Puedes adquirirlo en un rojo dinamizante, en un verde claro y profundo o en un destellante blanco nieve, además de un amplio arco iris. Y rodar con una insonorización majestuosa por las calles de un soleado Montecarlo invernal. Imagínatelo. Es el nuevo Audi A1 2015 que conserva, mejorada, la identidad del modelo de acceso a la firma de los aros. Medio millón de unidades vendidas en cuatro años de un vehículo premium de tamaño pequeño es un éxito dentro de un segmento que antes tenía en exclusividad el Mini y en el que ahora también incursionan el Citroën DS3, el Fiat 500 y el Alfa Romeo Mito.
Audi lo festeja en el momento que corresponde con un facelift con componentes que ya había estrenado el S1, nueva parrilla, faros y pilotos, mejoras en las mecánicas, el consumo y mayor densidad de equipamiento de comunicaciones y entretenimiento. Los más sensibles al aspecto y a la capacidad de adherencia pueden elegir de un amplio abanico de llantas de aleación desde 15 y hasta 18 pulgadas.
Las novedades más interesantes del Audi A1 son los dos nuevos motores tricilíndricos, ambos con turbo: un 1.0 TFSI, disponible desde la primavera y un TDI 1.4, que reemplaza al conocido 1.6 con la misma potencia. Alimentados con gasolina, se pueden pedir dos TFSI 1.4 declinado con 125 y 150 CV, respectivamente, y con la posibilidad de desconectar dos cilindros en el más potente para ahorrar combustible en carretera. Por arriba tenemos un 1.8 TFSI ya conocido, con 185 CV.
Asimismo continuará la versión S1 con el motor 2.0 TFSI con 231 CV. En España, las ventas se concentrará en las motorizaciones diésel y la 1.4 TDI con 90 CV que resulta muy equilibrada, desde 19.180 euros para el tres puertas. Si las mecánicas se han potenciado, también se hizo lo mismo con la electrónica embarcada: el nuevo A1 dispone de la más reciente versión del control de dispositivos de infoentretenimiento MMI y se puede añadir un punto de acceso Wi-Fi para no perderse nada en Facebook o Twitter.
En movimiento el motor 1.0 resultó una muy agradable sorpresa al volante, unido a la caja de cambios S Tronic; dinámico, ágil, suave también y lo suficientemente enérgico para desplazamientos en ciudad y cortos tramos de carretera. Este motor se mostró, en general, más contundente a bajas revoluciones que su primo TDI 1.4 de 90 CV.
El comportamiento de la suspensión, ligeramente modificada, es la que se espera de un Audi: suave sobre todo y con un muy aceptable equilibrio entre confort, precisión y tiempos de reacción. Los más “quemados” pueden solicitar tarados de suspensión más duros en tres vertientes, una deportiva a secas; la opcional S line y otra con los amortiguadores con control electrónico, como en el VW Polo. Aún así, se mantiene el talante Audi de tarados que no llegan a ser realmente duros. Incluso es posible pedir el equipamiento S line con la combinación de muelles amortiguadores de serie. Los precios del Audi A1 oscilan entre los 19.180 euros y los 34.995 euros del S1 Quattro.