Ford ha enriquecido la gama Mach-E con esta llamativa versión. Es 100% eléctrico pero además aporta también 487 CV, tracción total y espíritu de competición.
Prueba dinámica
Cuando condujimos el Mach-E (pronunciado en inglés Mac-i) por primera vez en 2021 nos sorprendió muy gratamente, y pensamos que era el segundo eléctrico divertido de conducir, tras el Porsche Taycan. Nos pareció rápido (351 CV) y reactivo, con un reducido subviraje y una forma de empujar en el eje trasero que te invitaba a estar listo para un ligero contravolante. Actualmente la gama está formada por cinco versiones: el básico (RWD, 268 CV batería normal, 49.200 euros), Premium (AWD, 329 CV, bat. normal, 52.830 euros), Premium (RWD, 294 CV, bat. grande, 67.820 euros), Premium (AWD, 370 CV, bat. grande, 72.230 euros) y GT (AWD, 487 CV y bat. grande, 81.420 euros).


La nueva versión Rally es una evolución basada en el GT, el más potente y caro. Emplea la misma mecánica, con un motor eléctrico en cada eje y casi 500 CV. El precio del nuevo Mustang Mach-E Rally es 84.350 euros, lo que supone unos 2.900 euros adicionales sobre el GT. El Rally que nos ocupa es un modelo con vocación de rareza y exclusividad, de esos que dentro de algunos años muy pocos sabrán reconocer. De hecho según Ford es una serie limitada, aunque no han dado una cifra concreta de unidades que se fabricarán.

Mejoras respecto a la generación anterior
Esta versión Rally se diferencia a primera vista por las llantas blancas de 19 pulgadas, el gran alerón trasero o las líneas de color negro mate que atraviesan su carrocería. Como el GT, el Rallye lleva amortiguadores Magna Ride, y como novedad se ha elevado la altura de la carrocería en 20 milímetros. Esto le permite rodar más fácilmente por terrenos como tierra o nieve, especialmente con los neumáticos adecuados. De hecho hay que tener en cuenta que, a la hora de distribuir el par entre las ruedas, la tracción total eléctrica es mucho más rápida y eficaz que la mecánica.


Sobre la batería
La batería de 98 kWh es fina y va colocada en el piso, así que el centro de gravedad va muy bajo, lo que favorece la estabilidad. Esta versión es realmente veloz: acelera de 0 a 100 en solo 3,6 segundos, más rápido que un Mustang cupé V8 de gasolina. Está claro que el Mach-e eléctrico no suena igual que el V8 del Mustang “de verdad”, pero siempre impresiona por su empuje contundente y continuo, sin saltos entre marcha y marcha, a diferencia de lo que ocurre con los modelos de combustión.

Dispone de tres modos de conducción, y en el más deportivo el sistema envía más potencia al eje trasero. También se ha reajustado la dirección, el chasis y los frenos para que tenga un tacto más directo. En el interior esta versión lleva asientos deportivos con el nombre de la versión bordado, y un volante con un acabado especial.

Respecto a la autonomía puede alcanzar los 510 km en carretera, y bastante más en ciudad. Otra ventaja es que en un punto de carga rápida puede cargar del 10 al 80 por ciento de la batería en poco más de media hora. Además, para circular tranquilamente por autopista cuenta con la tecnología Ford BlueCruise (opcional). Basta con apretar dos botones para que pueda rodar de forma autónoma a una velocidad constante, frenando si hay otro vehículo delante o girando en las curvas, sin que el conductor toque el volante. Gracias a esto es el único coche del mercado en el que es legal circular sin agarrar el volante. Habrá que ver la cara del Guardia de Tráfico…