz Roja de la playa para sacar el coche. Pero claramente es un modo pensado para no perder adherencia en caminos de tierra, o en nieve, con el modo «Snow».

SEAT Ateca

El precio base de la versión 2.0 TDI de 150 CV Xcellence 4Drive es de 33.560 euros. Con nuestros extras sube hasta los 36.000 euros. Ya lo habéis leído, el SEAT Ateca es un SUV en toda regla, y además un coche excelente, de diseño llamativo y que atrae, con cualidades más o menos Off-road, pero capaz si nos lo proponemos. En ese pueblo de Zaragoza que da nombre al coche pueden estar orgullosos del coche que lo porta.