Especial Porsche Cayenne Electric: 7/8 razones

Carga por inducción

Porsche ha declarado la guerra a las cargas lentas desde el lanzamiento del primer Taycan, y el nuevo Cayenne muestra la misma determinación por minimizar los tiempos totales de viaje.

Ofrece una potencia máxima de carga de 400 kW gracias a su arquitectura de 800 voltios y a una avanzada tecnología de refrigeración de la batería. El sistema refrigera las celdas por encima y por debajo; otros eléctricos de Porsche solo lo hacen por un lado.

No pudimos probarlo, pero debería permitir cargas del 10 al 80 por ciento en menos de 16 minutos. El coche también puede regenerar hasta 600 kW en deceleración, una cifra muy por encima incluso del Taycan de segunda generación.

Carga inductiva: el siguiente paso

En línea con el papel del Cayenne como innovador tecnológico, Porsche ha decidido introducir la carga inductiva con este modelo. La teoría —entrar en tu garaje y cargar de forma inalámbrica, sin cables ni enchufes— llevaba tiempo sobre la mesa, pero solía descartarse por su ineficiencia y coste.

Porsche asegura haber resuelto esos problemas para ofrecer una carga inalámbrica de 11 kW, segura para mascotas y con un 90 por ciento de eficiencia. El Cayenne será el primer coche en incorporarla como opción, y es una innovación que le permitirá pasar a la historia.

El sistema utiliza una base instalada en el garaje o la entrada, que trabaja junto a una placa situada en la parte inferior del coche, entre las ruedas delanteras, para proporcionar la experiencia definitiva de carga “perezosa”.

El vehículo se baja automáticamente para minimizar la distancia entre la placa y la base, y los sensores detendrán el proceso si algún animal u objeto metálico se cruza en la trayectoria.

No se necesita una wallbox adicional, y la unidad está diseñada para ser robusta, resistente a la intemperie y compatible con actualizaciones remotas y control mediante app. En cuanto a comodidad de uso, es sencillamente insuperable.