El homenaje de Audi al coche con el que Walter Röhrl coronó Pikes Peak en los años ochenta es totalmente eléctrico, pero igual de impactante. El experto en drifting, Ken Block, será quien lo lleve a la cima esta vez.
Conocida como “la carrera de las nubes”, la subida a Pikes Peak es conocida, por muchos de nosotros, gracias a Walter Röhrl. El piloto llegó a la cima en 10 minutos y 48 segundos, mejorando en 20 segundos el anterior mejor registro. No lo hizo todo él, también le ayudó el S1 quattro –con 600 CV de potencia–, modelo al que ahora Audi quiere rendir homenaje. Como habrán imaginado, el nuevo prototipo es totalmente eléctrico, pero no por ello menos impactante.
La firma de los aros lo anunció en diciembre, pero su primera presentación en sociedad también tuvo lugar en Monterey. Ha sido desarrollado en exclusiva para el piloto estadounidense especialista en drift, Ken Block, quien no puede estar más satisfecho. “El S1 Hoonitron combina muchos de los valores por los que Audi ya era una marca reconocida en los años ochenta”, comenta. “Por ejemplo, la espectacular aerodinámica del coche se ha interpretado ahora de una forma totalmente actual. Es genial que los diseñadores de Audi se inspiren en el pasado de la marca para trasladar al presente, de forma única, las tecnologías y la apariencia del coche”.
Dos motores eléctricos, tracción a las cuatro ruedas, potencia a raudales –todavía por confirmar–, un chasis de fibra de carbono y todas las medidas de seguridad prescritas por el máximo organismo del automovilismo, la FIA: esta es la carta de presentación del S1 Hoonitron, con el que Ken Block ha grabado un vídeo que podremos ver en los próximos meses. “Audi me dio la oportunidad de probarlo durante unos días en Alemania. Estoy familiarizado con una gran variedad de coches con motor de combustión interna y distintos tipos de transmisión, pero aquí había muchas cosas nuevas por aprender. Hacer un trompo a una velocidad de 150 km/h saliendo directamente desde parado y utilizando únicamente el pie derecho es algo totalmente nuevo para mí. Nuestro trabajo se centró en que el coche y yo nos acostumbráramos el uno al otro”.