Falta de incentivos, exceso de producción, parques automovilísticos obsoletos… son algunas de las consecuencias de la crisis económica que durante los últimos años azota sobre todo el continente europeo. Por esa razón, no es de extrañar que haya un exceso de producción y que coches nuevos no encuentren un comprador que se los lleve a casa.
Hasta ahí todo es comprensible. Eso sí, cuando vemos con nuestros propios ojos esta realidad nos damos cuenta de la gravedad del asunto. Estas fotos obtenidas la mayoría de Google Earth, aun siendo de pésima calidad, dejan ver la enorme cantidad de coches que descansan en los ya llamados “cementerios de coches nuevos” a la espera de ser desguazados o destruidos, pues difícilmente alguien los comprará.
Muchas marcas se han visto en la obligación de cerrar algunas de sus plantas de producción. Las que no han cerrado y se han visto con esta sobreproducción lo han hecho principalmente por evitar el despido masivo de sus empleados. La ubicación de estos estacionamientos es variada: Sheerness, Northamptonshire, Avonmouth, Swindon o Suderland en Reino Unido, el Puerto de Valencia en España, el puerto de Civitavecchia en Italia, en San Petersburgo (Rusia) o en el puerto de Baltimore, Maryland (Estados Unidos) podemos encontrar estos cementerios.