Según un reciente estudio de la Universidad Loughborough y el Instituto Europeo de Hidratación, los conductores que sufren deshidratación mientras circulan con el coche presenta el mismo peligro que aquellos con un nivel de alcohol en sangre moderado. Nissan ha desarrollado junto al estudio alemán de diseño Droog unos asientos y volante especiales que detectan el sudor y la deshidratación en una nueva apuesta por incrementar la seguridad en las carreteras. Esta tecnología se llama Soak.
A través de un sistema especial cambia el color del asiento si la transpiración de la persona sentada es alta en sal- una señal que indica deshidratación. Si el asiento se torna en un color amarillento significa que la persona detrás del volante está deshidratada, pero si el asiento cambia a un color azul oscuro significa que el conductor se encuentra correctamente hidratado.
Droog, la empresa de diseño con sede en Amsterdam, ha desarrollado este material que reacciona al contacto con el sudor humano y cambia de color según las circunstancias. El desarrollo del «Soak» está fundado en un estudio previo de 2015, el cual fue realizado por las instituciones anteriormente mencionadas. En este decía que se había encontrado una relación interesante, el nivel de atención que tenía un conductor detrás del volante deshidratado y uno que sobrepasaba la tasa permitida de alcohol en sangre se encontraban al mismo nivel (0.08% para UK- ya que fue la que realizó el estudio, algo más de 0,25 miligramos por litro en sangre).
Esta tecnología se ha implementado en un Nissan Juke para la demostración de sus capacidades; a pesar de ello, no se estima que esta tecnología llegue a los coches de producción. Se trata de un ejercicio que ha emergido para simplemente mostrar al mundo que Nissan es capaz de innovar en términos tecnológicos y de seguridad vial.