Todos hemos visto alguna vez a algún niño con los típicos coches de juguete motorizados que no pasan de 8 km/h, recreaciones de todo tipo de vehículos, que de vez en cuando las propias marcas de coches lanzan para sorprender a grandes y pequeños. Hace tiempo ya vimos un McLaren P1 para los más pequeños y hace unas semanas la marca inglesa Morgan presentó su EV3 Junior, la versión a escala de su modelo eléctrico de tres ruedas. Pues bien, ahora ha sido Rolls-Royce la que se suma a esta iniciativa, pero en este caso no será un caro y excéntrico complemento para los más adinerados que se lleven al «espíritu del Éxtasis» a casa.
El Rolls-Royce de juguete que se ve en imágenes ha sido creado para la Unidad Pediátrica del Hospital St Richard de Chichester, más concretamente para aquellos niños ingresados a la espera de ser operados, para que su espera sea mucho más amena y puedan disfrutarlo antes de la cirugía, y lleguen a ella más tranquilos. En la firma inglesa han querido entregar el coche de juguete como lo harían con uno de verdad a uno de sus clientes, con el mismo proceso. Además dos niños de la unidad pediátrica han sido elegidos para probarlo. Son Molly Matthews y Hari Rajyaguru, que tuvieron el privilegio de conocer junto a sus familias las instalaciones de Goodwood.
Lo han llamado Rolls-Royce SRH y ha sido creado por el equipo de personalización de Bespoke para que sea un juguete único, diseñado con una combinación de blanco Andalucía y azul Salamanca para la carrocería, con una tapicería de color rojo. Para su fabricación fueron necesarias 400 horas de trabajo. El SRH tiene un motor eléctrico conectado a una batería de 24 voltios con el que puede alcanzar los 16 km/h de velocidad máxima, pero que ha sido limitado a 6 km/h.