Un mal azota el mercado de la segunda mano en nuestro país. Vehículos deportivos asequibles en su día, o que lo fueron al entrar al mercado de ocasión, fueron carne de cañón de los denominados «canis». Y si no prueben a encontrar un compacto deportivo de los 90-2.000 de serie o sin ir «apretado». No se ofendan, no nos metemos con las tribus urbanas, siempre y cuando no cojan un apetecible Seat Ibiza Cupra y le pongan luces de xenón, lunas tintadas, faldones laterales, le pinten el emblema de rojo, el coche en amarillo pollo, y una salida de escape del tamaño de un barril de cerveza. En ese caso, les deseamos lo mejor en los controles de la Guardia Civil e ITV. Nos encanta los coches cañeros, de precio razonable y potencia suficiente para no desear ponerle un kit de admisión directa ni lamentarnos por las frecuentes visitas a la gasolinera.
Es decir, un buen compacto deportivo como dios manda. Durante años la época del tunning ha hecho mucho daño a este segmento, que sin embargo, tras las duras leyes de homologación ahora resurge con modelos de serie tan bien alicatados y preparados que el único extra que necesitarían sería un ambientador. O ni eso, que es peso extra. Uno que ha aterrizado en el duro campo de batalla de los compactos «GTI» es el Peugeot 308 GTi. Los franceses han vuelto a recuperar la cordura, o quizás perderla de nuevo para volver a hacer compactos radicales. O si no fijaros en ese difusor trasero negro y la doble salida. El hombre de la gasolinera nos preguntaba si de verdad eso venía de serie.
Del 308 GTi hay dos variantes, una con 250 y otra con 270 CV. Para evitar tentaciones de «repros» y ese tipo de cosas vayan a por el de 270 CV. Nosotros lo hemos hecho. La diferencia de precio son 2.000 euros y el ahorro de una visita al taller clandestino de Dimitri. Con el podremos hacer el 0 a 100 km/h en 6 segundos. 0,4 más rápido que el Golf GTI Performance y 0,3 más lento que el Seat León Cupra. Más barato que los dos, 32.500 euros. Si nos guiamos por la estética, el 308 tiene un culo gordo de los que te hace esbozar un sonrisa. Casi preferirás ir en otro coche detrás. Hasta que te pones al volante, más pequeño de lo normal, y siente el diferencial Torsen actuando en cada momento que tiras el coche con todo tu ímpetu.
Si os acordáis, fue nuestro coche en la 6to6 de Valencia y pudo seguir a un Nissan GTR de casi 700 CV por las carreteras de curvas. Los frenos son contundentes y te permitirán apurar un poco más que otros en las entradas a curvas, donde la dirección se muestra muy reactiva. El sonido que emana de la doble salida de escape se acentúa si pulsamos el botón Sport junto al cambio de 6 marchas manual. No es todo lo corto que debería ser el recorrido, pero se agradece que hayan optado por un manual en Peugeot. Cada clonk, clak acompañado de la subida de vueltas te envuelve y te grita: ¡así se hace chaval!
No conviene confiarse, estamos ante un tracción delantera, por lo que dosificar los 270 CV y 330 Nm bajo el pedal es clave para no perder tracción y agarre en la salida de la curva. Por el retrovisor vemos ese nervio redondeado que conecta el piloto trasero con la aleta delantera. Sublime recurso estético. Las llantas, son el toque perfecto, con esos radios que parecen no unirse por ningún lado. ¿Quién quiere unas OZ teniendo tan atractivas ruedas? Su interior tampoco necesita unos Recaro, aunque si vas a usarlo para tandas los cómodos asientos de Peugeot Sport quizás te parezcan insuficientes. Para un uso ajeno a los circuitos son canela en rama.
Ahora echamos un vistazo al pequeño campeón de la marca española, por su apellido puede parecer muy fiestero, pero una cosa está clara, está dedicado a las prestaciones y se toma muy en serio su trabajo. Nos dijo un tal Alejando Mesonero-Romanos que la siguiente generación del Ibiza nos dejará maravillados. No hace falta esperar tanto, mientras este Seat Ibiza Cupra ya cumple con las exigencias de su futuro dueño. Una estética agresiva, un incremento de potencia y un precio comedido, 21.400 euros. Podríamos haber juntado al León, pero ante la llegada del modelo de 290 CV preferimos esperar y bajar un peldaño en tamaño y precio para conocer mejor al pequeño gran deportivo español. Se acabaron los amarillo pollo y los faldones laterales hasta el ras del suelo, este Ibiza deslumbra por sí solo.
Esta versión Cupra es la más potente de este famoso compacto que rivaliza con los VW Polo, aunque ya no son rivales al 100%, sino mas bien compañeros de equipo. Esto se debe a que el motor 1.4 TSI de 180CV ya no está bajo el capó, ahora encontramos un precioso 1.8 TSI de 192CV que ha sido cogido prestado con permiso del icónico Polo GTi. Gracias a este nuevo motor, el Seat Ibiza Cupra es 0,3 segundos más rápido en el 0 a 100Km/h y se sitúa en los 6,7 segundos, casi casi cifras de purasangre. En cuanto a su velocidad punta es de 235Km/h y ya que tiene un motor más potente, obtiene un mayor Par, que ahora es de 320Nm y permite una mejor respuesta del motor en todo momento.
En cuanto a diseño, se nota que es un poco más angular y afilado que el anterior, pero sin grandes cambios estéticos respecto al anterior, se puede decir que los cambios sustanciales están en las prestaciones. Prestaciones. Esta es la palabra que más viene a la mente mientras se conduce. “Que velocidad”, “que potencia”, “que agilidad”, en fin, cuando estás al volante de esta máquina con sangre alemana y corazón español te sientes el amo del asfalto, sientes que solo algún coche de esos que no suelen verse por nuestras carreteras puede pararte, además es bastante discreto, solo aquellos que saben del tema sabrán que eso de “cupra” es sinónimo de deportividad. El resto podrá ver un Ibiza más, y ten por seguro (aunque me duela mucho decir esto) que muchos BMW, Mercedes y Audi sufrirán y sudarán si se pican contigo, porque la máquina que llevas es una bestia ligera pero muy contundente, un reloj muy afinado que hará lo que tenga que hacer, cuando lo tenga que hacer para incrementar tu disfrute. El paso por curva del Seat Ibiza Cupra es increíble, que más voy a decir, un coche así de ligero, con suspensión Sport y una longitud corta, pues se mueve por el asfalto a la perfección.
Con la llegada de estos dos compactos deportivos de categorías distintas la cruzada contra los poligoneros y sus modificaciones da su comienzo. Que gane el mejor.
Fotografía: David Photocars