Con un uno-dos de Red Bull, con triunfo de Max Verstappen comenzó el certamen 2024 de la F1 en Bahrein, en medio de un verdadero “golpe de estado” en el equipo campeón, que podría terminar con su aplastante dominio e influir en el mercado de pilotos, donde Carlos Sainz Jr y Fernando Alonso son protagonistas.

La escuadra británica con sede en Milton Keynes ganó 21 de 22 carreras en 2023 y, a través de la victoria de Max Verstappen y el segundo puesto del mexicano Sergio Pérez a comienzo de este mes en Bahrein, siguió barriendo cualquier esperanza de los restantes equipos por alcanzarle. Lo hizo a pesar de un virtual “golpe de Estado” interno que está en marcha tras un proceso de investigación por supuesta conducta “impropia” a su “team principal”, Christian Horner. El larvado conflicto entre Horner, el asesor de pilotos que reporta a la empresa madre, Red Bull Holdings, Helmut Marko y los dos Verstappen, Max y su padre Jos, estalló como una bomba cuando la investigación de un abogado independiente “absolvió” al jefe del equipo de cualquier irregularidad. El mismo día de la carrera en Sakhir, Jos Verstappen declaraba: “Hay mucha tensión aquí. El equipo corre el riesgo de desmembrarse. No se puede seguir así. Estallará. Él (por Horner) juega de víctima cuando es él quien causa los problemas”. Ante los periodistas, su hijo Max, al que el equipo trata como a un príncipe, tiraba balones fuera. Ahora, todo el frente interno del equipo campeón tiembla.

El futuro de Carlos Sainz Jr

La segunda mejor escuadra  en este comienzo de temporada fue Ferrari, especialmente por la firmeza y buen hacer de Carlos Sainz Jr. Con agresividad y decisión Carlos superó a su compañero Charles Leclerc dos veces y al mejor Mercedes, el de George Russell, para ocupar el tercer escalón del podio en Bahrein. La suya fue una declaración silenciosa de rebeldía para iniciar su última temporada en Ferrari y revalorizarse en el mercado de pilotos. No obstante, nada menos que 14 pilotos de 20 terminan contrato en 2024 y fue el británico Lewis Hamilton quien, a mediados de enero, anunció que desde 2025 correrá para del equipo Ferrari. Con toda una temporada de anticipo, Lewis derribó las fichas de dominó de un mercado de pilotos que parecía demasiado quieto. Para recibir al inglés, Fred Vasseur, jefe de la Scuderia, decidió no renovar el contrato de Carlos Sainz Jr, que acaba a finales de la actual temporada. El francés eligió priorizar la velocidad de Charles Leclerc sobre la solidez y fiabilidad de Sainz al volante. El monegasco, que ahora se enfrentará a un siempre agresivo Lewis, superó a Sainz 30 a 14 en los  entrenamientos oficiales de 2022 y 2023. El español, inversión segura para cualquier equipo, superó en los puntos, sin embargo, a su compañero Charles Leclerc en 2022 y estuvo a punto de hacerlo en 2023.

Agente libre en el mercado, se vincula a Carlos con el equipo Audi, que competiría oficialmente  a partir de 2026. La marca alemana ya ha adquirido parte del equipo ahora denominado Kick Sauber, que continúa con los motores Ferrari. Sin embargo, hace unos días, la firma de los aros emitió un comunicado afirmando que sigue decidida a competir oficialmente en la F1 tras el reemplazo de su anterior ejecutivo máximo, Markus Duesmann quien había concretado la adquisición del equipo Sauber. Los rumores indicaban que el nuevo CEO, Gernot Döllne, no ve con agrado ese proyecto.

Candidatos para Mercedes

La plaza que ha dejado libre Hamilton en Mercedes resulta codiciada. A Toto Wolff, jefe del equipo se le calentará la oreja. Podrán consultarle y quizás ya lo han hecho, Sainz, Fernando Alonso, Sergio Pérez (Red Bull no le renovaría): Esteban Ocon, Nico Hülkenberg y Daniel Ricciardo, actualmente en el equipo satélite de Red Bull, “RB”. Ricciardo tiene la esperanza de volver al equipo “madre” para ocupar la plaza que dejaría libre Sergio Pérez. A Mercedes le vendría muy bien un piloto como Alonso, que quedaría libre de Aston Martin a finales de este año. Mientras tanto, Toto Wolff, el jefe de Mercedes, decidió esperar antes de designar al sucesor de Lewis. Sobre todo, después de la situación interna en Red Bull. Podría haber novedades desde el clan Verstappen.

Por su parte, el mexicano Sergio Pérez solo tiene contrato hasta fin de año en Red Bull. Sergio consiguió el 50% de los puntos logrados por Verstappen en 2023, pudiendo hacerlo mejor. Si lo expulsan del equipo conseguirá plaza porque con él llegará al equipo que lo cobije un maletín repleto de dólares de las empresas del multimillonario Carlos Slim.

Ganar con el fracaso de otros

La corporación Red Bull  “absolvió” a Horner antes de la primera carrera y Verstappen continuó con su costumbre habitual: ganar. En la carrera de la península arábiga lo hizo por séptima cita consecutiva y difícilmente alguien podrá discutirle una cuarta corona. Lo más notable del Red Bull RB20, diseñado por el ingeniero Adrian Newey es que se presentó con una solución aerodinámica de los pontones laterales muy parecida a la que fracasó estrepitosamente en Mercedes en 2023. Estos pontones, que albergan radiadores, electrónica y estructura de protección se diseñaron con dimensiones muy recortadas, entradas de aire mínimas y, en la zona baja un falso “túnel” para la circulación del aire lateral. Allí donde tropezaron los diseñadores de Mercedes, triunfó, una vez más, Adrian Newey. Y lo hace para seguir barriendo cualquier esperanza de sus rivales.

GOLPE DE ESTADO… ¿político o social?

Juega de víctima pero es él el que crea los problemas”. Jos Verstappen, padre de Max, que le dio tres campeonatos a Red Bull, lanzó su carga de profundidad al corazón del equipo austro-británico el domingo 3 de marzo.

Liberado Horner por la misma empresa de las acusaciones de “conducta impropia” o acoso debería prohibir la entrada a las instalaciones del equipo en los circuitos a Verstappen padre. ¿Y si alguien, por ejemplo Helmut Marko que reporta directamente a Red Bull GmbH con sede en Austria apoya a los holandeses y lo desautorizan qué le queda por hacer?

No por casualidad un periódico holandés, De Telegraaf, daba la noticia de la acusación contra Horner por parte de una empleada que no se ha identificado.

Pocos dudan que eran los Verstappen los filtradores. ¿Motivación? Horner es el único que pone un dique a las exigencias de Max y su padre. Jos considera que la fabricación del motor propio que llevará el nombre de Ford acabará con el dominio de la escuadra desde 2026. Max tiene contrato hasta finales de 2028 y una cláusula que le deja libre si Horner saliese del equipo. Esa cláusula la tiene también –se asegura– Adrian Newey, responsable del diseño de los coches y algunos de sus colegas en la oficina técnica. Sin Newey, Red Bull pasaría a ser un equipo más del montón.

Si Horner se va, Verstappen podría, por ejemplo, pasar, en 2025, al equipo Mercedes. De ahí que Wolff diga que se tomará su tiempo para reemplazar a Hamilton y pida en voz alta que la FIA y los equipos rivales censuren a Horner.

Antes de la resolución a favor del jefe de equipo, Ford, el socio para los motores desde 2026, pedía de manera muy firme transparencia, reafirmando que Ford no podía negociar con sus “valores”.

No recuerdan los actuales ejecutivos de la empresa que ellos mismos definen como “familiar”, la relación extra marital que a comienzo de los años sesenta Henry Ford II tuvo durante un tiempo  con la aristócrata italiana María Cristina Vettore, cuando aún estaba casado con Anne McDonnell.

El 27 de febrero, 4 días antes del G.P. de Bahrein, Red Bull quería dar por terminado el asunto. Sin embargo, dos días después, un “reportero” desconocido enviaba a una lista de autoridades y periodistas 79 transcripciones de WhatsApp con algunas imágenes que pretendían ser las “pruebas” con las que se intentó incriminar a Horner. Eran chats de whatsapp con textos ambiguos y algunas fotos del rostro de Horner. Nada más allá de un flirteo y, en todo caso, una “traición” intelectual de Christian a su esposa, la ex “Spice Girl”, Geri Halliwell. Si la conducta hubiese sido tan “impropia” es raro que la empleada no lo haya acusado ante la justicia.. ¿Cuál será el próximo paso?

El escenario donde se desarrolla este verdadero golpe de Estado sobre ruedas es el siguiente. Hay disidencias entre la familia tailandesa que controla el 51% del grupo Red Bull, representada por Chalerm Yoovidhya y Mark Dietrich Masteschitz que controla el 49% restante. El brazo tailandés es el que apoya a Horner. Actualmente, la suerte empresarial del equipo de Fórmula 1 depende en gran parte del ejecutivo del área de deportes y desarrollo, Oliver Mintzlaff.

Mintzlaff deberá ser juez en esta lucha interna y se estará preguntando ¿son los Verstappen los “dueños” del equipo? Horner ha sido leal y les ha dado 13 campeonatos entre los de pilotos y constructores. ¿Es suficiente su supuesto “flirteo” por whatsapp para prescindir de él?

El consejero especial Helmut Marko juega un papel crítico. Este ex piloto de Fórmula 1 gozaba de la confianza de Dietrich Mateschitz, uno de los fundadores de Red Bull y el año pasado chocó varias veces con Horner. No está claro de qué lado se decantará, aunque hasta antes de Bahrein parecía volcarse del lado de los Verstappen. Pero él había sido siempre fiel a los intereses del clan Mateschitz. ¿Quizás aspira a dirigir él un equipo que cuenta con 1.400 trabajadores?

¿Qué va a pasar? Ganará Marko. Y peor aún para Horner, su vida matrimonial y una parte sustancial de su fortuna calculada en 55 millones de euros depende de la interpretación que Geri Halliwell haga de todo este episodio y le cante la canción del adiós.