La ligereza es fundamental para un compacto de altas prestaciones y en el nuevo Peugeot 308 GTI han cuidado bastante este apartado. De hecho, aunque la nueva versión, que hemos podido probar en el circuito de Ascari (Ronda, Málaga), tiene nuevos sistemas tecnológicos que harán nuestra vida más fácil en el día a día, apenas han supuesto un incremento en el peso total del conjunto. Por eso puede presumir de una excelente relación peso potencia de 4,46 kilos por cada uno de sus 270 CV.
Pero vayamos por partes. Para diferenciar el nuevo modelo del anterior tendrás que fijarte bien, pues los cambios son sutiles. Lo más llamativo es la parrilla delantera, que ahora está oscurecida. Otro detalle es el nuevo diseño de las llantas de 19 pulgadas o la nueva pintura azul para la carrocería, que se combina con negro, en el característico bitono de todos los nuevos Peugeot.
Desde que se lanzó al mercado en 2015 se han vendido 6.500 Peugeot 308 GTI en los 45 países donde se comercializa y, en el pasado año, la cifra fue de 3.820 unidades. No obstante, de la anterior versión había dos variantes en función de la potencia, una de 250 y otra de 270 CV. Ahora, solo estará disponible el más potente, el más vendido en todos los mercados. El precio en España parte desde los 36.550 euros, con una equipación bastante completa que inlcuye, entre otros, un volante exclusivo, asientos bácquets e iluminación full Led.
Además, incluye sistemas de asistencia al conductor propios de una categoría superior. Incluye lector de señales de tráfico, aviso de fatiga, asistente de cambio de carril involuntario y el nuevo sistema de asistencia a la frenada para mitigar al máximo cualquier accidente o atropello. Respecto al 308 normal, el GTI va 11 milímetros más pegado al suelo.
El bloque motor sigue siendo el mismo, un 1.6 THP S&S que desarrolla 270 CV y consigue el 0 a 100 km/h en 6 segundos. Con la salida en parado, recorre un kilómetro en apenas 25,3 segundos. Nosotros lo hemos intentado en el circuito de Ascari, pero se nos ha olvidado parar el crono… Bromas a parte, el comportamiento de este coche es sorprendente. Te permite ir muy rápido y no exige demasiado al conductor, el equilibrio del chasis es fundamental para conseguir una agilidad innata. Enlaza las curvas con brillanted y en la salida el empuje del acelerador es muy directo y progresivo.
Para ponerle un poco de sensatez a algunos de nuestros virajes es fundamental la labor de los frenos. Delante tiene unos discos de 380 mm, con pinzas pintadas en rojo y firmadas Peugeot Sport, y de 268 mm en el eje trasero. Muerden con ganas y solo tras una exigente mañana, rodando sin parar, notaban pequeños síntomas de fatiga.

Para sacarle todo el jugo cuenta con un modo Sport que cambia por completo la respuesta del coche. La dirección es más directa y la respuesta del motor es más inmediata, siempre dispuesta bajo nuestro pie derecho. En esta ocasión hemos tenido la oportunidad de compartir pista con Carlos Sainz, y la experiencia no ha podido ser más gratificante. Primero porque hemos conseguido mantenernos en la misma vuelta, y segundo porque uno no corre todos los días con un doble campeón del Mundial de Rallyes.

Pero lo más sorprende ha sido cuando hemos hablado con Jorge Tome, director de Peugeot para España y Portugal, quien nos ha confesado que se mueve habitualmente por Madrid con un 308 GTI. Sorprendido, le he preguntado que si en ciudad usa alguna vez el modo Sport, a lo que me ha respondido sonriente que no lo quita nunca. «En el modo Sport se disfruta mucho más del coche». Sin duda, una actitud que desde el Team CAR aplaudimos.
Y después de todo este sinfín de sensaciones, hemos tenido la suerte de intercambiar unas palabras con Carlos Sainz, el dos veces campeón del mundo de rallyes y piloto oficial de Peugeot en el Dakar.