El Seat Ibiza vuelve a mirarnos con los mismos ojos traviesos de siempre, aunque ahora son Full Led… Renovado, sí, pero sin perder esa chispa de rebeldía que lo convirtió en un icono desde su lanzamiento en 1984.

Cuatro décadas después, el modelo más popular de Seat –con más de seis millones de unidades vendidas– reaparece rejuvenecido, con un diseño más expresivo, un interior de calidad inédita y un equipamiento tecnológico que lo sitúa a la altura de los tiempos sin renunciar a su esencia mediterránea.

Diseñado, desarrollado y fabricado en Martorell, el nuevo Ibiza 2026 no es un coche cualquiera: es el emblema del espíritu de Seat. La marca lo define como un modelo “más joven, más conectado y más emocional que nunca”. Y es que este coche no solo representa a una generación, sino a varias. Fue el primer coche de muchos españoles, el primer viaje sin mapas de otros tantos, y el primer símbolo de independencia para miles de conductores.



Renovación exterior del Ibiza 2026
Su rediseño exterior respira frescura. El frontal adopta una parrilla hexagonal más marcada, los mencionados faros Full Led de serie y un paragolpes que enfatiza su carácter deportivo.
El perfil mantiene esa línea dinámica que parece empujar al coche hacia adelante incluso cuando está parado, mientras la zaga gana fuerza gracias a un difusor rediseñado y a la inscripción del modelo en aluminio oscuro, un guiño al refinamiento técnico. Las nuevas llantas –de 15 a 18 pulgadas, con cuatro diseños inéditos– y los colores Liminal, Oniric e Hypnotic aportan un aire juvenil y audaz.
Los cambios también afectan al habitáculo

El interior, por su parte, da un salto cualitativo evidente. Materiales suaves al tacto, tejidos estampados en relieve y una atmósfera más envolvente lo transforman en un espacio donde apetece quedarse.
El volante de cuero perforado, los asientos deportivos tipo Bucket del acabado FR y el techo interior en negro invitan a una conducción más emocional. Incluso la iluminación ambiental, con tonos menta o metalizados según versión, juega su papel. La conectividad es otro de los pilares de este nuevo Ibiza.
La pantalla flotante de 8,25 pulgadas –o 9,2 en las versiones superiores– da acceso a Android Auto y Apple CarPlay inalámbricos, mientras el sistema Seat Sound de alta fidelidad con seis altavoces y subwoofer ofrece una experiencia acústica de primera. La carga inalámbrica refrigerada de 15 W mantiene el móvil siempre listo, y el Digital Cockpit de 10,25 pulgadas convierte la información en una pieza de diseño.

Pero más allá de las pantallas, lo que distingue al Ibiza es cómo se siente al conducirlo. Su gama de motores –todos de gasolina– equilibra eficiencia y placer. Desde el sencillo 1.0 MPI de 80 CV hasta el vivo 1.0 TSI de 115 CV, pasando por el brillante 1.5 TSI de 150 CV con cambio DSG y desconexión de cilindros, el abanico cubre tanto al conductor tranquilo como al que aún disfruta de un buen puerto de montaña.
El chasis combina una suspensión McPherson delante y barra de torsión detrás, ajustados con precisión para mantener esa agilidad que siempre ha definido al Ibiza. Y con los modos de conducción Eco, Normal, Sport e Individual, cada usuario puede elegir el temperamento que más le apetezca.
Seguridad de primer nivel

El apartado de seguridad está al nivel de coches de mayor nivel. Incorpora control de crucero adaptativo, asistente de viaje con conducción semiautónoma de nivel 2, detector de fatiga, asistente de carril, luces automáticas y control de ángulo muerto. Todo ello sin entorpecer la experiencia de conducir, sino reforzando esa sensación de confianza que un coche urbano debe transmitir.
Lo interesante del nuevo Ibiza no es solo lo que ofrece, sino lo que representa. En una época donde los compactos parecen perder protagonismo frente a los SUV, Seat defiende su legado con un coche honesto, accesible y emocionalmente auténtico. Es la prueba de que aún hay lugar para los automóviles con alma, esos que convierten cada desplazamiento en un pequeño momento de libertad.

La vida empieza a los cuarenta
La historia del Ibiza merece recordarse. Nació en 1984, fruto de una colaboración singular entre Giugiaro, Karmann y Porsche. Aquella primera generación, con motores de hasta 85 CV, sentó las bases de una identidad propia. En los noventa, el Ibiza Mk2 fue el primer modelo fabricado en la planta de Martorell, símbolo de modernidad para una España que avanzaba hacia Europa.
La tercera generación, bajo el diseño de Walter de Silva, trajo la deportividad del acabado FR y la emoción de las versiones Cupra, con motores turbo que marcaron una época. Luego llegó el Mk4, obra de Luc Donckerwolke, que introdujo el lenguaje Arrow Design y consolidó su fama internacional. Y, ya con el Mk5, el Ibiza abrazó la plataforma MQB-A0 del Grupo Volkswagen y un diseño más maduro, obra de Alejandro Mesonero-Romanos, sin renunciar a su carácter vibrante.

Hoy, con esta nueva evolución, el Ibiza cierra el círculo: más tecnológico, más refinado, pero fiel a sí mismo. Su producción sigue en Barcelona, símbolo de una industria que se resiste a perder sus raíces. Markus Haupt, CEO de Seat, lo resume así: “El Ibiza ha sido parte esencial del camino de éxito de Seat, un modelo capaz de satisfacer con orgullo a los clientes que aprecian su estilo característico y su dinamismo”.

Quizá ahí radica su magia: en ser un coche que no olvida de dónde viene. Un coche que, aun digitalizado, mantiene ese pulso analógico que invita a conducir. El nuevo Ibiza 2026 es más que un utilitario actualizado; es un fragmento de la memoria colectiva del automóvil español, rejuvenecido para seguir escribiendo historias.
Y mientras muchos se preguntan si el futuro dejará espacio para coches así, el Ibiza responde con una sonrisa: seguirá en la carretera, con los faros encendidos y la promesa intacta de hacernos sentir jóvenes cada vez que giramos la llave o pulsamos el botón de arranque.
Nuevo CEO, Markus Haupt

El Consejo de Administración de Seat y Cupra, presidido por Thomas Schäfer, miembro del Comité Ejecutivo de Volkswagen AG, el grupo de marcas Core, y CEO de la marca Volkswagen, ha nombrado a Markus Haupt como nuevo Chief Executive Officer de Seat y Cupra con efecto inmediato –Haupt había ocupado el cargo de CEO interino desde el 1 de abril–. “Markus aporta más de dos décadas de experiencia en múltiples marcas y países dentro del Grupo”, declaraba Thomas Schäfer.
“Su profundo conocimiento en producción, logística y planificación estratégica lo convierte en el líder ideal para impulsar la estrategia de electrificación de la compañía y el crecimiento continuo de Cupra. Tras liderar con éxito la transformación de las instalaciones de SEAT y CUPRA en preparación para el lanzamiento de la familia de coches eléctricos urbanos, está perfectamente preparado para definir el futuro de ambas marcas”.

Desde que se incorporó como vicepresidente ejecutivo de Producción y Logística en 2022, Haupt ha liderado una profunda transformación que incluye una inversión de 3.000 millones de euros para electrificar la planta de Martorell.
Guiada por su visión y experiencia, la compañía ha liderado el innovador proyecto de la familia de coches eléctricos urbanos en el grupo de marcas Core, que está formado por cuatro modelos de tres marcas distintas que se producirán en dos fábricas.
Esta iniciativa tiene como objetivo democratizar la electromovilidad, con el esperado Cupra Raval, el primer modelo que saldrá de la línea de producción y que se presentará a nivel mundial en marzo de 2026. “Estamos viviendo el comienzo de un nuevo y emocionante capítulo para Seat S.A.
Como una compañía con dos marcas complementarias, estamos más preparados que nunca para liderar el futuro de la movilidad, continuando con la inspiración a través de la innovación y la pasión que siempre nos ha definido,” ha declarado Haupt.








