JCW. TRES LETRAS que representan lo mejor de Mini, capaces de acelerar el pulso como si hubieras consumido gran parte la producción de tabasco de México. Desde 1961, estas siglas han estado presentes en el modelo estrella de Mini y complementan la marca a la perfección, como la mermelada a nuestra tostada en el desayuno. Pero hablar de deportividad en un SUV de 1,6 toneladas no parece tan fácil. ¿Puede un coche tan grande y pesado ser realmente un JCW?

Tras una larga convivencia con el Mini Countryman JCW hemos despejado muchas dudas. Desde 2012 existe una versión John Cooper Works del Countryman –de hecho, fue el primer Mini de cinco puertas en recibir este tratamiento completo– y que algo se haya hecho durante 12 años ya es un buen síntoma. Además, la evolución ha sido constante. Por ejemplo, ahora el nuevo John Cooper Works Countryman tiene un coeficiente de resistencia aerodinámica de solo 0,26 Cx, uno de los mejores registros de su categoría. Esto ayuda al motor, que genera 300 CV, a acelerar hasta los 100 km/h en solo 5,4 segundos. Los 400 Nm de par motor y la velocidad máxima de 250 km/h hacen que la experiencia de conducción sea estimulante. En general, me ha resultado muy fácil conectar con el Countryman JCW. En parte por su tamaño y diseño. Apto para transportar a toda la familia con su correspondiente equipaje, mantiene detalles típicos de su hermano más pequeño. También tiene cosas propias. Nos encantan las llantas JCW de 20 pulgadas, los elementos aerodinámicos con reflectores verticales en la parte delantera o los nuevos faros Mini Led con barras horizontales. El frontal también se caracteriza por la parrilla octogonal de nuevo diseño en negro de alto brillo y el logotipo JCW tricolor de nuevo diseño. Si lo miras de lado puedes comprobar con el Pilar C de nuevo diseño se une a la perfección con el techo de contaste en Rojo Chili. El techo se curva hacia la parte trasera, y le confiere una silueta ágil a pesar de su mayor altura y anchura. La cosa todavía mejora en el interior. Dominado por la enorme pantalla táctil redonda, deja claro que estás en un Mini. La posición de conducción ligeramente elevada es cómoda, y el head-up display es más legible que en cualquier otro Mini. Los materiales, con un acabado texturizado en el salpicadero, son elegantes. Y no te preocupes por conducir de madrugada o en el invierno: se aprecia igual de bien al final de la prueba que al principio. Otro apunte: por la noche, los colores proyectados sobre el salpicadero añaden un toque interesante. Además, ese tamaño extra permite mucho más espacio para los ocupantes. La parte trasera del vehículo es muy versátil y espaciosa. La longitud de la fila trasera de asientos se puede ajustar hasta 13 centímetros y, con el asiento trasero abatido, se pueden transportar fácilmente incluso objetos voluminosos en el maletero, cuya capacidad oscila entre 460 y 1.530 litros.

De experiencia en experiencia
El sistema de infoentretenimiento es fácil de manejar y los modos de conducción, llamados aquí “experiences”, tienen su propio botón físico, algo de agradecer. Uno de estos modos es Go-Kart, y es el que necesitamos cuando llegamos a carreteras secundarias llenas de curvas. Aquí es donde se pone a prueba la justificación del emblema JCW. Puedes sentir el ADN de Mini a pesar del tamaño y peso del coche: gira con mucha precisión y está dominado por el eje delantero, como todos los Mini desde el reinicio de BMW. La caja de cambios de doble embrague se encarga de encontrar el ritmo adecuado en todo momento y la rígida suspensión hace el resto para pegarnos al suelo. A pesar de su altura, mantiene bien la postura en curvas y resulta divertido. Incluso el sonido sintético del motor al cambiar de marcha nos parece de lo más acertado.

Pero no todo el tiempo es conducir por carreteras secundarias, también nos tocará hacer algún viaje de muchos kilómetros. Será entonces cuando podremos utilizar los 12 sensores ultrasónicos y cuatro cámaras de visión envolvente en total. Todos ellos apoyan los innovadores sistemas de asistencia al conductor y permiten una conducción parcialmente autónoma de Nivel 2 –están dentro del paquete opcional Driving Assistant Professional–. Y, por primera vez, los conductores del Countryman pueden soltar las manos del volante en tramos rectos por autopista a velocidades de hasta 60 km/h, siempre que sigan atentos para intervenir. En general, el Mini Countryman es grande y razonablemente práctico, con espacio suficiente para cualquier familia y esta versión añade un extra de picante. Nadie lo hubiese imaginado cuando nacieron estas siglas, pero un JCW, además de divertido, puede ser una herramienta aún más útil… un coche para los que no quieren renunciar a nada.