Cada ve más marcas apuestan por rescatar sus clásicos. No hablamos de volver a producir el modelo original en gran escala, sino a veces en pequeñas series restaurando viejos chasis como ha hecho Jaguar y Land Rover con varios modelos, o simplemente volviendo a producir ciertos recambios originales de ese icónico modelo. Es el caso de Nissan, que en su última conferencia de marca ha anunciado que uno de sus modelos más carismáticos y todo un clásico actual, el Nissan Skyline GT-R r32, volverá a gozar de recambios originales.
Así es, Nissan le dará más de una alegría a algún orgulloso propietario del primer «Godzilla» como tal, el R32 que hizo su aparición en el mercado en 1989. Para cumplir este cometido la marca japonesa ha creado una división dentro de NISMO la cual se encargará de volver a producir las piezas y recambios de antaño. El Skyline GT-R R32 será el primero de lo que se espera sea toda una gama de repuestos oficiales de más modelos clásicos. Por lo tanto, si este programa especial tiene una buen acogida, el resto de la saga Skyline puede beneficiarse, ampliando la fabricación de piezas al R33 y R34. Más de un amante de la originalidad estará dando botes de alegría.
La noticia llegó en la misma rueda de prensa que el CEO y Presidente de NISMO, Takao Katagiri dio hace poco y que mostró entre otras cosas la creación de este proyecto. No tendría mucho sentido que solo se limitaran a una generación del GT-R, sino que se expanda a toda la saga, pero claro, para ello tiene que haber un buen volumen de negocio y el R32 será el conejillo de indias.
Muchos se preguntarán ¿qué pasa con los modelos más antiguos y también icónicos como los de la saga Z? Pues del 240Z, 280ZX y 300ZX de momento no se ha mencionado nada, pero quizás acaben incorporándose al nuevo programa especial. Las primeras piezas originales llegarán en la segunda mitad de este año, más próximo de otoño, y se pondrán a la venta justo después, aunque no hay confirmación de si a nivel local en Japón o a nivel global.
Recordemos que el Skyline GT-R R32 fue toda una innovación en tecnología y apuesta mecánica. Con su motor de seis cilindros en línea con dos turbos y el corte de inyección en las 8.000 rpm, sumado a su eficaz tracción total variable y cuatro ruedas directrices pronto se convirtió en el referente fuera y dentro de los circuitos. Conseguía en 1989 hacer el 0 a 100 km/h en solo 4,7 segundos y eso que se supone que de serie rendía 280 CV. Al igual que el resto de GT-R que le siguieron era una excelente base de modificaciones y potenciación para tener todo un coche deportivo que se merendaba a más de un rival de segmento superior.