Muchos de los que viajan por primera vez a Los Ángeles les sorprende la cantidad de homeless que hay por las calles, pero en la península de Monterey, a unos 500 km al norte, el dinero no es un problema. Huele a hierba recién cortada, a perfumes caros y a motores italianos calientes. El evento más conocido de la Monterey Car Week y el que logra mayor repercusión es el Pebble Beach Concours D’Elegance, que se celebra el domingo.

Se organiza desde 1950 en el campo de golf homónimo, que tiene dieciocho hoyos y está situado junto al mar. La edición de este año reunió 229 automóviles y 20.000 espectadores. El concurso es reconocido por celebrar el estilo atemporal, y al mismo tiempo rendir homenaje a vehículos de gran relevancia histórica. Cada año la organización elige unos temas principales sobre los que girará el evento. En esta última edición, la 74ª, lo más destacado fueron los 75 años de la Fórmula 1. Se expusieron más de treinta monoplazas, incluyendo el Ferrari 312 T2 (chasis 026) de Niki Lauda.

60 años del Shelby Cobra

También se celebraron los 60 años de uno los deportivos más imponentes de su época, el Shelby Cobra 427. El Shelby Cobra nació en 1962, combinando un chasis británico AC Ace con un motor Ford V8 de 260 pulgadas cúbicas, que posteriormente fue sustituido por el bloque de 289. La evolución definitiva fue el Shelby Cobra 427 (con un nuevo chasis, suspensión por muelles helicoidales y el potente motor de 427 c.i., 7 litros) presentado en 1965.
Dominó las competiciones de la SCCA y estableció un referente en prestaciones que perduró durante años. El “Cobra big block” alcanzó el estatus de icono desde el día de su presentación. Para conmemorar este aniversario, se expusieron varias unidades del Shelby Cobra con gran valor histórico. Se produjeron cuatro versiones del Cobra 427, que se exhibieron durante el evento: “Comp” (competición), S/C (semi-competición), Street (carretera) y Narrow Hip (carrocería estrecha), junto al primer y el último Cobra fabricados en serie.
El icónico Shelby Cobra
Sandra Button, presidenta del Concours, declaró: “Carroll tenía una conexión personal muy fuerte con Pebble Beach, así que es un honor poder presentar sus Cobras este año. El diseño, las prestaciones y las victorias históricas de estos icónicos coches de carreras destacan la legendaria alianza entre Carroll, Shelby American, AC Cars y Ford Motor Company”.
“El Shelby Cobra sigue siendo un icono del automóvil, incluso 60 años después de su lanzamiento”, señaló Aaron Shelby, nieto de Carroll Shelby y miembro del consejo de Carroll Shelby International. “Pocos coches han alcanzado la fama y la perdurabilidad del Shelby Cobra. No solo representa prestaciones, este deportivo representa el ingenio estadounidense. Sencillo pero eficaz, fue creado con coraje y determinación”. Espectacular también la muestra de los BMW Art Car que llegaron desde el museo de Múnich con el M1 “Warhol” como principal estandarte.

Best of Show: Hispano-Suiza H6C “Tulipwood” Torpedo

No obstante, el plato fuerte del evento siempre es el concurso de elegancia, en el que se elige el “Best of Show”. La tradición nos dice que lo que suele triunfar en este concurso son los coches europeos de los años 30, y el año pasado el premio fue para el Bugatti Type 59 de 1934. Este año el gran premio fue para el Hispano-Suiza H6C “Tulipwood” Torpedo de 1924.
Distinguido por su llamativa carrocería de madera artesanal y su carácter deportivo, el coche galardonado como Best of Show fue subastado en 2022 por 9,2 millones de dólares y sometido recientemente a una minuciosa restauración en RM Auto Restoration de casi dos años. “Este coche es, sencillamente, una obra maestra.
Cada ángulo, cada detalle… es lo más salvaje que podía verse en 1924 y estaba muy por delante de su tiempo”, declaró Gord Duff, presidente de RM Sotheby’s. “Para mí, es la Mona Lisa del mundo del automóvil. (…) El hecho de que nuestro equipo haya sido elegido para restaurar algo de tal importancia es un honor increíble”.
“Tulipwood” Torpedo
El regreso del “Tulipwood” Torpedo a Pebble Beach es el resultado de más de 12.000 horas de meticuloso trabajo artesanal realizado por RM Auto Restoration. Con una carrocería construida casi en su totalidad a partir de piezas de caoba remachadas, fue necesario repasar manualmente más de 10.000 remaches. Los guardabarros del coche, modificados en los años 50, se recrearon con sumo cuidado para replicar fielmente su diseño original de 1924.
En todo el vehículo, se investigaron, localizaron o fabricaron a medida infinidad de detalles pequeños pero significativos, lo que exigió un nivel de precisión y fidelidad histórica que pocas restauraciones requieren. El resultado es un regreso fiel a la forma original de uno de los automóviles más célebres del mundo.

Además, los propietarios del Hispano, Penny y Lee Anderson, recibieron como premio un Rolex Perpetual 1908 grabado especialmente, en reconocimiento a su meticulosa atención al detalle. En calidad de juez honorario participó Tom Kristensen, embajador de Rolex y nueve veces ganador de las 24 Horas de Le Mans. La leyenda de la resistencia declaró: “Pebble Beach es un escenario impresionante, y es un privilegio regresar y juzgar junto a tantos expertos con experiencia. En este rol, mi tarea es encontrar la definición de la elegancia. Para mí, es una combinación de autenticidad, diseño y prestigio. El Hispano-Suiza es un merecidísimo ganador”.
