Ya hay algunos coches en el mercado que se pueden dirigir sin acoplamientos mecánicos, pero Bosch sube la apuesta con los frenos y el acelerador. ¡Bienvenidos al futuro!
Según Bosch, la próxima gran revolución será la adopción generalizada de tecnologías de control «by-wire«: sistemas de dirección, freno y aceleración sin conexión mecánica entre el volante o el pedal accionado por el conductor y la función que controla.
Vehículo definido por software
El gigante de la ingeniería se ha posicionado a la vanguardia de esta nueva ola de tecnología, trabajando con Qualcomm para desarrollar más tecnología para el «vehículo definido por software» del futuro. Según Bosch, en el futuro habrá más funciones controladas por menos chips.
El jefe de Bosch Mobility, el Dr. Markus Heyn, nos dice: «En 2030, el número de unidades de control en un coche podría reducirse a menos de 10. Esto significa menos espacio de instalación, menos cables. En resumen: menos costes y más flexibilidad». La reducción de los costes de construcción abaratará el precio de los coches, que cada vez son más avanzados tecnológicamente.
Bosch no es el primero en desarrollar la tecnología «by-wire». El acelerador por cable existe desde hace décadas y está muy extendido. Toyota y Lexus tienen un sistema de dirección por cable llamado One Motion Grip que llegará a Europa en 2025, y el Cybertruck de Tesla lo lleva de serie. Infiniti lo tenía en el Q50 hace años.
El sistema de frenado autónomo es el menos común de estos sistemas, y su implantación se ha visto obstaculizada por la preocupación que suscitan sus implicaciones para la seguridad. Cuando probamos alguna tecnología by-wire en desarrollo, ciertamente parece perfectamente segura. Probamos dos sistemas de frenado electrónico: uno con un pedal de freno convencional y otro con una pastilla de presión fija. Ambos pueden ajustarse al instante en función de la presión que se ejerce sobre el freno al pisar el pedal. La versión que utiliza una almohadilla de presión ofrece otras ventajas potenciales, como un mayor espacio para las baterías de los VE.
El sistema «Steer-by-wire» de Bosch también da buenas sensaciones. En un Golf GTI Clubsport, rodamos por un circuito estrecho marcado por conos. Tiene tres modos: normal, un lánguido modo «confort» que reduce la alerta, y una opción «sport» que hace que el GTI parezca tener un paso por curva mucho más agudo que cualquier Ferrari. Es impresionante.
¿Se fabricará en serie? En algún momento. Bosch está todavía en fase de desarrollo, pero los ingenieros prevén que esta tecnología se introducirá a finales de la década, cuando más fabricantes de automóviles diseñen la próxima generación de modelos.
Sin conexión
«By-wire» significa que no hay conexión mecánica entre los frenos o la cremallera de dirección y las ruedas. Bosch afirma que permite una mayor personalización, un mejor ensamblaje y menores costes.
Viento en popa
Probamos un sistema de dirección asistida que convierte al Golf GTI en un relajado compacto por autopista o en un kart de circuito. Es impresionante y permite calibrarlo sobre la marcha.
Bajo presión
Uno de los dos sistemas de frenado que probamos en un Jaguar i-Pace tiene una pastilla de presión fija en lugar de un pedal de freno móvil. Bizarro al principio, pero funciona de verdad.