Un Bulldog siempre se ha considerado una mascota fiel y protectora. Ese tipo de perro «compacto» y tranquilo que nunca abandonaría a su dueño. No obstante, nunca hubiese pensado que un reloj llevaría algún día esa denominación.

Aunque, con la imaginación sin límite de Maximiliam Busser y su equipo, el factor sorpresa siempre está ahí (aquí verás otras de sus genialidades). Desde la marca aseguran que entre el ser humano y el reloj se establece una relación con tantos matices como entre el ser humano y el perro, una conexión que puede durar años, décadas incluso, y que marca la vida de las personas. Eso es lo que te pasará con el Horological Machine N.° 10, alias Bulldog.

Un Bulldog con cuerpo redondo
Un cuerpo redondo y compacto de titanio u oro rojo, con una generosa cantidad de cristal de zafiro. A modo de ojos, dos prominentes indicadores horarios de aluminio captan todas las miradas. En el cuello, dos protuberancias permiten dar cuerda y ajustar la hora. Las patas, robustas pero flexibles, se sujetan firmemente a la muñeca. Una mandíbula enorme. Y, sobre todo, un gran corazón que late a una frecuencia de 2,5 Hz (18.000 A/h).
Igual que el animal del que toma su nombre, la HM10 Bulldog es mucho más de lo que se ve a simple vista. Sus mandíbulas se abren y cierran en función de la carga del muelle real: la boca cerrada indica que Bulldog se ha quedado sin carga y necesita descansar.

Por el contrario, cuidado cuando distinga con claridad sus dos brillantes hileras de dientes: Bulldog tiene ganas de pelea y cuerda para rato (hasta 45 horas). El indicador de reserva de marcha está diseñado y ajustado para consumir lo menos posible, lo que permite a la HM10 Bulldog dirigir la fuerza del muelle real exclusivamente hacia el volante suspendido y las cúpulas giratorias de las horas y los minutos.
Un gran legado
Esas enormes mandíbulas son una versión ampliada del indicador de reserva de marcha empleado por vez primera en la LM1 Xia Hang (2014). Las delgadísimas cúpulas de aluminio tienen su origen en la HM3 Frog y se perfeccionaron en la HM6 (2014). Incluso la rejilla decorativa bajo el volante y en la punta del cuerpo recuerda a los modelos HM8, HMX y HM5, de inspiración automovilística. Al considerarlos en conjunto, el mensaje está claro: la HM10 Bulldog es una máquina con pedigrí.

Pese a sus grandes dimensiones –45 mm de ancho, 54 mm de largo y una altura máxima de 24 mm–, la HM10 Bulldog es sorprendentemente fácil de llevar. Sus «patas» con muelles permiten que el cuerpo se ajuste perfectamente a la muñeca. La correa de piel de becerro, resistente como una buena correa para perro, se cierra mediante hebilla desplegable o Velcro.

Disponible en titanio o en titanio y oro rojo, la HM10 Bulldog es una refinada obra de microingeniería mecánica. Incorporar todos los elementos imprescindibles para el funcionamiento del reloj y la indicación de la hora en un espacio tan limitado. Y sin renunciar a la calidad artística y los acabados impecables exige equilibrar los factores técnicos y los estéticos.
Cuidado con el dueño
Por último, como si de un perro fiero se tratase, la Horological Machine N.º 10 Bulldog lleva grabada una advertencia en el cuerpo: «forget the dog, beware of the owner». Lo que podríamos traducir como «olvide al perro, cuidado con el dueño».
MB&F ha lanzado dos versiones de Horological Machine N.° 10 Bulldog, una con cuerpo de titanio de grado 5 y ojos azules, y otra con cuerpo de oro rojo de 18 quilates y titanio y ojos negros.