Ya sabemos desde hace más de medio año que Opel se pasa a lo eléctrico. Nos lo han demostrado con el Corsa eléctrico y con el protagonista de estas líneas, el Grandland X Híbrido enchufable, el primer híbrido de la marca. Y lo probamos hace meses en Alemania pero esta vez nos enfrentamos a la realidad en Madrid.
Salimos de Villaverde con 38 km de autonomía
El Grandland X Hybrid 4 cuenta con una batería de 13,2 kWh con la que homologa hasta 59 km de autonomía 100% eléctrica con una sola carga. Mi unidad marca 38 km de autonomía eléctrica con la carga a menos del 100%, por lo que el consumo medio anterior ha tenido que ser alto. De hecho también lo es el consumo de gasolina que marca 8,8 l/100 km, lejos de los 2,2 l que homologa Opel.

Reinicio el ordenador de a bordo y salimos en modo Hybrid. El Grandland X híbrido enchufable tiene cuatro modos de conducción: 4WD, Sport, Hybrid y Electric. En este último hace uso solo del motor trasero eléctrico, de 113 CV, una potencia más que suficiente para movernos por ciudad y salir a carretera, a pesar de que el coche pesa con los motores y la batería ahora más de 1.800 kg.
Salimos a la carretera y dejamos atrás la ciudad en silencio con un modo Hybrid que sabe cuando tiene que emplear los motores eléctricos y cuando el de combustión interna. Este es un 1.6 turbo de 4 cilindros que rinde 200 CV. Si tuvieramos el Grandland X Hybrid de tracción delantera rendiría 180 CV y solo tendría el motor eléctrico delantero de 110 CV, dando como resultado una potencia total de 225 CV.

Pero aquí disponemos de 300 CV y 520 Nm de par gracias a esos tres motores en total, lo que nos deja un Grandland X absurdamente rápido, con un 0 a 100 km/h en 6,1 segundos. Pero esto es poco relevante salvo que seamos corredores nocturnos ilegales y padres que llevan a sus hijos al colegio de día. Lo relevante aquí es la buena respuesta en cuanto pisamos el acelerador más de la cuenta gracias al par eléctrico instantáneo.
Más refinamiento en carretera
El navegador nos indica una hora y media de ruta y nos lleva al noroeste hacia la A6. En seguida notamos el buen aislamiento sonoro a pesar de que el indicador de flujo de energía muestra al motor térmico trabajando, y cuando entra el eléctrico y el térmico trabaja menos se nota aún más.

Ambos motores eléctricos trabajan solo cuando demandamos mucha potencia, es decir, cuando hay que ganar velocidad más rápido de lo que uno gana kilos en Navidad. Pisas y pam, el par eléctrico te mueve primero y después el motor térmico en la marcha ideal ayudado por el cambio automático de 8 velocidades te sigue empujando. Buena tracción, buena reacción y velocidad a capricho al momento. Todo ventajas.
¿Cómo vamos de consumos? Estamos haciendo solo uso del modo Hybrid así que el coche manda, y la frenada regenerativa tampoco la estamos usando ya que mantenemos velocidad constante con el control de crucero adaptativo. Ganamos altura en la A6 y vamos rozando los 7 litros de consumo a los 100 km.

Llega el puerto, modo Sport
La cosa se pone seria cuando salimos de la autovía para subir el Puerto de los Leones, una sucesión de curvas amplias con doble carril de subida hasta cruzar a la provincia de Segovia. El modo Sport es el idea, los 300 CV aflorarán siempre que pisemos el acelerador, con ambos motores eléctricos trabajando para ayudar al gasolina.

Escala bien las curvas, apoya bastante bien pero el peso siempre está ahí, aunque los frenos aguantan bien el tipo y el Opel Grandland X Híbrido enchufable está demostrando cooperar en esto de conducir rápido y seguro, sin llegar a ser un SUV deportivo, pero si muy prestacional y de comportamiento noble.
Coronamos el puerto y el consumo ha crecido por encima de los 7 litros que mencionamos, mientras que la batería agoniza ya por debajo de los 20 kilómetros de autonomía. Podríamos echar mano de la función eSave, con la que podemos elegir guardar 10 km, 20 km o el máximo posible para que al llegar a la ciudad seamos responsables y entremos en modo eléctrico. Pero como esto repercutiría en el consumo medio y nos quitaría prestaciones decidimos seguir jugando con el Grandland X Hybrid 4 y sus funciones.

De esta forma, bajamos el puerto de montaña sin tocar el freno, poniendo la palanca de cambio en la posición Brake para que la frenada regenerativa intervenga al máximo. De hecho esta es tan fuerte que tenemos que pisar levemente el acelerador para bajar a velocidad continua. El consumo medio baja igual de rápido que nosotros y la batería recupera un par de km de autonomía, volviendo a la A6 con 2 km extra.
¿Seguimos haciendo consumos?
Tras más de 20 km por autovía nos quedan solo 6 km de autonomía 100% eléctrica y el Opel Grandland X Hibrido enchufable marca ya 6,3 l/100 km. Podemos seguir bajando por la carretera pero tomo un desvío para bajar por la ciudad unos 3 km. Error, unas obras inesperadas me hacen perder tiempo y autonomía, ya que salgo como alma que lleva el diablo cuando el obrero convertido en semáforo me da permiso para pasar.

Llegamos a la comida con apenas 3 km de autonomía y 6,1 l/100 km de consumo medio. Si en el restaurante hubiera un punto de carga de 7,4 kW de potencia podría cargar hasta el 80% en solo 1 hora y 50 minutos. Si fuera de 3,7 kW tardaría 4 horas, y en el enchufe de toda la vida 7 horas y 10 minutos.
Vuelta a Villaverde sin batería
Es hora de recorrer los últimos 30 km del día y con solo 3 km en el indicador de la instrumentación se presenta difícil llegar con menos consumo. Sin embargo, la inclinación de la carretera nos es favorable y la frenada regenerativa saliendo de ciudad ha ayudado levemente.
El Opel Grandland X Hybrid 4 está siendo un magnífico compañero de ruta, bien aislado y cómodo, con todas las necesidades del día a día cubiertas en materia de tecnología a bordo, o asistentes de conducción.

Llegamos a Villaverde y hemos bajado de 6 litros, 5,8 l/100 km en el indicador y una batería seca como la piel de un beduino. Eso sí, al menos hemos recorrido en total más de 130 km y seguramente con más autonomía de la batería habría sido incluso menor esa cifra.
Veredicto Opel Grandland X Híbrido enchufable
Obviamente estamos ante un Grandland X más caro que los de motor de combustión, pero, si se compara con la versión de 180 CV gasolina que es el tope de gama sin electrificar, tenemos mejores prestaciones y un consumo medio más bajo.

Obviamente para aprovechar el potencial del Grandland X Hybrid hay que usarlo en el día a día en modo eléctrico y cargarlo siempre al llegar al trabajo y luego en casa. ¿Pero qué pasa si no tengo enchufe en ninguno de esos dos destinos? Bueno, siempre puedes recurrir a los cargadores públicos, pero es mejor pensarlo bien, pues tirar de 1.870 kilos solo con los 200 CV del motor gasolina puede ser no muy producente.
En cuanto al precio, la gama del Grandland X Híbrido enchufable, con descuentos de Opel y de los planes Renove o Moves del gobiernos, parte desde 33.800 euros para la versión de tracción delantera, es decir, el de 225 CV.