Tras seis horas de una carrera perfecta, en la medianoche del sábado al domingo se certificó la primera victoria de los Bentley Boys y sus compañeros en las Endurance Series.
Desde un primer momento se evidenció que el Continental GT3 tenía un gran potencial en Paul Ricard, y en un apretado qualifying los Bentley Boys lograron clasificarse en octavo lugar para la parrilla de salida.
El primer stint doble fue para Vincent Abril, quien realizó una gran actuación remontando con constancia varias posiciones desde la misma salida, hasta entregarle el coche a Soucek ya con los líderes de carrera al alcance de la mano.
El madrileño estuvo igualmente inspiradísimo en su stint de dos horas, y aproximándose a la mitad del mismo, con 2:40 horas transcurridas, se puso líder de la carrera. Bentley Team M-Sport estuvo perfecto en el set-up y las decisiones estratégicas y Andy Soucek, el piloto español del equipo, puso todo el talento de su parte para aumentar vuelta tras vuelta su liderato y entregarle el coche a su compañero Maxime Soulet con un margen cómodo.
Al belga le correspondió la responsabilidad de llevar la carrera a buen puerto, teniendo siempre en mente el infortunio de la última hora del año pasado. Sin embargo, este año la suerte no dio la espalda a los Bentley Boys, y Soulet mantuvo su ventaja de más de medio minuto durante las dos horas finales hasta cruzar victorioso la línea de meta.
Una victoria muy celebrada por Bentley y M-Sport ya que desde 2014 no se conquistaba lo más alto del podio en las Endurance Series. Además, con los puntos cosechados ayer, los pilotos del #8 se ponen en cabeza de la general del campeonato de resistencia, y cogen moral extra para el próximo reto, que no es otro que las 24 horas de Spa.