Desde la costa portuguesa, la firma francesa reescribe la historia con el nuevo Renault 4 E-Tech: un icono eléctrico que fusiona nostalgia, eficiencia y diseño para conquistar una nueva generación.

El Renault 4 E-Tech recupera el espíritu del 4L con diseño retro
Estreno en la gran pantalla lusa, el 4 E-Tech se presenta como un protagonista destinado a marcar época. Nos desplazamos hasta la luminosa costa de Portugal, donde el viento del Atlántico acaricia los acantilados con la misma delicadeza con la que uno ojea un viejo álbum de fotos. Allí, en un escenario digno de un plano general de Wim Wenders, Renault nos presenta a su nuevo protagonista: el 4 E-Tech
No es un coche cualquiera. Es un personaje de época, de esos que, como en el cine clásico, no necesitan palabras para dejar huella. El heredero espiritual del 4 Latas. El Renault más vendido de la historia, símbolo de libertad, juventud y, por qué no, también de cierta picardía ibérica.

Ficha técnica: Renault 4 E-Tech
Precio: desde 28.600 €. Potencia: 120 CV y 225 Nm de par.
Prestaciones: velocidad máxima de 150 km/h y aceleración de 0 a 100 km/h en 9,2 segundos.
Peso: 1.485 kg.
Consumo medio: 14,7 kWh/100 km. Autonomía homologada: 308 km.
A la venta: ya disponible.
Pero no nos dejemos llevar solo por la nostalgia. Porque esto no es un remake al uso, ni una copia en alta definición del original. Este nuevo 4 no ha sido creado para vivir anclado en el pasado, sino para reescribir su propia historia. Es una reinterpretación moderna con guiños al ayer, como los homenajes discretos que hacen los grandes directores al rodar sobre celuloide.
Sí, algunos trazos del diseño recuerdan al 4L original, los faros redondeados enmarcados en un antifaz oscuro, ese aire entre ingenuo y decidido del frontal, las líneas sencillas pero expresivas. Pero más allá del maquillaje nostálgico, lo que tenemos delante es un Renault 5 con algo más de estatura y una silueta digna de una gran producción de Hollywood. Es más alto, ligeramente más largo y mejor proporcionado, acorde a un público que busca diseño, confort y eficiencia.

En conducción, quien haya probado el nuevo Renault 5 encontrará sensaciones conocidas. Ambos comparten plataforma eléctrica CMF-BEV, misma agilidad urbana, misma eficiencia. ¿Es eso negativo? Al contrario. Cambiar el vestuario no resta valor si el actor es brillante. Y el Renault 5 ya ha demostrado serlo, siendo el eléctrico más vendido en España.
El Renault 4 E-Tech es, entonces, una evolución con alma. Como un personaje de culto que vuelve con nuevo look pero el mismo espíritu. Y lo hace para conquistar a una nueva generación que pide espacio, autonomía y encanto.
Renault 4 E-Tech: el icono francés se reinventa con 400 km de autonomía
Este nuevo 4 lo tiene todo: diseño expresivo, espíritu juvenil, interior amplio y práctico. Su autonomía ronda los 400 km según el ciclo WLTP, una cifra que lo convierte en compañero ideal para el día a día y para escapadas sin preocupaciones. Gracias a su formato cuadrado y techo alto, el habitáculo es luminoso y cómodo. Además, se ha confirmado una futura versión cabrio, que promete sumar aún más personalidad a la gama.

La suspensión está afinada con buen criterio, permitiendo afrontar tanto la ciudad como carreteras secundarias con confianza y suavidad. En cuanto a tecnología, equipa lo último en conectividad, asistentes de conducción y pantallas digitales heredadas del Renault 5. Lo esperado, sí, pero también lo necesario para estar a la altura.
Y aquí hago una pausa. Porque si algo me sorprendió de verdad durante esta primera toma de contacto fue el consumo. Esperaba eficiencia, pero no hasta este nivel. Con tramos urbanos, curvas costeras y cambios de ritmo, el 4 E-Tech registró una media real de 13,5 kWh/100 km. Cifras que lo colocan entre los modelos más moderados en consumo del segmento. No se trata solo de tecnología eléctrica bien afinada, es una lección de cómo lograr equilibrio entre emoción y racionalidad.

¿Por qué recuperar el nombre de un icono como el 4L? Porque hay herencias que merecen actualizarse, no archivarse. Porque algunos nombres no solo venden coches, sino que evocan historias. Y Renault lo ha entendido, en un mercado saturado, conectar con la memoria colectiva es más poderoso que cualquier campaña de marketing.
En definitiva, este nuevo Renault 4 no es un ejercicio de nostalgia, sino un homenaje inteligente. Una carta de amor escrita con baterías eléctricas. Como si Spielberg decidiera rodar una nueva versión de E.T., no para repetir lo que ya funcionó, sino para recordarnos por qué nos enamoramos del cine.