Soñar es gratis: así sería el «anti-BAC Mono» japonés, el Mazda FRX, un monoplaza de fibra de carbono y motor rotativo

Hace mucho que el Mazda RX-8 nos dejó, aquel atractivo reemplazo del RX-7, un deportivo con motor rotativo y tracción trasera que marcó a los fans de la marca pero que sucumbió a la nueva era. A pesar de esta pérdida Mazda mantuvo a su deportivo más puro y sencillo, el Mazda MX-5, que a día de hoy sigue cautivando más fans para la marca y manteniendo toda su esencia después de más de 25 años en el mercado. Muchos son los que han soñado con el regreso de un deportivo de la marca japonesa con motor rotativo, y puestos as soñar, por qué no esperar un regreso en forma de monoplaza extremo, algo como este Mazda FRX .

Soñar es gratis: así sería el «anti-BAC Mono» japonés, el Mazda FRX, un monoplaza de fibra de carbono y motor rotativo

Estamos ante una creación fruto de la mente del diseñador Stefano Airoldi, una especie de rival del BAC Mono, el superdeportivo inglés monoplaza, al que ha bautizado como Mazda FRX (Formula Rotary Experiment)  y que como podrás imaginar, no es más que una visión divertida y emocionante de como sería un juguete de track-day japonés. Así que guarda la cartilla del banco porque no lo verás producirse.

No solo el diseño en sí es fascinante, también la base y las partes que componen este radical deportivo monoplaza. Según su creador contaría con un chasis monocasco de fibra de carbono y como propulsor, un motor rotativo de de tres rotores que produciría 360 CV, situado en posición central, rugiendo justo detrás del asiento del piloto. Con todo esto tendríamos un bólido más pequeño aún que el Mazda MX-5 y por supuesto, mucho más rápido y ágil.

 

Sin duda su diseño llama la atención, con ese frontal afilado dotado de un enorme spoiler delantero que genere el apoyo aerodinámico necesario, esas toberas laterales para absorver el máximo aire posible hacia su motor rotativo. El Mazda FRX es un coche de Le Mans y un Fórmula 1 en miniatura.

Lástima que en Mazda no tiren la casa por la ventana y se animen a sacar un coche así, aunque sea solo para la competición. Mientras tanto, los amantes de la deportividad seguirán teniendo el MX-5 como valor seguro de disfrute al volante.