El Cayenne Electric aporta un nuevo estándar digital para la marca germana. Basta con echar un vistazo para comprobar que ofrece la mayor área de display vista hasta ahora en un Porsche. Pero no lleva unas de esas pantallas tipo iPad que parecen acopladas de mala manera, sino que la pantalla curva “Flow Display” va perfectamente integrada.

Integra un cuadro de instrumentos totalmente digital con tecnología OLED de 14,25” y una pantalla opcional para el acompañante de 14,9 pulgadas. Con buen criterio los botones y controles de las funciones más utilizadas, como el climatizador y el volumen del audio, son físicos.
Experiencia digital, personalización y sonido

Según la marca, la nueva Porsche Digital Interaction es a la vez una filosofía de funcionamiento digital y un lenguaje de diseño, que lleva un paso más allá la experiencia de conducción y se orienta a la personalización y a ofrecer un acceso rápido a las funciones. (Ver más razones para amarlo aquí)
Se pueden integrar numerosas aplicaciones directamente en el vehículo a través del Porsche App Centre. Diversas funciones de streaming y juegos llevan la experiencia digital a un nuevo nivel. El renovado Voice Pilot también contribuye a ello, ya que gracias a la inteligencia artificial entiende consultas complejas, reconoce el contexto y responde como un interlocutor real.

Con la Porsche Digital Key, los teléfonos móviles y los relojes inteligentes se convierten en llaves del coche, que se pueden compartir digitalmente con hasta otros siete usuarios. Para quienes quieran desconectar algunas de las asistencias más intrusivas y sus correspondientes avisos sonoros, hacerlo es fácil, y lo mismo ocurre con el sonido “sintético” de estilo V8.
“Había mucha gente, incluso en la junta, que no estaba convencida”, comenta Schätzle. “Pero cuando estuvo listo y condujeron el coche, todos lo prefirieron. Y si no te gusta, puedes desconectarlo en todos los modos”.








