El coche de James Bond en la película Goldfinger, el Aston Martin DB5, es la última pieza de colección de LEGO. Una vez construido, tendremos un asiento eyectable, placas de matrícula giratorias, «guadañas en los neumáticos» que emergen de las tuercas centrales de las ruedas y una pantalla a prueba de balas que se levanta detrás del parabrisas trasero.
El maletero, capó y puertas del DB5 de LEGO pueden abrirse, donde podemos ver hasta una pantalla radas, con una gran metralleta montada junto con un teléfono oculto dentro del habitáculo. Tiene un total de 1.290 piezas, con 34 centímetros de largo, 12 cm de ancho y 10 cm de alto, con un cuidado por el detalle hasta lo más mínimo.
El modelo está acabado en el mismo color «Silver Birch» que llevaba el coche de James Bond, completado con los parachoques delantero y trasero lacados e inserciones de llantas de rueda de alambre. Se anuncia como «una réplica auténtica», con las mismas «curvas suaves y bordes lisos» que el modelo original.
LEGO siempre ha estado ligado al sector del automóvil a lo largo de su vida. Sin ir más lejos, la compañía ha mostrado otra pieza automovilística apodada Technic Chiron, por ejemplo, que presenta un motor de 16 cilindros que se mueve, junto con una transmisión de ocho velocidades, mientras que el Porsche 911 GT3 RS presenta un nuevo nivel de complejidad para sus fans.
Para celebrar el lanzamiento de este modelo, LEGO está ofreciendo a sus fans la oportunidad de ganar un viaje a la exhibición de 007 en Solden, Austria. Localizado a 3.000 metros por encima del nivel del mar.