El Bugatti Veyron fue un coche trascendental en la liga de los supercars con sus 1.000 CV y sus prestaciones de otro planeta. Un coche que nació casi más enfocado a alcanzar grandes velocidades con confianza más que a tomar curvas a cualquier velocidad. Aquí el Veyron protagonista pertenece a Huston Crosta, CEO de Royalty Exotic Cas, un taller donde hacen todo tipo de mejoras. En esta ocasión Crosta ha tenido la idea de hacer un poco más especial si cabe su Veyron Mansoryr Linea Vivere.
Y es que Bugatti lanzó su superdeportivo como un coche con el que sentirte cómodo a gran velocidad y con el que marcar un antes y un después en la liga de superdeportivos. Pero su dueño tiene en mente otro modo de uso para esta proeza de la ingeniería, y es que debe ser todo un fan de quemar goma a lo grande. Y eso es algo mucho más divertido y fácil cuando tienes un coche de tracción trasera, pero claro, su Bugatti es de tracción total. Cuando tienes mucho dinero o te compras un coche de tracción trasera, o decides modificar tu Veyron para que lo sea, como en este loco caso.
Siendo un coche de tracción total es relativamente sencillo. Crosta y su mecánico solo han tenido que suprimir las transmisiones delanteras y el diferencial delantero, una pieza que cuesta 20.000 dólares. Además, este Bugatti Veyron no es uno cualquiera, sino que es una preparación especial de la que solo hay dos unidades, el Mansory Linea Vivere. Una vez se desmontan esas piezas los 1.200 CV y 1.500 Nm de par de este modelo son enviados a su eje trasero.
Además de reducir unos insignificantes kilos de peso, su dueño ahora tiene un Veyron más efectivo en el loco arte de quemar goma, y un superdeportivo más lento en el cero a cien y peligroso en el momento de acelerar. Y es que viendo el vídeo, no parece que toda esa potencia sea muy controlable si llevamos el acelerador hasta el fondo, pero si que seremos capaces de crear nubes.
La otra consecuencia de hacerlo de tracción trasera es que al hacer un burnout solo gastará los neumáticos traseros, ahorrando un dineral en cambiar los costosos Michelin especiales que lleva el Veyron y que van sellados a la llanta, con un precio de 10.000 euros por neumático. Quién pudiera…