Porsche 930 un Fórmula 1 en el garaje

Todos los aficionados a los coches tenemos nuestros mitos, y muchos de los que fuimos niños en los años 80 amamos incondicionalmente el Porsche 930, código interno del 911 Turbo (3.0 ó 3.3) fabricado entre 1974 y 1989. Esa trasera ancha, ese alerón, esas llantas Fuchs negras… Con el tiempo aprendimos que era un deportivo muy complicado de conducir, por el turbo lag y su difícil equilibrio, pero eso no importa cuando el amor es verdadero.

Y no somos los únicos, porque su cotización se ha disparado en los últimos años. Recordamos cuando se podían encontrar por unos 30.000 euros (a ojo, hace unos veinte años), y ahora es difícil encontrar alguno por debajo de 140.000. Su enorme atractivo ha hecho además que se hayan desarrollado restomod tan fantásticos como el Singer Turbo Study (aspecto de 930 pero basado en 964 turbo, y con motor biturbo) o el DLS Turbo, con enormes pasos de rueda y alerón, inspirado en el 935 de competición.

Porsche 930
Porsche 930

Lanzante y el Porsche 930 TAG Turbo

Aún así, creemos que los 911 que ha concebido el especialista británico Lanzante tienen un atractivo insuperable, porque además presumen de verdadero ADN de Formula 1. Lanzante Limited ha construido su reputación trabajando y haciendo versiones especiales de los modelos más exclusivos de McLaren. En su sede en Petersfield (son concesionario McLaren) es frecuente ver varios McLaren F1 (se cotizan en unos 20 millones) para hacer el mantenimiento. La historia del 930 TAG Turbo comenzó en los años 80, con la llegada del motor TAG (Techniques d’Avant Garde).

Nació gracias a la iniciativa y financiación de Mansour Ojjeh (1952-2021). El magnate franco-saudí fue quien pagó a Porsche por el desarrollo de un motor turbo para los McLaren de Fórmula 1. Esta mecánica 1.5 V6 biturbo debutó a finales de 1983 e hizo campeones a Lauda y Prost. La relación con la relojera TAG Heuer es directa y curiosa: el padre de Mansour había comprado la marca Heuer en 1985, y al hijo se le ocurrió renombrarla como TAG Heuer, vinculándola así a la F1 y disparando sus ventas y su valor. En 1999 Mansour vendió su marca de relojes a LVMH por 770 millones de dólares.

El nacimiento del 911 TAG Turbo

Por otra parte, el motor TAG y el 911 se unieron por primera vez cuando el legendario ingeniero Hans Mezger, diseñador del motor TAG Turbo, instaló uno de esos V6 en un 911 Turbo de calle. Ese prototipo fue el que inspiró a Dean Lanzante a crear su serie de once 911´s con motor de F1. Primero quiso comprar el prototipo original, pero Zak Brown (CEO de McLaren Racing) rechazó la oferta. No obstante le dijo a Dean que tenían varios motores TAG Turbo de los años 80 almacenados… Inicialmente Lanzante pensó en hacer 25 unidades, una por cada victoria en un Gran Premio, pero en McLaren no tenían tantos motores para suministrarle.

El nº1 (NL84), igual que
el prototipo concebido por
Hans Mezger. Expuesto en
el concesionario McLaren de
Petersfield (UK).
El nº1 (NL84), igual que el prototipo concebido por Hans Mezger. Expuesto en el concesionario McLaren de Petersfield (UK).

De la Fórmula 1 a la carretera

Lanzante ha tardado varios años en terminar estos 911 tan especiales, y en enero anunciaron que habían fabricado el último, color amarillo canario. El primero (color blanco) lo vimos expuesto en el Reensport de Laguna Seca 2018, y en 2019 nos hablaron del asunto en la sede de Cosworth. En efecto, Lanzante recurrió a Cosworth para adaptar esos motores 1.5 V6 biturbo de F1 a un uso “civilizado” en carretera (el 930 lleva de serie el motor bóxer de seis cilindros 3.0 o 3.3, con un solo turbo). La centralita (ECU) es de Cosworth, y fue necesario reducir los aproximadamente 1.000 CV de potencia que rendía en la Fórmula 1 a 510 CV. Subía hasta 12.000 rpm. pero el 911 TAG se queda en 9.000. Las relaciones de las marchas fueron ajustadas (el cambio de seis velocidades es de un 993), instalaron un diferencial de deslizamiento limitado y, para mejorar la facilidad de conducción Cosworth redujo la presión de sobrealimentación, cambió la relación aire-combustible e introdujo turbos más pequeños. También lleva un radiador montado en la parte delantera como parte de un nuevo sistema de refrigeración líquida.

911 TAG Turbo fidelidad clásica con alma radical

Los TAG Turbo emplean masivamente de aluminio y fibra de carbono, lo que ayudan a reducir 200 kg el peso del 930 Turbo original. También vemos jaula antivuelco, suspensión Ohlins y frenos carbonocerámicos. Lo que no incorpora es control de tracción. Esto enlaza con la filosofía de este coche, una máquina para entendidos que se puede conducir en el día a día, pero que conserva el espíritu crudo y violento de los 80. No olvidemos que los petardeos en las reducciones y las llamaradas por el escape están aseguradas.

Estos 930 expulsan con
frecuencia fuego por los escapes.
Estos 930 expulsan con frecuencia fuego por los escapes.

Cada uno de los coches ha sido construido desde cero, partiendo de un bastidor de 930 y con componentes nuevos (menos el motor). Por supuesto, todas las especificaciones son a medida del cliente. Dean Lanzante ha querido que los 911 TAG Turbo tengan un aspecto clásico, como el modelo original. La única concesión estética son los faros de xenón, y también pueden montar techo solar, aire acondicionado, puertos USB y tecnología de comunicación suministrada por Porsche Classic. El precio de cada 911 TAG Turbo ha sido de 1,4 millones más impuestos y, que nosotros sepamos, actualmente hay dos unidades en el mercado.

Los once 930 TAG Turbo: colores, códigos y esencia histórica

Cada uno de los 930 TAG Turbo se identifica por un código propio, relativo al piloto que utilizó su motor y el año. El amarillo, el último producido, es el AP86, por Alain Prost ’86. Con su motor Prost acabó tercero en Jerez ’86. El primer 911 TAG (NL84, por Niki Lauda), del mismo color que el prototipo que ideó Mezger, es el color blanco y suponemos que se ha quedado en la colección de Lanzante. El segundo fue el AP84 (color negro) y el tercero, AP85 en color gris grafito o pizarra.

El cuarto (NL83) es el naranja y su motor (021) lo empleó Lauda en Brasil, Detroit e Italia durante la temporada 84. Luce un espectacular tapizado de tartán naranja. El quinto es el llamativo AP87 en color verde menta. Esta unidad la pudimos admirar en el reciente salón Retromobile de París. Para la unidad nº6 su comprador eligió un color original del 930, el marrón oscuro metalizado. El de color gris metalizado (KR86, por Keke Rosberg) es el número siete, y lleva una decoración “setentera” incluyendo las palabras “TAG” por un lado y “Turbo” en el otro. El más peculiar e identificable de todos es el ocho (SJ87). Lo bonito de su historia es que el motor lo usó Stefan Johansson, y ahora que el piloto sueco es artista, ha pintado él mismo sobre la carrocería blanca.

El color más chocante de la serie lo luce el número nueve (JW83, por John Watson), pintado en “Raspberry Red” (rojo frambuesa). El número diez es uno de nuestros favoritos, con un tono verde oscuro que llaman “black olive”. En definitiva los TAG Turbo no son los 911 más rápidos ni los más potentes, pero tienen un encanto único y merecen un espacio en la historia del deportivo eterno.

Lanzante TAG Championship

Dean Lanzante, acostumbrado a trabajar con clientes muy exigentes, fabrica por encargo tres unidades especiales llamadas TAG Championship, una por cada título mundial. Estas versiones, vistas en el FOS 2024, destacan por sus 630 CV, el uso intensivo de fibra de carbono (solo 920 kg en seco) y detalles únicos como llantas Dymag negro satinado, colores inspirados en Prost y Marlboro, volante Personal, cinturones Hugo Boss y tapizado de ante. Están pensadas para quienes siempre quieren más, incluso dentro del exclusivo universo TAG Turbo.