Los motores Bóxer de Porsche


Bóxer 3.0 turbo (1974)

Aunque hubo un Oldsmobile con turbo años antes, se considera que el 911 fue el primer deportivo turboalimentado de serie. La nueva mecánica estaba inspirada en la experiencia de la marca en competición y se basaba en el motor del Carrera RS 3.0. Llevaba inyección K-Tronic de Bosch y con una presión máxima de soplado de 0,8 bares rendía 260 CV a no más 5.500 rpm, y un par de 343 Nm. Era muy potente para la época y el coche que más aceleraba (de 0 a 100 en 5,5 segundos). Pero lo que más llama hoy la atención es, tras pisar el acelerador, debías esperar “un rato” a que el turbo cargara para sentir el empujón. Con este motor el 911 Turbo (conocido como 930) era muy complicado de conducir, especialmente sobre mojado. Quedan pocos y se cotizan mucho, porque en 1977 salió el 3.3 Turbo.

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Bóxer 3.6 (1993)

Su trascendencia radica en que el tipo 993 fue el último 911 refrigerado por aire, que además está muy cotizado en la actualidad. El 993 se estrenó con la misma cilindrada que su antecesor, el 964, pero con numerosas mejoras y rendía 272 CV. La compresión era idéntica pero llevaba un cigüeñal con mayor rigidez torsional, bielas y pistones perfeccionados y más ligeros, así como un bloque de fundición de aluminio cuyas superficies de rodadura estaban cubiertas de níquel-silicio. La versión RS incorporó una evolución que alcanzaba los 3.8 litros. Además, el primer 911 biturbo fue el 993 Turbo, con 408 CV. Y el 911 más cotizado de los últimos 30 años es el 993 GT2, con motor 3.6 biturbo de 450 CV, un modelo muy escaso cuya cotización se acerca al millón de euros.

motor bóxer Porche


Bóxer 3.4 (1997)

El modelo 996 supuso la mayor revolución en la historia del 911, tanto por su diseño –y sus denostados faros tipo Boxster– como por ser el primero en montar un motor refrigerado por agua. Su motor 3.4 litros era claramente más corto (en 70 mm) y más plano (en 120 mm) que la mecánica anterior, y rendía 300 CV. No obstante, las características esenciales siguieron intactas: seis cilindros, cigüeñal de siete apoyos, lubricación por cárter seco, volante bimasa o una caja del cigüeñal dividida longitudinalmente. Se estrenó en el 911 Carrera y después en el 911 Carrera 4. También la versión Turbo cambió a la refrigeración por agua, aunque su motor era diferente, tipo “Mezger”. El más cotizado de aquella generación, el GT3, llevaba igualmente un motor 3.6 “Mezger” basado en el del GT1 y con 360 CV.

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Bóxer 3.0 biturbo (2015)

La cilindrada del nuevo motor ahora es de 3 litros –antes de 3.4 y 3.8 en Carrera y Carrera S– el bloque está hecho de una nueva aleación de aluminio, y también es nueva la culata. El inyector se ubica ahora en una posición central para mejorar la combustión. Dos bombas, una por cada banco de cilindros, hacen posible la inyección directa de la gasolina con una presión de hasta 250 bares. La admisión sigue usando el Variocam Plus. Es sorprendente que el nuevo cárter de aceite esté hecho de un material plástico (antes de aluminio). Lleva menos piezas y permite ahorrar 2 kilos de peso. La diferencia fundamental entre el motor del Carrera y del Carrera S es que llevan turbos distintos y que estos trabajan a diferentes presiones, 0,9 bares como máximo el Carrera y 2,1 el Carrera S.

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