Hoy todo el mundo lamenta la muerte de Hugh Hefner, el fundador de la revista Playboy y uno de los hombres más envidiados del planeta. Desde que en 1953 creó su revista, su nombre y el logotipo del conejito es un símbolo tan americano como el de Cadillac. Los coches no fueron su gran pasión, pero también disfrutó de algunos de los mejores.

Desde el principio, su magazine aportó una mezcla de erotismo, política, sofisticación y humor que prendió con fuerza. Tras unos años de asentamiento, en 1959 Hugh Hefner compró la casa de Chicago que se convertiría en la primera mansión Playboy y obtuvo el divorcio de su esposaun Mercedes SL blanco descapotable y una magnífica mansión”. Como tantos otros, Hefner sabía que, aunque normalmente un deportivo se compra para gozar de la velocidad, también es legítimo utilizarlo para procurarse otros placeres.

Construyó un su mansión un bar “submarino” cuya pared daba a una piscina interior, y comenzó a organizar fiestas a las que invitaba a personajes como Frank Sinatra, Tony Curtis o Sammy Davis Jr.. Muy pronto su fama se extendió por el país, y las celebridades preferían alojarse en su casa antes que en el mejor hotel. Por su parte las chicas podían vivir por muy poco dinero en la mansión y asistir a las fiestas con las estrellas de Hollywood.

Ciertas situaciones definen a un personaje; en 1968 «Hef» tenía 42 años y conoció a una chica de 18, que sería su gran amor durante seis años. Cuando le propuso salir, ella le dijo: “nunca he salido con alguien mayor de 24 años”. Y Hef respondió: “bien, yo tampoco”.
Por entonces Playboy llegó a vender 8 millones de ejemplares, y fue en 1971 cuando Hugh Hefner compró la mansión Playboy de Los Angeles, en la que ha vivido hasta su muerte. Para él era lo más parecido al paraíso, y en ella construyó una gruta interior y una piscina parecida a un lago natural. Lo cierto es que tenía pocas ocasiones para conducir ya que apenas salía, y cuando lo hacía solía viajar en su Mercedes 600 con chofer. Celebraba fiestas a las que con frecuencia acudía en pijama y con uno de sus míticos batines de seda.

El Mercedes 600 presentado en 1963 era el coche más amplio, cómodo y lujoso del mercado. Este modelo (código interno W100) con motor 6.3 V8 de 250 CV, llevaba un avanzado sistema hidráulico de alta presión que gobernaba no solo la suspensión neumática sino también el cierre de las puertas, los elevalunas, los ajustes de los asientos o el techo eléctrico. Además de Hefner, otros muchos mitos del siglo XX se decantaron por el 600, como Aristóteles Onassis y su querida María Callas, John Lennon o Elizabeth Taylor. Además era perfecto para un rockero gracias a su inigualable comodidad y al mueble bar, así que Elvis Presley compró el primero de sus dos 600 en 1970.

En la mansión los domingos por la tarde eran para ver películas, y los lunes estaban reservados para cenas de amigos y partidas de cartas. Cuando tocaba noche de boxeo, muchos famosos de la ciudad, como Burt Reynolds, Clint Eastwood o Jack Nicholson iban allí para ver los combates, y entonces el exterior se llenaba de Corvettes Stingray, Ferraris y Porsches de llamativos colores setenteros.

De hecho, un buen automóvil siempre era de ayuda para entrar al paraíso, como recuerda su amigo Steve Powers: “al principio me invitaban de vez en cuando a la mansión, pero no estaba en la lista principal. Tenía un Rolls Royce descapotable y un megáfono, así que un amigo y yo íbamos por Rodeo Drive, cerca del campus de UCLA, y gritábamos a las chicas. A veces ladraba como un perro o imitaba una sirena. Luego les decía: ¿crees que tu perro quiere conocer al mío? o llevas los vaqueros demasiado apretados y eso no está permitido en Beverly Hills. Tras una conversación las invitaba a la mansión, y si llegábamos allí con un montón de bellezas, finalmente nos dejaban entrar”.
A lo largo de estas décadas han desfilado por la revista y por su cama las mujeres más bellas, y aunque ya no dirigía el día a dia de la revista, parecer ser que aun se reservaba la elección de la Chica del Mes. Como bien destacan los memes que todos hemos recibido hoy, es difícil que tras su muerte Mr. Hefner haya pasado a mejor vida. Hace muchos años se compró una tumba junto a la de Marilyn Monroe, para descansar junto a ella.