El cronometraje del tiempo ha sido de siempre no solo una de las funciones más útiles, sino también una de las más apasionantes de un reloj mecánico. En particular cuando al hacerlo se pueden ver las numerosas palancas y muelles del cronógrafo. A. Lange & Söhne lleva ofreciendo ya desde 1999 modelos con función de cronómetro de serie, que como todos los demás relojes Lange, tienen un fondo de cristal de zafiro.
El 1815 Chronograph pertenece desde 2004 a la familia de relojes 1815. Materializa la conjunción ideal de diseño clásico y avanzada tecnología. Entre los elementos tradicionales de su configuración que recuerdan la era de los relojes de bolsillo de A. Lange & Söhne, encontramos la minutería de estilo ferrocarril y las esferas auxiliares dispuestas simétricamente; a la izquierda el pequeño segundero y, a la derecha, el totalizador de 30 minutos, que realzan al mismo tiempo la armónica apariencia visual del reloj.
El mecanismo del 1815 Chronograph, presentado por primera vez en 2010, está dotado de una reserva de marcha de 60 horas y de la espiral del volante de fabricación propia que oscila libremente. Una interacción exactamente ajustada con el gran volante excéntrico garantiza los mejores valores de marcha. Con su frecuencia de 18.000 semioscilaciones por hora (2,5 Hertz), permite cronometrar el tiempo con la precisión de un quinto rcar19_de segundo.
El calibre L951.5 trabaja también en la caja de oro blanco de 39,5 milímetros del nuevo 1815 Chronograph. Sobre el fondo de su esfera negro intenso de plata maciza, las agujas rodinizadas garantizan una excelente facilidad de consulta. La frecuencia cardíaca se determina mediante la escala pulsométrica situada en el anillo exterior de la esfera, dotada de una división de 40 a 200 pulsaciones. El tiempo se cronometra aquí para 30 pulsaciones y, a continuación, la frecuencia por minuto se puede consultar en la escala circular. Los marcados contrastes claroscuro del nuevo miembro de la familia de relojes 1815 se subrayan con una correa de piel de aligátor negra y una hebilla Lange maciza de oro blanco.
A través del fondo de cristal de zafiro se muestra el mecanismo del cronógrafo de meditado diseño y laborioso acabado. La construcción transparente permite entender visualmente los complejos procesos del mecanismo. Así se reconoce la rueda de transmisión destinada al control de las funciones del cronógrafo, la palanca del flyback y el caracol escalonado para el totalizador exacto de los minutos saltantes. Esta disposición permite a la vez una vista sin impedimentos del escape y órgano regulador. Entre las características típicas de Lange destaca el ajuste preciso del declive mantenido por un muelle en forma de cuello de cisne sobre el puente del volante grabado a mano. Su precio, 49.800 euros.