En pleno dominio de la electrificación y la conducción asistida, el Garagisti GP1 irrumpe como un manifiesto a favor de la mecánica pura. Este hipercoche prescinde de filtros electrónicos y apuesta por una experiencia de conducción 100% analógica, con una producción limitada a 25 ejemplares, todos fabricados bajo pedido.

En su corazón late un V12 atmosférico de 6,6 litros, desarrollado desde cero por Italtecnica Srl, que entrega alrededor de 800 CV a 9.000 rpm y más de 700 Nm de par. La potencia llega exclusivamente al eje trasero mediante una caja manual de seis marchas firmada por Xtrac, subrayando su carácter purista.
Diseño con guiños al pasado y tecnología de competición
El estilo exterior lleva la firma de Ángel Guerra, exdiseñador de Bugatti y Rimac, quien combina referencias icónicas como el Lancia Stratos Zero y el Lamborghini Countach con proporciones y aerodinámica modernas.


Bajo su silueta, un monocasco de fibra de carbono creado por DEXET Technologies asegura ligereza y rigidez, acompañado por un difusor trasero de dimensiones extremas que genera un potente efecto suelo.
Interior minimalista para una conexión total
En el habitáculo no hay pantallas gigantes ni menús complejos. En su lugar, mandos físicos y un diseño tipo “cabina gemela” pensado para maximizar la ergonomía y la conexión directa entre conductor y coche.

Con un peso en seco de solo 1.000 kg, el GP1 combina agilidad extrema con cierto confort de gran turismo: aislamiento acústico cuidado, espacio para equipaje y versatilidad para uso en carretera o circuito.
Exclusividad y precio
Su precio es de 2,45 millones de libras antes de impuestos, y los doce primeros compradores participarán en el programa Open Doors, que les permitirá seguir de cerca el proceso de desarrollo y fabricación.

En palabras de Mario Escudero, cofundador de Garagisti: “Si la edad de oro de los superdeportivos analógicos no hubiera terminado nunca, el GP1 sería su heredero natural”.