Con una extensa historia y reputación en lo que a concept cars se refiere, llega desde Rüsselsheim el Experimental, toda una declaración de intenciones sobre el futuro de Opel. Innovador, espacioso, tecnológico y muy “verde”.
Desde que Opel se integrase en 2021 como una de las marcas del grupo Stellantis hemos visto una evolución radical. Nuevos modelos, mayor electrificación y un aire muy fresco y moderno que busca atraer a una nueva generación de conductores que parecían tener olvidada a la marca alemana. Si además, renuevan su icónico logo solo puede significar una cosa: una nueva era.
Partiendo de la buena fama y fiabilidad que tienen los coches germanos, sus pilares en esta nueva etapa son claros: sostenibilidad, innovación y detox, o lo que es lo mismo, prescindir de todo aquello que no es necesario. Con las ideas claras y sobre un papel en blanco nació este concept car, el Experimental. Su propio nombre nos lo indica, es un experimento antes de sacar futuros modelos de producción en serie. En su presentación, el CEO de Opel, Florian Huettl, declaraba: «El Opel Experimental ofrece una visión de los próximos modelos y tecnologías, del diseño futuro, incluso de una nueva era y del futuro de la marca».
Este crossover eléctrico y de tracción total –basado en la plataforma BEV de última generación del grupo Stellantis– presenta un aspecto exterior ultramoderno que conduce a una mayor aerodinámica donde no se echan en falta los cromados, que han sido sustituidos por elementos con mayor personalidad como la iluminación y los gráficos. Futurista como buen prototipo que es, prescinde también de los tradicionales espejos retrovisores y, en su lugar, encontramos cámaras de 180 grados –aunque pueda parecer muy dispar esta idea, ya hemos visto los primeros retrovisores de cámara en modelos de serie, como el Q8 de Audi o el Hyundai Ioniq 5–.
Con el objetivo de mejorar su eficiencia, el coche incorpora alerones tanto delantero como trasero optimizados y un difusor trasero que se extiende o se retrae dependiendo de la situación de conducción prevaleciente.
Indiscutiblemente la principal novedad que vemos en este prototipo es el nuevo logo, o más que nuevo podríamos decir renovado. Ahora el característico Blitz (rayo en castellano) de Opel tiene las puntas más puntiagudas y alargadas y sobresale más del círculo en el que va encuadrado. Sin duda, una puesta en marcha de su principio de “bold and pure” (atrevido y puro) y donde, además, vemos claramente un guiño hacia lo eléctrico, que es hacia donde quieren los responsables encaminar a la marca –en 2028 tienen previsto ser una firma 100% eléctrica–. Este logo empezará a lucir en modelos de producción a partir de este próximo año.
En la parte trasera, no luce el logo sino las letras de Opel entre las luces de freno, en forma de brújula, que juegan con la transparencia del vidrio. Volviendo a la parte delantera, este coche presenta forma de cruz en lo que a iluminación se refiere y, alrededor de ella encontramos la próxima generación 4D Opel Vizor
Ahora repasemos algunos de los elementos más sostenibles y curiosos que presenta este prototipo. Sus neumáticos, desarrollados en colaboración con Goodyear, están hechos de caucho reciclado y están montados sobre unas llantas Ronal de tres zonas y de lo más aerodinámicas. Para mí fue uno de los principales atractivos de este Experimental cuando fui a conocerlo a su centro de diseño en Rüsselsheim, que además y en comparación conmigo, resultan muy grandes. En ello quizás tienen que ver los musculosos pasos de rueda, que hacen a este crossover aún más imponente.
Desde fuera, podríamos catalogar a este prototipo dentro del segmento C por sus dimensiones, aunque el interior presenta tal amplitud que lo eleva hasta el segmento D. Parece difícil, pero teniendo en cuenta que desde Opel han querido prescindir de muchos elementos para lograr una notoria liberación de espacio, es posible lograrlo. Algunos de los ejemplos son el volante que se pliega cuando no es necesario –esto es posible gracias al sistema de dirección electrónica, ya que sin los componentes mecánicos de la dirección se reduce más el peso– o los asientos adaptativos ligeros, que no renuncian a la comodidad con tejidos de tecnología de malla 3D.
Toda esta filosofía continúa prescindiendo de las habituales pantallas que tenemos en nuestros coches actuales del día a día. En este caso la información se presenta utilizando tecnología de proyección aumentada apoyada por inteligencia artificial y control por voz natural. Este Pure Pad es flotante y transparente, y se encuentra ubicado delante del reposabrazos delantero, que se puede configurar en base a las preferencias personales del conductor y de sus controles más utilizados –algo que prácticamente empezamos a ver ya en casi todos los modelos que salen nuevos al mercado–.
En mi visita a Rüsselsheim tuve unos minutos para poder charlar con uno de sus diseñadores, Florian Theis, quien me contaba la importancia de conocer la historia de la marca para poder crear un prototipo nuevo: “el papel está en blanco pero hagas lo que hagas debe estar en sintonía con el legado de Opel”. Un legado, que por refrescar un poco la memoria, comenzó en 1965 con el Experimental GT –siendo la marca europea pionera en hacer esto– y que incluye asombrosos concept cars como el precioso one-off Manta GSe o el GT X Experimental (que inspiró al actual Mokka).