Nuevo Mercedes-AMG GT-C Roadster: Melena al viento

Tan solo unos días después de ponernos los dientes largos con un teaser muy sexy, Mercedes nos ha soltado a su secador de pelo más potente. El Mercedes-AMG GT-C Roadster y su clon de acceso de gama el GT Roadster.

Hallándose a caballo entre el GT-S y el GT-R, esta versión cabrio del súper deportivo Stuttgardo viene con dos sabores diferentes. El GT Roadster tiene los mismos 476CV que el GT de techo duro pero el GT-C llega a la monstruosidad de 558CV con el motor V8 de 4000cc. Además por si no fuera poco el GT-C monta en su trasera la misma mecánica direccional que el GT-R, lo que lo hace una bestia muy manejable.

Nuevo Mercedes-AMG GT-C Roadster: Melena al viento

Pero que el GT-C no eclipse al GT, porque sus 476CV hacen el 0-100km/h en cuatro segundos y toca techo a 302Km/h, que no está nada mal. Por otro lado el más potente consigue hacer el 0-100Km/h en 3,7 segundos con velocidad punta de 315Km/h.

Ambos disfrutan de una tracción trasera a la cual le llegan los caballos mediante una transmisión de doble embrague y 7 velocidades pero tienen una diferencia, una vez más el GT-C se lleva las súper-piezas consigo y obtiene un diferencial de deslizamiento limitado controlado electrónicamente mientras el “peque” tiene uno mecánico de toda la vida.

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Los más detallistas ya os habréis dado cuenta de que tiene un aspecto mucho enfadado que el de techo rígido. Esto es por algo que nos ha pasado a todos. Como es casi el 99% de las familias del mundo, los hermanos pequeños heredan algunas prendas de ropa de aquellos que llegaron antes, al GT-C le pasa igual, como hermano mediano en la familia (GT-S/GT-C/GT-R) ha conseguido un exterior muy similar al del R. Siendo 57mm más ancho que el S es capaz de albergar neumáticos de 305 en su trasera dándole un aspecto desde atrás impresionante.

mercedes-gtc3 GT-C

Para llegar a donde quiero ir vamos a recordar que el raro diseño de algunos híbridos comunes es extremadamente aerodinámico, y esto se debe a que no hace falta incluir en el morro serias entradas de aire para refrigeración y esto permite unas líneas más progresivas. Ahora bien el GT-C incorpora el mismo sistema que tiene el R en el morro.

Este sistema consiste en unas pestañas que se abren y cierran en función de la temperatura del motor, en caso de necesitarlo se abren permitiendo una rápida refrigeración del motor, pero mientras el sistema interno de refrigeración sea capaz de aguantar sin ayuda la temperatura, estas pestañas quedarán cerradas originando una aerodinámica más fluida.

mercedes-gtc2 GT-C

Podemos intuir que en un futuro cercano disfrutaremos de unas versiones cupé con la cara lavada al estilo GT-R como se acaba de hacer con estos descapotables, por ahora no sabemos el precio de llevar la melena al viento en el súper-deportivo de Mercedes pero si podemos esperar un aumento del 10-15% respecto al equivalente de techo duro.

El GT-C debutará en el Salón de París este año.

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