Esta preciosidad tiene cinco puertas, aunque debido a su diseño en la marca no han dudado en calificarlo como Coupé. En todo caso no tenemos ninguna duda de que el Mercedes-AMG GT 4 Puertas Coupé es la berlina más deportiva creada por Mercedes.

Hablando con propiedad, el nuevo deportivo de cuatro puertas no es un Mercedes-Benz, sino un Mercedes-AMG. Esta especie de submarca nació en 2014 con el biplaza Mercedes-AMG GT. Por lo tanto el nuevo Mercedes-AMG 4 Puertas Coupé es el tercer modelo propio la división AMG, con una carrocería exclusiva que no llevarán otros modelos fabricados por Mercedes. El primero fue el SLS AMG (2009) y el segundo, el Mercedes-AMG GT (2014). Con este nuevo y espectacular “cupé de cuatro puertas” en Mercedes quieren llegar a un nuevo tipo de cliente con mayores ambiciones deportivas.
Superberlinas Mercedes
El nuevo Mercedes-AMG 4 Puertas Coupé emplean la plataforma MRA (modular rear architecture) que estrenó la Clase C de 2015 y que usan también los Clase E y los CLS. También lleva el mismo motor 4.0 V8 biturbo del Clase E, aunque con modificaciones, de modo que nos preguntamos si el nuevo modelo es algo más que un Clase E con una nueva y redondeada carrocería.

Nos fijamos en varios datos que podrían ser clarificadores, como la longitud y el peso. El Mercedes-AMG GT 63 S 4Matic+ 4 Puertas de 612 CV mide 5.054 mm de largo y 1.447 de alto. La anchura es de 1.953 mm. El nuevo Mercedes-AMG E63 S 4Matic+ de 639 CV mide 4.990 mm., 1.910 de ancho y 1.460 de alto. De modo que el nuevo modelo es más largo, bajo y ancho, algo que podría suponerse a primera vista.

Lo que nos sorprende es la diferencia de peso: según Mercedes el peso en vacío (MOM, masa en orden de marcha) del E63 S es de 1.990 kg., y el del AMG GT 63 S 4 puertas, de 2.120 kg. Es decir, que el AMG GT 63 S 4Matic+ 4 Puertas pesa 130 kg. más.
Tres versiones
El nuevo modelo también es bastante más caro: 195.500 euros frente a los 146.000 del Clase E63 S AMG. Se comercializan dos versiones más: el AMG GT 63 4Matic+ 4 puertas cuesta 176.200 euros y el AMG GT 53 4Matic+ 4 puertas (6 cilindros) sale por 135.700 euros. Todos incorporan tracción total y no está previsto que se lancen versiones más económicas ni por supuesto diesel.
Respecto a la estructura del nuevo coche, desde Mercedes aseguran que uno de los objetivos durante su desarrollo ha sido construir una carrocería de alta rigidez para favorecer un “elevado dinamismo de conducción”. Así, se ha reforzado la estructura en los puntos más relevantes, y esto podría justificar el aumento de peso respecto al Clase E.
Las puertas no llevan marcos y el asiento está cerca del suelo. Tenemos delante un volante muy deportivo y forrado con piel vuelta.
Como en otras berlinas Mercedes dos grandes pantallas ocupan todo el salpicadero, y para controlar las diferentes funciones un touchpad (ver foto inferior) ha sustituido al Comand Controller (ese sistema con un mando giratorio y un pulsador) que montaban hasta ahora los Mercedes de gama alta. No sabemos como se apañarán con él los clientes más veteranos…

También es importante comprobar la comodidad de las plazas traseras. Puede llevar cinco plazas opcionalmente (cuatro de serie), y un ocupante de 1,85 de altura puede viajar cómodamente sin que la cabeza le roce con el techo. No obstante el acceso no es tan cómodo como en otras berlinas de la marca. La capacidad del maletero es notable, con 460 litros de capacidad.
Conducimos el 63 S, la versión “pata negra” tanto por la potencia (639 CV) como por la suspensión neumática y el Drift Mode (modo derrapaje). De hecho, como en el BMW M5 o en el E63 AMG, se puede desactivar la tracción delantera para derrapar como un poseso. Hacerlo implica varios pasos: primero seleccionar el modo “Race”. Luego, elegir cambio manual. Además hay que desconectar el ESP por completo. En este punto la pantalla te indica que toques las dos levas simultáneamente, y después hay que confirmar de nuevo con la leva derecha. Por lo tanto es imposible que nadie desconecte “la red de seguridad” de forma involuntaria. Llegados a este punto, en un circuito es posible tomar todas las curvas de lado, dejando la huella de los neumáticos en cada giro de segunda y tercera velocidad. A pesar de su elevado peso se mueve con una soltura brutal, y es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en solo 3,2 seg.
Motor más reactivo
Es un verdadero misil, y en marcha pronto notamos que su mecánica es más viva, más reactiva, pero también más refinada que el motor 4.0 V8 biturbo de 557 CV que lleva el biplaza Mercedes-AMG GT C. Esto, según Mercedes, tiene su justificación técnica. Los dos turbocompresores de doble entrada utilizan rodetes de rendimiento optimizado en las turbinas y los compresores. Pero ahora además y por primera vez, se utilizan rodamientos de bolas para el rodete del compresor y de la turbina. Estos rodamientos permiten reducir al mínimo la fricción mecánica del conjunto de rodetes en el interior del turbocompresor. Y de ese modo el sobrealimentador responde con mayor espontaneidad.
El cambio automático Speedshift con embrague húmedo de 9 marchas tiene un funcionamiento excelente, y para el 6 cilindros han elegido un cambio también de nueve velocidades pero con convertidor de par.
Dirección en eje trasero
Otro punto clave para aumentar la eficacia y la conexión con el conductor es la dirección activa del eje trasero, de serie en los modelos V8 y disponible como opción para la versión de seis cilindros. Como el E63 S, “nuestro” AMG GT 63 S 4Matic+ 4 Puertas también lleva soportes dinámicos del motor y diferencial autoblocante con regulación electrónica en el eje trasero (de serie en los V8). Como en otros AMG, en la consola central hay un selector giratorio (Dynamic Select) que permite elegir entre seis modos de conducción: calzada resbaladiza, Comfort, Sport, Sport+, Race e Individual.

Como novedad también destaca el sistema AMG Dynamics, un avance dentro del programa Drive Select. Conecta y controla la regulación del ESP, de la tracción integral, de la dirección del eje trasero y del diferencial autoblocante con regulación electrónica. Con ello se incrementa la agilidad y la facilidad de conducción, manteniéndose al mismo tiempo la mejor estabilidad y una sensación al volante de naturalidad. Va haciendo el coche más o menos sobrevirador, y el piloto no lo percibe nada intrusivo.
Complejo de explicar, fácil de usar
Como en otros AMG el conductor elije el modo de conducción (calzada resbaladiza, Comfort, Sport, Sport+, Race o Individual), y entonces en la pantalla se muestra el nuevo símbolo AMG Dynamics junto con la denominación correspondiente. Hay cinco: Basic, Advanced, Pro y Master e Individual, y el coche los selecciona por sí mismo. Si se elije calzada resbaladiza o Confort, el coche activa el modo “Basic”. Si se opta por el modo “Sport”, se activa “Advanced”. En Sport+, se conecta el modo “Pro”. Y “Master” esta asociado al modo de conducción “Race”. En esta configuración los balanceos en curva se reducen al mínimo y hace gala de una precisión propia de un biplaza de alto nivel.
Independientemente de los programas de conducción, el conductor puede presionar diferentes teclas en la consola central para elegir el modo de cambio manual, el reglaje para la suspensión o también la sonoridad del escape. En cuanto a la comodidad, es muy duro en Sport Plus o Race, pero bastante cómodo en Sport.

En definitiva el AMG GT 63 S 4Matic+ 4 Puertas es una máquina muy enfocada a la conducción capaz de entusiasmar sobre cualquier carretera, autopista o circuito, y para este tipo de uso los frenos carbono cerámicos serán un aliado fundamental. Con un precio de casi 200.000 euros para la versión más poderosa, entre sus rivales destacan el Porsche Panamera Turbo, BMW M5 (aquí tienes la comparativa de estas superberlinas) o los futuros BMW M8 Gran Coupé y Audi RS7.