Suzuki Swift: ágil, eficiente, sorprendente

 El Suzuki Swift nos ha sorprendido: es mucho más amplio por dentro de lo que parece y ha cumplido con creces. En la parte trasera hay espacio suficiente, el maletero nos ha permitido meter sin problema cuatro maletas de cabina y, además, los asientos son realmente cómodos.

Equipo compensador

Algunos plásticos del interior son duros y baratos, pero la versión de serie compensa bastante, sobre todo, porque teníamos la versión Ultra, la más equipada de las dos disponibles, que cuesta 21.200 euros. Incluye llantas de 16 pulgadas, climatizador automático y retrovisores eléctricos abatibles. Pero incluso el acabado Motion, que parte desde 20.000 euros, ya incorpora una pantalla multimedia de 9 pulgadas, Apple CarPlay, Android Auto y varios asistentes a la conducción.

El sistema de infoentretenimiento no es intuitivo, pero los elementos básicos están bien conseguidos. La temperatura y la intensidad del ventilador se pueden ajustar sin quitar la vista de la carretera, mediante controles mecánicos, no con gestos o toques en la pantalla.

Suzuki Swift

Eficiencia sobresaliente

Suzuki Swift

En consumo, el Swift es excepcionalmente eficiente. La versión manual con tracción delantera es muy buena opción (también hay opciones automáticas CVT y con tracción total), pero en cualquiera de las variantes el motor es el mismo: un 1.2 mild-hybrid tricilíndrico de 82 CV. No parece gran cosa sobre el papel, pero empuja con alegría en primera y segunda. Eso sí, al soltar el acelerador, hay cierta brusquedad en la transición.

 En carreteras secundarias, el Swift mostraba consumos en torno a 5,0 l/100 km incluso con conducción deportiva. Los 4,4 l/100 km oficiales resultan fácilmente alcanzables con un manejo eficiente.

Ágil pero subvirador

A nivel dinámico, el Swift tiene sus pros y sus contras, dirección rápida y con buen peso, el cambio de marchas ha sido mejorado respecto a la generación anterior. Pesa menos de 1.000 kg, lo que lo hace ágil y divertido en tramos revirados. Su comportamiento es neutro, tirando a subvirador, y el pedal de freno resulta excesivamente blando, lo que resta confianza.

El punto más criticable fue la suspensión, incapaz de aislar adecuadamente baches y juntas de dilatación. Tanto en ciudad como en autopista, el vehículo transmitía impactos secos de forma constante, incluso con una reducción del 10% en la presión de los neumáticos.

Suzuki Swift