La marca estadounidense ha presentado su nueva creación apodándola como «el coche más rápido del mundo». Para lograr serlo, Tesla ha instalado una batería más potente que llega hasta un máximo de 100 kWh (10 más que la versión,hasta ahora, más potente).
El Tesla Model S P100D tendrá una aceleración de 0-100 km/h en 2,5 segundos. Con estos números nos encontramos con pocos deportivos que puedan superar la aceleración del Tesla Model S P100D. Los únicos que pueden poner en apuros al nuevo modelo de la compañía americana son superdeportivos de la talla del LaFerrari y el Porsche 918 Spyder.
La aceleración de un coche eléctrico no tiene precio. La sensación de potencia instantánea pone en jaque a muchos superdeportivos que, pese a su potencia, pueden quedar en ridículo con la aceleración de estos vehículos. La entrega instantánea de par hace que estos coches alcancen unas cifras de aceleración de otro mundo.
Tesla toma el concepto de «el coche más rápido del mundo» basándose en la aceleración. Sería más correcto denominarlo «la berlina eléctrica más rápida del mundo», ya que la aceleración no lo es todo. Aunque tengo que decir que estamos ante una berlina que ,bajo su apariencia elegante y serena, se esconde un animal capaz de desintegrar a la mayoría de sus rivales (en aceleración al menos).
La autonomía del Tesla Model S P100D será de 613 kilómetros según el ciclo europeo. Poco a poco la autonomía de los vehículos eléctricos aumenta y es sorprendente como Tesla pueda ofrecer una berlina eléctrica con un alto rendimiento y a la vez ofrecer una autonomía más que respetable.
La velocidad punta estará limitada a 250 km/h y el precio de partida será de unos 135.000 dólares.
Hay que destacar que Tesla ha ofrecido la posibilidad- a los clientes que estuvieran esperando la entrega de un Tesla Model S P90D con Ludicrous Mode- de aumentar las baterias a 100kWh por unos 10.000 dólares. Para los conductores que ya dispongan del Tesla Model S P90D con Ludicrous Mode, el coste del cambio por la batería de 100 kWh ascendería a los 20.000 dólares, debido a los costes del reciclado de las antiguas baterías y a la mano de obra.