Gama 4×4 Ssangyong: Uno para cada situación.

Asistimos a la presentación de gama 4×4 de Ssangyong en Segovia, esto quiere decir que hemos probado la Rodius, el Corando, el Tívoli y por último el Rexton.

Gama 4×4 Ssangyong: Uno para cada situación.

La ruta comienza a las 11:15 de la mañana en un Hotel de Valdemarin, allí es donde nos citó la marca para coger el primer modelo. En este caso mi compañero de viaje y yo partimos en un Tívoli reluciente dirección Segovia, nos acompaña otro compañero en un Corando, a mitad de camino nos intercambiaremos coche con él para así poder probar ambos modelos a la ida.

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Una vez en la A6 comprobamos que el Tívoli es formidable, su comodidad se hizo notar desde el momento en el que subimos a él, pero en carretera, su dirección es bastante suave, la suspensión va muy fina, mientras no le pidas hacer en tiempo récord un tramo de rally claro, pero se nota que es un coche para disfrutar relajadamente del viaje. He dicho viaje, sí, porque además como sorpresa para un coche de carácter pequeño, tiene unos 400 Litros de maletero, con lo que es posible llevar dos o tres maletas. En cuanto al campo, el Tívoli es 4×4, y además, tiene bloqueo central, con lo que distribuye el 50% de la potencia al tren delantero y la restante al trasero. Por lo que pudimos ver, se desenvuelve muy bien en el barro, y hay que decir que no había visto un barro como ese en mi vida, que manera de resbalar, patinar y deslizar, pero eso yo, que acabé con los zapatos para tirar, el coche en sí traccionaba bien, había que ir con tiento y mucho pié izquierdo pero podemos decir en el ámbito Off-road el pequeño de la marca se portó como un campeón.

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Pasemos al Corando, para esto hay que remontarse a antes de la prueba de campo del Tívoli, justo antes de pasar los túneles de Navacerrada, donde cambiamos al chiquitín por su hermano mediano. El cambio es notorio, en cuanto a tamaño, peso y características, pero en ambos casos muy satisfactorio. El Corando es más potente, por lo que la circulación por las subidas de la A6 se hizo más suave. Nos relajamos y nos ponemos a hablar de nuestras cosas, y entonces llega el error, nos pasamos la salida del clásico rutómetro que teníamos, y ahí, sin saberlo, comenzó nuestra particular y pequeña aventura. Vagamos un poco sin sentido establecido hasta que creemos estar en ruta otra vez, y entonces, “tira millas” y comenzamos a avanzar acercándonos a las montañas totalmente nevadas de la sierra, El coche en todo momento se comporta a la perfección. Madre mía, ya vamos tardísimo y nos vamos a quedar sin rutas 4×4, hay que hacer algo inminente para llegar al destino, asique la solución vino sola, una patrulla forestal de la Junta de Castilla y León. Nos da indicaciones y nos ponemos a deshacer camino ya andado, al final llegamos. Qué bueno el Corando, la pena fue no poder perderme más tiempo con él, no poder meterme a faenar por la sierra Segoviana, pero estuvo bien la aventurilla. Después de esto viene cronológicamente la prueba 4×4 del Tívoli y más tarde la comida.

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Después de comer la gran mayoría de los asistentes emprendieron la vuelta a Madrid, pero un grupito de 3 nos quedamos más tiempo para poder realizar la prueba de 4×4 del Rexton. En teoría esta jornada iba a tener 3 pruebas diferentes, ordenadas por dificultad, pero la más difícil, debido a la situación meteorológica fue imposible hacerla durante la mañana. Para nuestra sorpresa, y dado que éramos solo 3, la organización se atrevió a realizarla. Así que comenzamos a rodar en dos vehículos, acompañados por un guía (por coche) experto en 4×4.

Nada más empezar noto que el terreno está muy peleón, ya que el barro arcilloso no es compatible con ruedas de carretera (que tienen los bordes redondeados y por ello pierden mucha tracción en zonas inclinadas) pero por ahora con llevar el 4×4 conectado nos basta, después de salvar un par de situaciones “peliagudas” en las que el coche resbalo lateralmente por unas colinas llegamos a una curva de izquierdas con pendiente lateral pronunciada, conecto la reductora (4L) y el bloqueo de diferencial, desconecto el control de tracción y me dispongo a coger algo de inercia, entro en la curva y parece que va bien, pero de repente, noto que el coche empieza a caer hacia la línea de árboles inferior, contravolanteo suavemente para intentar corregir el ángulo y mantengo el acelerador en su misma posición, intentando así no crear una pérdida de adherencia mayor, pero siempre hay un punto en el que es mejor no seguir, y la clave de no acabar con un coche volcado, o estrellado contra un árbol es darse cuenta enseguida de que ese punto “de no retorno” ha llegado. Así que decido abortar la maniobra y paro el coche, que se desliza igualmente a la cuneta muy lentamente. La posición en la que me he quedado es algo difícil, pues intente lo que intente sé que el coche va a deslizarse más y más, así que solo queda una opción, cruzarlo del todo y tirar para arriba buscando el terreno no pisado. Con mucha mano y pié izquierdo el Rexton queda en la posición deseada y consigue salir del paso.

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En mi mente solo ronda una cosa “BF-Goodrich All-Terrain”. Si hubiéramos tenido esos neumáticos montados en vez de los de asfalto, otro gallo cantaría. Como Todoterreno puro que es, tengo que decir que me ha encantado, supo salir de las situaciones muy bien y sobre todo, su comportamiento es inequívoco, un placer conducirlo. Yo que tengo mucha imaginación lo visualizo con unos neumáticos apropiados, un Snorquel, 5cm más de altura de suspensión, y bloqueos de diferencial delanteros y traseros, y veo una máquina de matar, una bestia del campo digna de toda gloria y situada entre los más duros como el Land Cruiser o el Montero. Pero la prueba del Rexton no acaba aquí, aunque nosotros lo pensábamos. Cuando emprendemos el retorno a Madrid nos empieza a nevar, y a nevar, y a nevar, ya nos pensábamos que dormíamos dentro del coche, pero no se meneó ni un centímetro, una pasada conducir el trayecto adelantando a otros coches “asustados” con la certeza de que vamos a llegar sanos y salvos. Solo me queda una cosa por decir. “Ssangyong, ¿dónde has estado toda mi vida?”.