Normalmente cuando miramos los precios de los coches de ocasión lo que buscamos es una superlimusina deportiva por menos de 30.000 euros, un deportivo de élite a la mitad de su precio o cualquier cosa que te guste pero que sea un chollazo. Esta vez te vamos a hacer sentir como si ganaras a la lotería y te pudieras comprar un Rolls. Literalmente.
Cuando el Grupo BMW lanzó en 2003 el Rolls Royce Phantom su precio era de más de 500.000 euros. La segunda generación, en la que los cambios de diseño son realmente difíciles de apreciar, llegó en 2012, lo que ha hecho que los precios de la primera serie bajen hasta menos de la mitad de lo que costaron estos coches en su día. Pero el mundo ha cambiado mucho desde ese 2003, y en estos años el planeta se ha vuelto loco con los SUV que, poco a poco, han ido tomando el mercado de las grandes limusinas de lujo, con un nivel de tecnología, equipamiento, exclusividad y sofisticación que nada tiene que envidiar a las berlinas premium convencionales.
Hay varios Rolls en venta en España por menos de 150.000 euros, con diferentes configuraciones y equipamientos y una característica común: pocos kilómetros y excelente mantenimiento. Se nota que los primeros dueños de este tipo de coches los han cuidado bastante. En cuanto al Range Rover de batalla larga, los precios se inician en los 151.000 euros de la versión diésel V8, pero por unos 8.000 euros más podemos tener el V8 gasolina de 510 CV y, en medio, también una versión híbrida.
Las versiones largas del Range Rover solo ofrecen dos asientos, mientras que el Rolls los podemos conseguir con tres plazas. Con su mayor altura y desahogo, el Range Rover consigue una sensación de confort espacial que el Rolls no puede igualar. Tampoco puede igualar el Phantom el despliegue tecnológico del Range que, como muchos coches de hoy, tiene control de velocidad activo por radar, entrada y arranque sin llave y todo tipo de asistencias a la conducción. Y, aunque su navegador no es de los más punteros del mercado, supera al del Phantom. En cualquier caso el Rolls, a pesar de su edad, sigue siendo el coche que más impacta en el público. Realmente no es lo mismo bajar de un Rolls que de un Range.
En cuanto a costes y servicio, aunque pueda parecer que el Rolls será exageradamente caro, lo cierto es que su mecánica proviene al completo del BMW 760i, por lo que cualquier taller independiente solicitará los recambios a BMW en lugar de a Rolls, ahorrando una gran cantidad de dinero e instalando la misma pieza original en caso de que suceda algún tipo de avería. Otra cosa son las revisiones más amplias, que incluyen, cada tres cambios de aceite o cada tres años, la sustitución de todos los líquidos, reajuste de frenos, actualizaciones de software, etcétera, unos 3.000 euros de factura si ajustamos bien el precio. Así que, si compras el Rolls, siempre es bueno tener algo de dinero de reserva.
El veredicto es difícil, porque más de 10 años después de su lanzamiento no hay nada como el Phantom, y casi nadie va poder apreciar si el coche es recién comprado o de ocasión. Su conducción relajada o, si vamos como pasajeros, la capacidad para mantenernos aislados del mundo y envueltos en el coche mejor fabricado del planeta no tiene precio. Pero lo cierto es que el Range consigue estar muy cerca en muchos aspectos, y superarlo en otros muy importantes como la tecnología a bordo y de entretenimiento, además de ser un coche nuevo con una amplia garantía, por lo que, si los 150.000 euros fueran nuestros, seguramente compraríamos el Range Rover. No obstante, si fuéramos a andar con chófer de manera habitual y quisiéramos demostrar nuestro estatus de forma más evidente, el Rolls es la mejor opción.