Rolls-Royce Dawn: Abierto hasta el amanecer

El viaje que acabamos de terminar me recuerda un poco a la película con la que el mexicano Robert Rodríguez y Quentin Tarantino nos hicieron pasar un muy buen rato hace ya veinte años. Seguramente solo te acordarás del baile que Salma Hayek interpretó con una serpiente en su cuello, pero ‘Abierto hasta el amanecer’ era una comedia negra al estilo road- movie, con desierto, polvo, armas y muchos pillos de por medio. Algo de todo esto vamos a encontrar en este viaje. Nosotros somos más bien los pardillos de esta película que nos ha salido de Óscar, porque meternos con un Rolls descapotable por la Sudáfrica profunda suena a temeridad o extravagancia, y en CAR, ya lo sabes, nos encanta lo segundo.

¿Por qué no viajamos con el Dawn por las carreteras más impresionantes del país en lugar de por el recorrido habitual de la presentación?, le dijimos a la marca. Sin problema, respondieron a nuestro correo, pero os acompañarán unos guardaespaldas. Decir que no después de leer esto hubiera sonado a “nenaza”, y no era nuestro plan ir a la presentación de un Rolls e intentar descubrir si las medias sonrisas eran por el buen vino o por habernos rajado ante la aceptación de nuestra propuesta, así que aquí estamos, facturando las maletas de vuelta a Europa tras un par de jornadas inolvidables en las que el polvo, la aurora del amanecer y el ocaso del atardecer nos han dejado una huella imborrable. Y volvamos al vino, porque no solo es excelente en Sudáfrica, sino que es con un par de copas de pinot noir como más hemos disfrutado de este Rolls.

Rolls-Royce Dawn: Abierto hasta el amanecer
Rolls dice que el Dawn está diseñado para ser tan bello con techo como sin él, a nosotros tan solo nos importa poder disfrutarlo un tiempo más largo

Antes de llamar a la Guardia Civil para que secuestren esta publicación de CAR por incitar a beber alcohol mientras conducimos déjennos explicarnos. Jamás, nunca, ni bebemos ni beberemos alcohol al volante, pero tras una jornada en la carretera, una divertida cena de numerosos platos, un poco de música y un par de copas de vino, me comunican que, en este resort cerrado al tráfico, mi habitación no está en el palacio principal, sino que es una de las casitas que distan un par de kilómetros del edificio principal.

Y ahí está mi Dawn, descapotado y dispuesto a recorrer ese tramo dentro de un recinto rcar19_cerrado y sin tráfico. Así que inserto la D en el cambio y dejo que el viento fresco de la noche me golpee en la cara mientras las luces alumbran el horizonte, compuesto por mi única suite. Y es ahí, en ese momento, cuando entiendo de qué va el Dawn, cuando me quito las responsabilidades de cuidar el coche, sacar un buen reportaje, temer por mi seguridad y la del fotógrafo o conseguir las mejores imágenes posibles.

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Cuando se lanzó el Phantom no destacó por su belleza, pero el paso de los años ha hecho este diseño muy auténtico, y el Rolls Dawn cabrio es el mejor de la saga.

Ahí estamos yo y el Rolls, y por primera vez lo conduzco como si fuera mío, sin pretensiones, notando cómo la suspensión libera el suelo de los baches, cómo el motor no suena, cómo el par motor a menos de dos mi vueltas empuja la mole de más de 2,5 toneladas como si tal cosa, cómo se hunde mi cuerpo en la piel de color blanco que envuelve los asientos.

Quizá sea necesario desinhibirse por completo para saber cómo se siente un propietario de un coche de más de 300.000 euros que es puro capricho, y la sorpresa es que la mayor felicidad no la consigues sintiéndote envidiado en Europa o admirado en América, sino cuando estás contigo mismo, la brisa y la noche, y disfrutando del trabajo de ingeniería de los mejores técnicos alemanes unido al máster de artesanía de los mejores especialistas británicos. Conducir con una copa de más es tan inusual como todo lo que hemos hecho y lo que vamos a hacer con este Rolls, así que viajemos hasta el principio del trayecto.

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Tocar su piel es como acariciar a esa chica que tanto deseas, un placer irrepetible

BUEN TIEMPO GARANTIZADO

Si vas a lanzar un descapotable en el mes de marzo y lo que buscas es buen tiempo, lo mejor es viajar hasta el hemisferio sur, ya que ni siquiera en España te librarás de un chapuzón importante durante los más de 20 días que durará esta presentación a la prensa de diferentes países. Sudáfrica tiene unas excelentes carreteras, y mientras muchos compañeros van a disfrutar de un recorrido muy seguro y de la visita a los mejores viñedos, algo sin duda muy del perfil de este coche, nosotros hemos preparado algo especial, un recorrido por las mejores carreteras del país a nuestro alcance, así que allá vamos.

Dos son los objetivos, el primero es reconectar con Rolls como fabricante de automóviles, y no como un productor de bienes de lujo. Por muy amplia que sea la presentación y por mucha madera, cuero y napa que vista el coche, al final también tiene un motor con aceite lubricante y muchas piezas de las que queremos conocer a fondo su funcionamiento, también cómo se conduce y si un cliente lo va a disfrutar tanto como otros modelos de la escasa competencia de este nivel.

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El segundo objetivo es conducir el Rolls como aquellos conductores de los años veinte que se encontraban caminos y carreteras sin asfaltar que el Rolls volvía enormemente confortables o, al menos, transitables, en cualquier lugar del globo. A Rolls le gustó la idea, pero antes nos presentó a Zaphon, un campeón de kick-boxing que junto a Glock, otro tipo con una espalda más grande que el Rolls, nos van a acompañar en un BMW X5 totalmente negro o, si ellos lo consideran oportuno, desde dentro del coche.

Es la primera vez que una marca, en toda la historia de CAR, nos pone un guardaespaldas, pero en Sudáfrica las diferencias sociales siguen creciendo, y conducir un Rolls puede ser, o extremadamente ofensivo para determinado tipo de personas, o extremadamente atractivo para los numerosos ladrones en un país donde el ratio de criminalidad no para de crecer.

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Las puertas con apertura suicida dan paso a un interior de piel blanca que está en el límite entre la extravagancia y el buen gusto.

En el viñedo de la familia Delaire Graff esto no parece ser un problema, y nuestro Dawn en color azul Salamanca reposa, abierto y con las llaves puestas, frente al edifico principal. La combinación con la piel blanca y la madera que adorna la tapa de la capota y el salpicadero son excelentes, y Rolls insiste en que no es solo un cupé Wraith sin techo, sino un modelo en el que se ha trabajado a fondo en su ingeniería. El diseño me gusta, y es la primera vez en la que me siento atraído por un Rolls.

Las nuevas formas, detalles y proporciones siguen ganando adeptos, y la marca dice que el 80% de la carrocería es nuevo. Esperamos que el futuro Rolls SUV o lo que quiera que sea ese Rolls “de plataforma elevada” que prepara la marca siga estas líneas, más atractivas y modernas. Por supuesto, Rolls sigue empeñada en las puertas de apertura contraria a la marcha, un detalle esencial de la imagen que, con los años, nos ha terminado por gustar.

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Conducir en Sudáfrica es algo irrepetible e inolvidable, tanto como este Rolls-Royce

Entramos en el coche y en materia, ya que pronto estamos circulando por la R44 hacia Ciudad del Cabo, donde seguiremos por el cabo de Buena Esperanza hacia el Océano Índico. Seguramente la carretera te resultará familiar, porque aparece en cientos de anuncios y sesiones fotográficas, pero su belleza al natural paraliza el alma. No hay nada igual sobre la tierra, con montañas verdes bañadas por un suave sol y dejándose caer hacia el mar atravesadas únicamente por esta idílica carretera. Casi te sientes como en la Costa Azul francesa, solo que unos miles de kilómetros más abajo y rodeado de océano en lugar del tranquilo Mediterráneo.

Dejamos los parajes idílicos y caemos en pleno desierto, donde decidimos darle zapatilla al Dawn, total, en un país donde las leyes más importantes son vulneradas no creemos que a nadie le importe mucho que el indicador de potencia de nuestro coche marque un 20% ciento del total cuando superamos los 160 km/h. ¿Alcanzará alguien los 250 km/h limitados de este tipo de coches? Seguro que alguno habrá, pero mientras estos pensamientos llegan nos para un policía en un Golf GTI camuflado, que ya es mala suerte. Se justifica diciendo que su jefe le ha dicho por radio que un Rolls azul iba a toda mecha por el desierto y que tenía que pararlo, así que le contamos todo nuestro rollo de periodistas hasta que nuestro gorila le dice un par de cosas al oído. No sabemos qué, pero se disculpa y nos deja continuar a un ritmo más comedido.

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Sudáfrica nos ha dado jornadas inolvidables en este viaje, nosotros hemos correspondido disfrutando con uno de los mejores coches sobre el planeta.

LLEGAMOS AL FINAL DE LA RUTA

Más allá, en el horizonte y tras más de 500 kilómetros de recorrido nos espera Rietsfontein Ostrich Palace, nuestro punto de destino para pasar la noche. Tras pasar del océano al bosque, al desierto y las montañas nos espera una cena con estrellas Michelin en la que nos tomamos un par de merecidas copas de vino sin saber que aún nos quedaba un trecho por recorrer hasta el chalet en el que pasaremos la noche. Un trecho que va a resultar definitivo en la valoración final de un coche como este, nacido para ser conducido sin prejuicios.

Por la mañana nos levantamos para ver el Dawn, no el coche, sino ese aurora del amanecer que nos regala un cielo naranja y que da nombre al coche. También es rojo el camino sin asfaltar el Paso de Swartberg, una pista de grava de unos 50 kilómetros que transcurre por en medio de las montañas y, sin duda, el terreno más extraño que va a pisar un Rolls de la flota de prensa en mucho tiempo. Pero los Rolls han cruzado este tipo de terrenos desde siempre, cuando los Alpes se pasaban por caminos y hasta laderas, cuando Lawrence de Arabia cruzaba el desierto con alguno de estos coches. Así que, pidiendo disculpas a los especialistas que enceran varias veces la carrocería y que, sin duda, deberán retocar este Rolls Dawn a su regreso a Inglaterra, nos adentramos en medio de las montañas para descubrir ese aventurero excéntrico que todo buen comprador de Rolls debe tener en su interior.

Y así llegamos al final de este largo viaje con un coche excepcional, el mejor Rolls de toda la gama de la nueva era, unido al Phantom, porque un Rolls tiene sentido si eres un jefe al que le gusta ir con chófer, como en el Phantom, o si quieres ir al volante con toda la potencia y exclusividad que la marca es capaz de ofrecer hoy en día, y en esas lides este Dawn es extraordinariamente bueno. El mejor del mundo, para ser exactos.