Prueba BMW i3S 2017, diversión eco para la ciudad

Lisboa es una ciudad llena de pendientes, bajadas, calles estrechas, muchas motos y un tranvía peligroso y a la vez romántico que transita por sus calles empedradas. Así que BMW decidió que sería el escenario perfecto para probar su renovado utilitario eléctrico, el i3. Pero la gran novedad de este vehículo de cero emisiones era su versión deportiva, si, un coche eléctrico puede tener versión deportiva, el BMW i3S. Y es que la marca de Múnich se preocupa por la movilidad sostenible pero también por el disfrute al volante. Así que la capital portuguesa y alrededores fueron el patio de recreo donde probamos un coche que resultó ser muy divertido al volante. 

Prueba BMW i3S 2017, diversión eco para la ciudad

Pero hagamos un flashback hasta el principio de la prueba. Antes de montar en el BMW i3S nos detuvimos un instante a observar que diferencias trae con respecto un i3 normal y corriente. A nivel de medidas, solo cambia su altura, 1 cm menor, y su anchura, 4 cm mayor. Esto, sumado a las llantas de 20″ de diseño deportivo, que incluso pueden ir en negro, hacen que de verdad luzca más deportivo que un i3 y que sea además atractivo como coche eléctrico. 

También cambian ciertos detalles estéticos, como la moldura en el arco del techo, que puede ir en plata, los detalles del paragolpes delantero en azul o el color Schwarz (negro) para el frontal del paragolpes delantero y trasero, lo que aumenta su sensación de ser más ancho y deportivo.

Al volante, tenemos un espacio muy bueno, al que ayuda una disposición del salpicadero y los mandos que ayuda a crear mayor sensación de amplitud. La postura de conducción es buena, sentado casi recto, con unos asientos muy finos pero lo suficientemente mullidos y recogidos. Todo en su interior es lo más respetuoso y sostenible con el medio ambiente posible, como los paneles de plástico reciclado de las puertas, o los tejidos de lana reciclada de algunas tapicerías. No os preocupéis, también se puede pedir cuero. 

La pantalla del sistema de información y entretenimiento es de 10,2 pulgadas y la pantalla de la instrumentación nos ofrece en tiempo real la autonomía restante y el porcentaje de carga que tenemos, así como la fuerza que ejercemos sobre el acelerador, indicando si se está usando potencia o si se está recuperando energía con la frenada regenerativa.

Las plazas traseras resultan bastante cómodas, es un coche pensado para la urbe pero caben dos adultos sin problemas, tanto de espacio en las rodillas como para la cabeza. Eso sí, hay que abrir la puerta delantera para abrir la trasera, ya que el tirador va situado por dentro del marco. De su maletero no se puede decir lo mismo en cuanto a espacio, y es que las baterías le restan mucho espacio, pero aún así tenemos 260 litros ampliables a 1100.

Es hora de arrancar, o al menos encender el motor eléctrico. El mando de las marchas está situado detrás del volante a la derecha, siendo un mando giratorio cuyas posiciones son D-N-R, justo al revés que en un cambio automático tradicional, algo a tener en cuenta a la hora de maniobrar. En un completo silencio aceleramos a fondo y hacemos el 0 a 100 km/h en 6,9 segundos, 0,8 más rápido que el i3 normal. Pero lo mejor del BMW i3S es que se pone de 0 a 60 km/h en 3,7 segundos, y eso para un coche cuyo uso primordial va a ser en ciudad, es ser muy rápido. Otro dato, el 80 a 120 km/h lo hacen en 4,3 segundos, con una velocidad máxima de 160 km/h, 10 más que el normal.

Pero sin duda lo que más impresiona, más que salir disparado en silencio, son las recuperaciones, el pasar de 60 a 80 o de 80 a 100 km/h, porque el par es instantáneo, 270 Nm en el BMW i3S y 250 en el i3. Por lo tanto las reacciones son más vivas y ágiles en ese aspecto que un coche de motor de combustión, haciendo su conducción más divertida aún. Tenemos varios modos de conducción, que afectarán a nuestra autonomía estimada y a la respuesta del volante, el acelerador y la suspensión. El Eco Pro además nos limita la velocidad a 90 km/h, el Confort a 120 y el Sport, el más divertido y útil en ciudad, nos da total libertad.

Por las calles de Lisboa el BMW i3S fue un alumno ejemplar, las cuestas arriba las solventaba muy bien y toda la energía empleada se recuperaba con la frenada regenerativa al descender, porque todo lo que sube… Hablando de este sistema, en el BMW i3S no es regulable, es decir, el coche retendrá siempre lo mismo al soltar el acelerador, no hay un botón para ajustar su potencia. Pero creemos que BMW ha sabido buscar un buen equilibrio entre retención y recuperación de energía, pues después de 75 km de prueba, la mayoría por ciudad, solo perdimos 35 km de autonomía según el indicador de la pantalla digital. ¿Nada mal no?

Respecto a su carga, podemos recuperar 180 km de autonomía en menos de 3 horas si se enchufa a una BMW i Wallbox de máxima potencia. Si es a un enchufe normal tardaremos en cargarlo por completo 11 horas y a uno de mayor amperaje unas 7. Su autonomía puede variar de 220 a 300 km, todo dependerá de que uso le demos y como conduzcamos, pero lo normal será circular 250 km sin preocuparnos de cargarlo.  Su precio es de 41.850 euros, casi 5.000 euros más si queremos la versión REX, con el motor de gasolina para aumentar su autonomía.