Cuando hablamos de aventuras por Marruecos es fácil pensar en preparaciones mecánicas espectaculares, competición, desierto, etc. Sin embargo la VW Golf Challenge ya hace años que viene demostrando que otro concepto totalmente distinto rcar19_es posible. Y es que en su reglamento ni dispone de clasificación entre los participantes, ni estos tienen unas exigencias ni restricciones importantes en cuanto a preparación.
Dejando de lado el cubre cárter para evitar roturas graves o el GPS obligatorio para seguir los tracks, el resto de material exigido por la organización en ocasiones puede parecer sorprendente. Junto con el material solidario (material escolar, ropa, juguetes) que tienen que traer todos los equipos, también es obligatorio traer pistolas de agua o un disfraz. Dicho esto es difícil describir el “ viaje de pirados” en el que se convierte esta aventura si no lo vives en persona.
Solidaridad ante todo
Por supuesto que pasarlo bien es uno de los principales objetivos a la hora de tomar parte en un evento de estas características. No obstante, el factor humano y solidario es a menudo aun más importante, y de hecho es el que cala de forma más profunda entre los challengers.
En algunas de las regiones por donde pasó la caravana Golf parece incluso que se haya detenido el tiempo. No se ven apenas coches, prácticamente no hay ni tiendas, ni gasolineras ni nada que recuerde al mundo moderno. En esas zonas, que en invierno quedan total y absolutamente incomunicadas, la gente nace vive y crece en un mismo marco. Es por ello que es allí donde más material entrega la caravana Golf a lo largo de kilómetros y kilómetros de pueblecitos y aldeas, sitios donde una manta un simple colchón para un niño puede ser recibido como algo extraordinario en tanto que lo es.
Es comprensible pues, que cada challenger que repite la aventura venga siempre más cargado de ayuda cuando vuelve los años posteriores que en su primera vez. Porque darse cuenta de que una pequeña acción puede tener un efecto real y positivo sobre vida de gente que lo necesita es algo difícil de describir.
Espíritu challenge
Otro de los pilares básicos de esta aventura sigue siendo, como siempre, el espíritu challenge; o lo que es lo mismo: un compañerismo absoluto entre participantes, que impide que te puedas quedar tirado a tu suerte. Esta actitud siempre es de agradecer cuando alguien pincha, o se rompe alguna bomba de gasolina etc. Sin embargo, aún se agradece más cuando hablamos de alguna avería seria. En esta edición, el premio a la rotura más grave fue a parar al equipo francés P’tiot Noche, el cuál rompió motor en la 4ª etapa, tras cruzar el Atlas.
Visto que arreglar esta avería era algo imposible, y tras encontrar un motor de ocasión a “tan solo” 200 kms de distancia, el equipo de asistencia de la organización remolcó al coche averiado toda esta distancia. Una vez allí, y entre varios participantes junto con la ayuda de algunos locales que quisieron hacer su agosto, se pusieron manos a la obra para sustituir el corazón del Golf. Todo fue coser y cantar, y a última hora de la noche volvía a reunirse la caravana al completo como si no hubiera pasado nada con, incluido el P’tiot Noche con su motor marroquí a pleno rendimiento.
Paisajes increíbles
Más allá de la aventura en sí, durante toda la semana los Golf se vieron inmersos en paisajes sencillamente indescriptibles; el valle de Anergi, la Catedral, o los bosques de Cedros de Azrou, enclaves únicos por su belleza que no dejaron a nadie indiferente.
Aunque como es comprensible, lo que esperaba todo el mundo era el ansiado desierto. Desierto que más allá de fotografiar, los participantes pudieron sentir, disfrutar y sufrir. En esta edición de la VW Golf Challenge los participantes tuvieron que atravesar dunas, y pasos de arena, de los que muy pocos consiguieron escapar sin quedarse enganchados. Aunque más allá de esto, lo que fue increíble es que algunos de los Golf –todos MK2- consiguieran acercarse a la Gran duna del Erg Chebbi, lo que equivale a varios pisos de altura. De foto era la atónita mirada de aventureros con sus 4×4 preparados que no daban crédito de ver como un Golf mk2 era capaz de subir tan arriba. Así es como, por un día, los Golf dejaron en ridículo a varios todo terrenos ultrapreparados.
Diversión
Para completar una experiencia total, la organización preparó como cada año eventos divertidos como el ya tradicional día de los disfraces en que todos los participantes tienen que hacer una etapa entera disfrazados. Uno de los mejores este año fue el Team Queroauto con su decoración integral VACA, con sus ocupantes Elías y Montse disfrazados de rumiante, el coche pintado en blanco y negro y una bocina que hacía “Muuuuuuuu”. Sensacional.
A esto hay que sumarle la presencia de Mariano, un peluche de Panda gigante que está presente en la aventura desde el año pasado. Sin embargo, en esta edición le han salido nuevos compañeros de peluche, dado que se está popularizando la costumbre de llevar peluches gigantes en los coches.
Por último, y tras la exigencia expresa de la organización, todos los equipos venían equipados con pistolas de agua que convirtieron el día a día en una fiesta continua, hecho que además ayudó mucho a romper el hielo entre todos los participantes de todas las nacionalidades, que de nuevo no fueron pocas. En esta ocasión se pudo contar gente venida de España, Francia, Holanda, Suiza, Inglaterra, Irlanda, Polonia, Croacia, y hasta Perú. Casi nada.
Fidelidad al cuadrado
El resultado de este cóctel tan particular que os cantamos, no es otro que la fidelidad absoluta por parte de los participantes a este evento tan único. La familia VWGC crece cada año, y lo mejor es que muchos de sus miembros acumulan a sus espaldas 2,3,4 y hasta 5 ediciones. De modo que se ha formado una comunidad extraordinaria que abraza cada año a los nuevos para hacer más grande y divertida esta loca familia de “jóvenes y no tan jóvenes que se van de colonias sin profesores” y que durante una semana se olvidan de toda su rutina para vivir una experiencia que, sencillamente, hay que vivir.
Mirando a la VW Golf Challenge 2018
Si leyendo estas líneas os entran ganas de tomar parte en la VW Golf Challenge necesitaréis saber que la próxima edición tendrá lugar del 7 al 15 de abril de 2018. Podéis encontrar toda la información en VwGolfChallenge.com o en su Facebook, pero os recomendamos que no perdáis el tiempo porque ya empieza a ver un gran número de inscritos, y las plazas son limitadas.
Texto de Mariano P.