Quizás no te suene de mucho Dallara, pero si la IndyCar, el Alfa 4C o el KTM X-Bow. Todo eso tiene un denominador común, Dallara ha fabricado sus chasis de fibra de carbono. Es un legendario fabricante italiano de chasis para competición y algunos coches de calle, que ahora, por primera vez en su historia se aventura a ser quien produzca el coche y no solo una parte. Se trata del Dallara Stradale, una «barchetta» de peso reducido y gran potencia para garantizar que sea una divertida máquina de circuito.
Dallara lleva trabajando en el Stradale veinte años y por fin, después de tener que sacar adelante los proyectos encargados, han podido dar el paso para crear su propio coche deportivo. Un vehículo del que solo habrá 600 unidades y que se fabricarán, si no hay retrasos, de aquí a cinco años. Cada uno de ellos costará 155.000 euros sin impuestos, y a cambio se llevarán este atractivo biplaza sin techo ni parabrisas para disfrutar de la verdadera emoción de conducir. Y aunque pueda parecer caro, ya han vendido el primer año de producción, y eso que ni siquiera habían enseñado el coche ni dado especificaciones técnicas.
El Dallara Stradale adquiere toda la tradición de la marca fabricando componentes y chasis para otras marcas, estando este fabricado plenamente en fibra de carbono, tanto su chasis como su carrocería. Para su primer modelo, los italianos han elegido un motor de origen Ford, el EcoBoost de 2.3 litros y cuatro cilindros que conocemos de modelos como el Mustang o el Focus RS, y es que es un motor de fácil mejora. Gracias a eso entrega 400 CV, y todos se envían a su eje trasero a través de un cambio manual de seis velocidades o una caja secuencial. Por ahora no sabemos que cifras ofrece en sus prestaciones, pero teniendo en cuenta que solo pesa 855 kg, ten por seguro que será muy rápido.
Se puede añadir un spoiler fijo al Stradale con el que hacer que el coche genere una carga aerodinámica de hasta 855 kg. E incluso la marca asegura que es capaz de soportar fuerzas G laterales de hasta 2G, siempre y cuando calce unas gomas que lo permitan en adherencia. Para su puesta a punto se ha contado con la ayuda del ex-piloto Loris Bicocchi, y se le ha dotado de ESP pero no de dirección asistida, que habría supuesto más peso para el coche y menores sensaciones al volante. Para poder llegar a exprimir su potencial, habrá que instalar un acumulador de presión de aceite en el motor.
Dado que su configuración es de tipo barchetta, el Dallara Stradale puede montar en opción un parabrisas de policarbonato con el marco en fibra de carbono por 16.600 euros, al que se puede sumar el techo para hacerlo targa por 7.700 euros y las dos puertas muy sencillas por otros 7.300 euros extra. Es decir que si quieres un Stradalle cerrado tienes que sumar 31.600 euros a los 155.00 mencionados antes.
Si se quiere mejorar sus aptitudes para cada circuito incluso hay en opción unas suspensiones con ajuste para mejorar su rendimiento. A bordo no hay más que un volante, el cambio y la pantalla digital así como unos asientos de fibra de carbono.