Prueba Porsche 992 Turbo Prototipo: Confianza mejorada

Cuántos árboles hay en la Selva Negra? Parece que estoy en una misión para ver tantos como sea humanamente posible en unas pocas horas, desde el asiento del pasajero de un Porsche 992 Turbo Convertible en preproducción. Nos acercamos a algunos desde ángulos inesperados. Otros están lo suficientemente cerca como para tocarlos. Hay muy pocas carreteras rectas en la Selva Negra, por lo que es mejor que estemos en un automóvil que disfrute tanto de las curvas y, al mismo tiempo, tenga la comodidad y la compostura para mantener ese entusiasmo todo el día y el agarre para garantizar que no pasaremos a ser un improvisado leñador.
Este no es un acto temerario a través de la inmensidad boscosa del suroeste de Alemania. Estoy en las manos más seguras de un piloto de pruebas de Porsche que viene aquí con tanta frecuencia que incluso le ha dado por poner nombres a algunos árboles. Nuestro transporte es la última versión de un automóvil que, a pesar de su inmensa potencia y su impresionante ritmo, también es sumamente seguro y protector.

Los Porsche de preproducción generalmente están pintados de negro sólido, como el 911 Turbo S de hoy, y tienen un camuflaje mínimo. Puedes ver claramente que no hay sorpresas visuales. Puede ver por qué podrían querer mantener el 911 Turbo visualmente discreto y dejar que su rendimiento hable por sí mismo. Los primeros Turbo fueron considerados “fábricas de viudas” que te ponían gris el cabello entre el desayuno y el almuerzo, pero las generaciones más recientes parecen haber apuntado a clientes a los que la conducción excitante y, sobre todo exigente, no era el factor clave.

De vuelta a sus raíces

Pero esta vez, Porsche ha dirigido el Turbo en dirección a sus raíces. Aquí está Frank-Steffen Walliser, el hombre detrás del proyecto del 918, antes al cargo de la división de competición, pero ahora como nuevo “Mr 911”, sustituyendo al recientemente retirado August Achleitner. “Como siempre, la obediencia es la clave, porque la obediencia significa control”, dice él. “Quieres que un coche deportivo responda de forma aguda y positiva, pero el 911 Turbo es algo diferente, ya que la retroalimentación superrápida o superinteligente podría superar fácilmente el objetivo. Después de todo, lo último que quiere un ingeniero es perturbar o incluso asustar al conductor, quien siempre se debe sentir al mando, así que un pequeño margen de error aquí y allá no debe doler”.

Si los cambios externos son de perfil bajo, hay algo más debajo de esta piel. Pero nada que altere los fundamentos –no hay elementos híbridos, ni siquiera los más suaves, por ahora. “Los beneficios de la electrificación parcial son marginales comparado con la complejidad del peso, el empaquetado y los costes”, explica Walliser. “El peso en particular es una cuestión obviamente crítica para todo deportivo. Desafortunadamente no puedes desvestir un Turbo como a un GT3, porque el cliente no lo toleraría. En su lugar, el coche gana algunos kilos debido a la adición de elementos de conveniencia como el nuevo cambio PDK de ocho velocidades. No te creerías el daño que hace a la dieta el añadir un par de marchas extra”.

Un GT bien equilibrado

¿Cómo se ha agudizado la experiencia de conducción? “Pequeñas cosas: juntas más rígidas, casquillos de goma más duros, puntos de fijación más ajustados, muelles modificados y calibraciones de amortiguadores. De lo que definitivamente nos hemos abstenido es de convertir un GT bien equilibrado en un luchador callejero demasiado duro”. Equipado con aletas traseras ligeramente más robustas y un ancho de vías mayor, el Porsche 992 Turbo S es casi tan agresivo como el GT2 RS. La dirección de las ruedas traseras no es tan radical como la del RS, y luego está el beneficio adicional de la tracción total.

El nuevo motor desarrollado es alimentado con más oxígeno, llevando aire frío directo a la admisión, y exhalándolo a través de un sistema de escape que suena, al ralentí, más a Harley que a Porsche. A pesar del intrínseco estrangulamiento de los obligatorios filtros y la ausencia de cualquier ayuda eléctrica, el motor de seis cilindros de corte alto obedece a la respuesta del acelerador, desde muy abajo, con la apresurada eficiencia de un lacayo infalible.

En un punto, juro que mis labios han comenzado la primera línea del Padre Nuestro cuando el morro finalmente agarra la última parte del asfalto antes de la hecatombe… Las ruedas traseras siguen un arco similar en forma de sable, y salimos empujando con el morro y la dirección sospechosamente ligeras, y la ancha trasera agachada en el vértice como un luchador de sumo. Cuando Walliser se va para atender a su próxima cita, volvemos a salir con un conductor de Porsche. A diferencia de Walliser, Jonas activa el escape deportivo, una nueva opción para el Turbo, y una que desafía el lado “caballero GT” de este personaje automovilístico. Lo mismo ocurre con la configuración del amortiguador más firme en “Sport Plus” y el peso de la dirección, que intercambia parte de la ligereza y la fuerza para lograr una acción más progresiva y robusta. Solo matices, seguro. Pero cuando trabajas con el Porsche 992 Turbo día tras día, reconoces rápidamente los beneficios, que según Jonas incluyen una conexión más transparente entre la carretera y las palmas del conductor y un chasis que aún no se verá afectado por las superficies irregulares de la carretera.

Una combinación picante para el Porsche 992 Turbo

No hay verificación oficial, pero según Weissach, el 992 más potente puede acelerar de 0 a 100 km/h en 2,7 segundos, lo que es fenomenalmente rápido para un vehículo que, a diferencia de un eléctrico, requiere un parpadeo extra para invocar el par máximo. Como dato, sin embargo, nos gustaría agregar que este Porsche puede moverse desde un punto muerto hasta 200 km/h en aproximadamente 8,5 segundos. También se nos dice que la versión no S del Turbo tendrá alrededor de 580 CV.

El Porsche 992 Turbo definitivo (por el momento) ahora parece un poco más envolvente, un poco más receptivo y un poco más ágil en general, ofreciendo una combinación más picante de deportividad y conveniencia. La prueba de fuego se producirá cuando intercambiemos asientos en unos meses…