Como es un SUV que está por encima del Ateca, podría llamarse Calatorao. Pero también Segovia, Linares, Vigo o Luarca. En la marca aseguran que han recibido más de 500 propuestas desde diferentes puntos de España para poner un nombre al futuro SUV de siete plazas. Lo único seguro es que llevará el nombre de una ciudad española, y han abierto un proceso participativo para elegirlo.

Los que viajen con frecuencia por carretera entre Madrid y Barcelona estarán acostumbrado a ver la salida para ir hacia la localidad de Ateca, cerca de Calatayud y en la provincia de Zaragoza. Unos cincuenta kilómetros más adelante está Calatorao. ¿Qué posibilidades hay de que el nuevo coche se llame así? Pues muy pocas, pero hoy por hoy no es nada fácil adelantar un nombre, teniendo en cuenta que en España hay más de 8.000 municipios.
Durante la presentación del nuevo Ibiza el presidente de Seat, Luca de Meo, comentó que ha recibido llamadas de muchos alcaldes para sugerirle lo bueno que sería usar el nombre de sus ciudades y pueblos para denominar a un coche. Ahora la marca ha anunciado un proyecto de participación y votación para buscar un topónimo que encaje con el nuevo coche. Desde ayer jueves se pueden presentar las propuestas, en septiembre se anunciarán y votarán los finalistas y a continuación se desvelará el nombre del ganador.
La iniciativa se desarrollará en España a través de la página web seat.es/buscanombre y a nivel internacional en seat.com/seekingname. Desde que en 1982 Seat lanzó el Ronda, la toponimia española ha dado nombre a un total de 13 modelos de la marca: Ronda, Ibiza, Málaga, Marbella, Toledo, Inca, Alhambra, Córdoba, Arosa, León, Altea y, los dos más recientes, Ateca y Arona, que será el pequeño SUV derivado del Ibiza. El nuevo SUV será el número 14 de esta lista.

No podemos olvidar además en esto de los nombres entran en juego otros factores tan ibéricos como los localismos, nacionalismos y las denominaciones en las lenguas cooficiales. Cuentan que, cuando en Seat lanzaron el Arosa en 1997, en la marca quisieron organizar la presentación internacional a la prensa en algún punto cercano a Villagarcía, a la isla o a la ría homónima. Pero entonces algunos grupos nacionalistas gallegos comenzaron a quejarse y movilizarse porque a su juicio el coche debía llamarse Arousa. Así que desde la marca se curaron en salud y para evitar problemas lo presentaron en Canarias, dejando a la hostelería Pontevedra sin un buen pellizco.