Millonario paga 550.000 euros por un McLaren que 14 años después no ha estrenado

Hay coches que nacen para devorar el asfalto, y otros que quedan atrapados en un sueño eterno, como joyas encerradas en una caja fuerte. Este es el caso de un exclusivo McLaren SLR 722 S Roadster, adquirido por la astronómica cifra de 550.000 euros, que después de 14 años sigue sin haber sentido la emoción de una curva ni el vértigo de la velocidad.

El único momento en que abandonó la penumbra de su garaje fue en 2018, cuando su dueño permitió que viera la luz del sol por un breve instante, solo para una revisión rutinaria. Un respiro efímero antes de volver a su letargo.

Una máquina forjada en la excelencia

El McLaren SLR 722 S Roadster fue una obra maestra de la ingeniería, un descapotable que encapsulaba lo más radical de la firma de Woking. Su ligereza, cortesía de un generoso uso de fibra de carbono, y su aerodinámica perfeccionada en el túnel de viento, lo convirtieron en una máquina hecha para desafiar los límites. Bajo el capó, su V8 de 5.4 litros rugía con 650 CV, capaz de llevarlo hasta los 335 km/h.

McLaren SLR 722 S Roadster
McLaren SLR 722 S Roadster

Su producción comenzó en 2009, y de las 150 unidades ensambladas a mano, cada una se convirtió en un objeto de deseo para coleccionistas y multimillonarios. Ser propietario de un SLR 722 S Roadster no era solo cuestión de dinero; había que contar con una trayectoria como cliente de Mercedes y, quizá, con ciertos contactos que abrieran las puertas adecuadas.

Un unicornio blanco en la penumbra

Entre esas 150 unidades, una en particular destaca por su historia—o más bien, por la falta de ella. Terminada en un elegante blanco con llantas negras e interior en Alcántara y cuero, salpicado de detalles en rojo, esta unidad fue entregada en Alemania en 2011. Pero, en lugar de rugir en la carretera, quedó confinada en un garaje, como una obra de arte contemplada a través de un cristal.

McLaren SLR 722 S Roadster desplegando sus alas
McLaren SLR 722 S Roadster desplegando sus alas

Cuando por fin vio la calle en marzo de 2018, lo hizo únicamente para un cambio de aceite y líquido de frenos. En el taller marcaron su odómetro: apenas 26 kilómetros recorridos. Un viaje de ida y vuelta, literalmente. Desde entonces, solo ha sumado 32 kilómetros más, probablemente los mismos que lo llevaron de regreso a su prisión de lujo.

¿Un capricho o una inversión?

Ahora, con 59 kilómetros en total, su propietario parece haber llegado a la conclusión de que conservarlo ya no tiene sentido. En 2023, una unidad idéntica, mantenida en el mismo estado, alcanzó un precio de 770.000 euros en el mercado. Sin embargo, el valor ha caído, y aunque el dueño mantiene en reserva la cifra exacta, se estima que podría rondar los 650.000 euros.

¿Habrá valido la pena? Quizá desde el punto de vista financiero, sí. Pero hay algo que el tiempo y el dinero no pueden recuperar: la emoción de haber sentido su motor rugiendo en una carretera solitaria al amanecer, el placer de haber disfrutado de la máquina para la que fue creada.

McLaren SLR 722 S Roadster Trasera
McLaren SLR 722 S Roadster Trasera

Al final, algunos coches están destinados a ser conducidos. Otros, a ser guardados como reliquias. Y luego están estos casos, donde la pasión y la especulación se cruzan en un dilema sin respuesta.