La nueva creación de la firma japonesa representa mucho más que la electrificación de una berlina clásica. Es diseño, es sostenibilidad y es madurez. Estas son las siete claves fundamentales que, según CAR, desvelan tanto su tecnología como su filosofía estética.
1. Diseño: la escultura del vacío
La estética del Mazda 6e no busca protagonismo con líneas agresivas ni artificios tecnológicos. Al contrario: la superficie se convierte en lenguaje. Inspirado en la filosofía japonesa del “Ma”, que valora el espacio entre los elementos, el diseño exterior ha sido moldeado para capturar la luz de forma dinámica.


A nivel técnico, esta limpieza visual está respaldada por una carrocería tipo liftback de cinco puertas con una aerodinámica refinada, que no sólo mejora la eficiencia, sino que otorga una silueta elegante y fluida. Con 4,95 metros de longitud y una distancia entre ejes de 2,95 metros, sus proporciones reflejan una berlina de gran presencia, que conserva voladizos cortos y una postura visualmente deportiva.
2. Arquitectura: plataforma específica para eléctricos
El Mazda 6e no parte de una base adaptada, sino de una nueva plataforma diseñada desde cero para vehículos eléctricos. Esta arquitectura optimiza la posición de la batería bajo el piso, lo que mejora el centro de gravedad y favorece una distribución de pesos cercana al 50:50, esencial para una conducción equilibrada.

La rigidez estructural del conjunto ha sido especialmente reforzada para garantizar no solo seguridad, sino también el tacto de conducción Jinba-Ittai, donde coche y conductor se sienten como una extensión mutua. Este planteamiento permite, además, ofrecer una cabina amplia, con un piso completamente plano y sin túnel central, que mejora el espacio en las plazas traseras.
3. Motorizaciones: dos versiones, misma esencia
Mazda ofrecerá el 6e en dos configuraciones técnicas, ambas con tracción trasera. La versión estándar equipa un motor eléctrico de 190 kW (258 CV) alimentado por una batería LFP de 68,8 kWh, mientras que la versión de autonomía extendida recurre a una batería NCM de 80 kWh y entrega 180 kW (245 CV).

Ambas opciones comparten un par máximo de 320 Nm y alcanzan velocidades punta de 175 km/h. La aceleración de 0 a 100 km/h ronda los 7,6 segundos, aunque Mazda prioriza la entrega lineal y progresiva frente a los picos de rendimiento instantáneo. La autonomía homologada supera los 550 km en la variante Long Range, mientras que la versión estándar promete hasta 479 km con un consumo medio de 13,8 kWh/100 km.
4. Carga y eficiencia: rápidas respuestas
El Mazda 6e es compatible con cargas de hasta 165 kW en corriente continua (versión LFP), lo que permite pasar del 10 al 80 % en apenas 22 minutos. En corriente alterna admite hasta 11 kW, ideal para carga doméstica o pública de tipo wallbox. La versión de batería NCM, aunque ofrece más autonomía, limita la potencia de carga rápida a unos 90 kW, lo que se traduce en tiempos más prolongados, pero en favor de una mayor capacidad útil.

El software de gestión térmica y energética ha sido optimizado para conservar la batería y mantener la autonomía incluso en condiciones de uso urbano o invernal. Este equilibrio entre rapidez de recarga y eficiencia energética es clave para su posicionamiento en el segmento D premium eléctrico.
5. Interior: hospitalidad artesana
El habitáculo del Mazda 6e ha sido diseñado como un espacio de contemplación, recogimiento y tactilidad. Inspirado en el concepto de hospitalidad japonesa “Omotenashi”, el diseño interior combina funcionalidad, calidez y armonía visual.
Los materiales seleccionados incluyen cuero Nappa, microfibras de alta calidad, inserciones metálicas cepilladas y tejidos inspirados en técnicas artesanales tradicionales como el Nishijin-ori. La iluminación ambiental configurable y el esquema horizontal del salpicadero refuerzan la sensación de amplitud.



A nivel tecnológico, destaca la instrumentación digital de 10,2 pulgadas, la pantalla multimedia flotante de 14,6 pulgadas y un espectacular Head-Up Display proyectado de 50 pulgadas con realidad aumentada. Todo ello gestionado por el potente chip Snapdragon 8155, que asegura fluidez en la interacción.
6. Conectividad y asistentes: tecnología sin fricción
Mazda apuesta por una experiencia tecnológica sin sobresaltos ni distracciones. El 6e integra los sistemas más recientes de conectividad: Apple CarPlay y Android Auto inalámbricos, navegador con datos en tiempo real, control remoto vía app y actualizaciones OTA.
En seguridad, incorpora un paquete ADAS de última generación que incluye control de crucero adaptativo con función Stop & Go, mantenimiento activo de carril, frenada automática de emergencia, reconocimiento de señales, alerta de tráfico cruzado y monitor de punto ciego.

La experiencia a bordo se completa con un sistema de sonido envolvente Sony de 14 altavoces, carga inalámbrica, múltiples tomas USB-C y un sistema de climatización inteligente que aprende de las rutinas del usuario.
7. Posicionamiento: el regreso del Mazda grande
El Mazda 6e no es solo una berlina eléctrica, es el regreso de una filosofía de marca que pone al conductor en el centro. Su diseño escultórico, su enfoque centrado en el confort y la experiencia emocional, y su propuesta técnica robusta lo sitúan como un nuevo referente en el segmento.
Este modelo marca el inicio de una nueva etapa en la que Mazda aspira a competir cara a cara con rivales como el BMW i4 o el Hyundai Ioniq 6, pero con una identidad diferente: más artística, más sensorial, y sobre todo más japonesa.